EN LA EDUCACIÓN DE ADULTOS

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- La fuente de comunicación

- El Receptor de la comunicación y

- La Situación de la comunicación

Examinaremos las tres:

La fuente de comunicación, (o sea Ud., si es Ud. quien esta tratando de comunicarse) afecta las tres primeras etapas: Creación, simbolización y transmisión. Es Ud. quien posee la idea y depende de sus conocimientos, sus actitudes y su cultura el que la idea resulte clara o vaga, el que Ud. sepa si el símbolo es adecuado a su idea o no y si Ud. es capaz de transmitir los símbolos en forma efectiva o no.

En forma similar, el receptor de la comunicación afecta las tres ultimas etapas del proceso, o sea, la recepción, la interpretación y la fructificación. Sus conocimientos, actitudes y culturas determinan, en gran medida, si el mensaje será recibido o no, si los símbolos que utilizamos son comprensibles o no y finalmente si la idea que se forma en la mente del receptor tiene algún parecido con la idea original.

Pero no todo lo que se transmite se recibe. Algunos de los símbolos pueden perderse o resultar distorsionados en el camino y ello se debe a una tercera influencia: La situación de la comunicación. Lo que nosotros definimos como situación incluye factores como la distancia geográfica entre la fuente y el receptor, el lapso transcurrido entre la transmisión y la recepción, si el receptor esta representado por una o varias personas y si la fuente y el receptor se conocen entre si.

Otros factores importantes que afectan la situación, son los estados físicos y emocionales del receptor: está cansado, hambriento e incómodo, se halla con ánimo cooperador, enojado, frustrado o aburrido. Todos estos factores tienen relación con el tipo de conducto que utilicemos: la vista el oído el tacto o una combinación de los tres estos poseen asimismo, una cierta influencia sobre el mensaje mismo su forma y su contenido, el lenguaje que utilizamos, el estilo empleado, la entonación usada, lo que decimos explícitamente y los que solo insinuamos o implicamos. Todos estos aspectos son relacionados con la forma y el contenido del mensaje.

Es así como vemos que a fín de asegurar una recepción completa y no distorsionada debemos elegir nuestro conducto de comunicación de manera que se adapte tanto al mensaje como receptor. El mensaje por su parte, debe ajustarse a los factores de la situación y al receptor. Todo ello debe ser hecho, por supuesto por la fuente o sea, Ud. mismo. Y nuevamente el que la fuente lo haga o no y la forma en que lo hace (cuando lo hace), depende de sus conocimientos, sus actitudes y su cultura.

He aquí una de las interrogantes que la fuente debe formularse antes de tratar de comunicarse:

- ¿En qué forma deseo influir sobre el receptor de la comunicación? ¿Que es lo que deseo que haga o piense?

- ¿Por qué deseo comunicar esta idea? Cuáles son mis propias actitudes acerca del tema?

- ¿Cuales son las actitudes del receptor acerca del tema? ¿Cuánto sabe y qué cree?

- Cuando habrá de recibir el receptor el mensaje? ¿Cuántos intermediarios intervendrán antes de que el mensaje arribe a su último receptor? ¿Cuáles son sus actitudes, conocimiento y cultura?

- ¿Cómo y cuándo puedo yo controlar si mi idea a llegado o no completa o distorsionada a su destino?

La respuesta a estas interrogantes puede ayudarnos a definir nuestros motivos y objetivos, aclara nuestros pensamientos, elegir símbolos adecuado para la formulación del mensaje y utilizar conductos eficientes para transmitir el mensaje.

EL ASPECTO SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN.

Considerando los varios factores que se hallan envueltos en la comunicación y en su proceso, y todos los elementos que una persona toma en consideración cuando intenta comunicarse, no puede causar sorpresa el hecho de que existan tantos males entendidos en el mundo actual. Es más, puede resultar extraño el hecho de que a pesar de todo, logremos entendernos.

Debemos recordar sin embargo que en nuestra comunicación cotidiana, no debemos efectuar todos estos preparativos cada vez que deseamos comunicarnos. La sociedad ha demostrado que la mayoría de las personas actúan bajo circunstancias normales de una manera generalmente aceptada y prevista. La gente sabe lo que espera de ella y por lo general, actúa de acuerdo a dichas previsiones. Es así que en nuestro trato diario con nuestros congéneres exista una gran cantidad de elementos que debemos dar por sentados.

¿Cuál es el propósito de nuestro análisis? La respuesta es que para los profesionales de la comunicación agrícola (Agrónomos, Veterinarios, Técnicos; monitores y líderes campesinos o de todo tipo) es importante planificar su comunicación de modo de adaptarlas a las diversas personas y a las variadas condiciones en que les toca desempeñarse. Sólo de esta forma estarán en condiciones de llevar a cabo una consistente y afectiva labor de comunicación.

Otro uso de nuestro análisis surge cuando las cosas van mal y ello ocurre con frecuencia. El conocer las etapas del proceso nos ayuda a localizar la falla. Una vez que sabemos en que etapa se produje la falla podremos con nuestros conocimientos de las influencias que afectan dicha etapa tratar el problema de raíz y hacer algo para solucionarlo.

Continuando este procedimiento comprobaremos que no siempre la gente “no quiere comprender" o bien es "obstinada" o “tarado”, siempre que nuestras ideas fallan y no llegan tan bien como desearíamos, Una concepción global del proceso de comunicación nos ayuda a encontrar las verdaderas causas de los malentendidos y nos muestra el camino y los medios de aclararlos.