ENSAYO DE LECTURA: “SEGUIR SIN TI”

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Pero no todo iría perfecto con su vida, pues mientras ellas hacia malabares para cumplir con todo, madre, suegros, hijos, casa, mascotas, trabajo y muchas más, Luis parecía estar en el mejor momento de su vida pues él hacia lo que quería a la hora que quería, estaba frustrada, lo único que debía hacer era perdonar a Luis y dejar esa historia en un grato recuerdo, entonces empezó a aplicar todos los consejos que le daba a sus pacientes, y fue así como al fin dio ese paso definitivo hacia la posibilidad de encontrarse frente a frente con Luis era el final del camino.

Una mañana le llega un llamada de Nicolás Mendigur para recordarle su interés de en que se encontraran para charlar sobre la posibilidad de que escribir un dichoso libro, entonces se dio la oportunidad y acepto la invitación, fue al despacho de Nicolás platicaron sobre el libro, pero no fue una plática cualquiera pues a leguas se miraba que a Nicolás le gustaba Irene, de igual manera a Irene le atraía Nicolás su cara lo decía todo, así que la invito a cenar, Irene estaba emocionada, le conto a Sonia, pues no sabía cómo reaccionarían sus hijos y su exmarido ante la posibilidad de que Irene ya tuviera nueva pareja, pues lo de la separación ya era algo muy difícil de sobrellevar.

Pasaron los días y su relación con Nicolás iba mejor que nunca, se había entregado a él, aprovechando que sus hijo se habían ido con Luis, hasta que un día por la mañana mientras Nicolás leía el diario Irene portaba una bata pues se iba a bañar, Nicolás la voltea a ver y le pregunta que son los hoyitos en sus muslos, en ese momento algo dentro de Irene se cae, se derrumba, solo pensó que su historia con Nicolás estaba terminada.

Sonia le decía que era una exagerada, pero no, no era así, ella sabía que la pasión estaba terminando y ya se empezaba a fijar en todo, pues antes no lo hacía, luego esos pequeños detalles empezaron a aumentar, había más distancia entre ellos así fue como termino su relación, su segunda ruptura, aunque totalmente diferente, pues en esta ocasión no había rastros, quedaron bien, Nicolás le agradeció profundamente, aunque seguían en contacto, pero solo eran asuntos de trabajo, pues tenían una colaboración con el libro, era imposible dejar de comunicarse con él, aunque Irene ya estaba mejor, estaba tranquila.

Y si, este libro es un constante, relaciones, rupturas, relaciones, rupturas, a mi pensar Irene se comportaba como una jovencita, pues pasaba de relación en relación.

Ahora llego el momento de entrar a su tercera relación, ahora sería Diego la nueva pareja de Irene, quien es Diego y como llego? Diego es un amigo del hijo de Sonia, y se conocieron por medio de Sonia que ya llevaba mucho tiempo insistiendo que Irene lo conocerá, y esta se resistía, hasta que llego el día, el día de la exposición de la pintura de Irene, esa noche los presento, era un muchacho alto, culto, intelectual, justo como le encantaban a Irene, y pues quedo fascinada.

Al día siguiente diego la llamo, y le dijo que cuando aceptaría tomar un café, pues ese mismo día tuvieron el encuentro. Comenzaron a salir en plan de amigos y diego todo lo contrario a Nicolás, él quería ir despacio, con cautela.

Pero no todo era tan bueno, al pasar de los meses él fue reprimiendo una velocidad y un vuelo a la relación que contradecía sus palabras. Pues él decía que no quería comprometerse, que quería ir despacio. Pasaban fines de semana juntos pero después se desparecía sin dar explicaciones. Así que no le quedaba más que acostumbrarse a que la buscara solo cuando él quería, y mientras él se desaparecía se refugiaba en la pintura o en escribir.

Como era de costumbre volvió a desaparecer, un día antes habían estado juntos, fueron al cine, desapareció por un largo tiempo aunque Irene se tomara la molesta de buscarlo no sabía nada de él, finalmente la llamo, Irene le pidió una explicación, pues ella sabía que la merecía, pero la respuesta de Diego fue fría, y solo dijo –así no Irene, así no… como si nada entre ellos hubiera ocurrido, así que ella decidió abrir los ojos y hacerle saber que ella no estaría solo cuando él quisiera, a lo que respondió lo mismo –así no, él se impactó y solo dijo que lo lamentaba, solo le dijo adiós, aprendió la lección, al no poder cambiar a alguien, obligarlo a hacer algo que no quiere, fue difícil, pero al fin se había dado cuenta, de que no tenía sentido seguir en ese tipo de relaciones.

Al principio es divertido, pero el final ya no tanto, pues son relaciones que no valen la pena, cuando una persona se enamora más que la otra, empiezan los problemas, tenía que trabajar mucho en su falta de cuidado hacia ella misma.

Sonia se sentía muy culpable de habérselo presentado pero Irene estaba muy consciente de que no había culpables, solo ella .

Una relación más, ahora era el turno de Roberto, un fotógrafo, Irene ya haya aprendido varias lecciones, estaba segura de que ahora la historia sería distinta, algo le decía que aquel podía ser el verdadero encuentro de su vida, y lo que menos quería era desaprovechar la oportunidad que tenía.

La relación de Irene y Roberto creció con los meses, todo iba tan bien, tenía una buena relación con los hijos de Irene, la vida de ella se tornaba perfecta, tenía buena relación con el papa de sus hijos, y con ahora su marido Roberto, ya vivían juntos, pero una vez más la relación no siguió como los esperaban una ruptura más, Irene le pidió a Luis que se llevara a los niños a cenar para que no estuvieran presentes cuando Roberto recogiera sus maletas.

Irene le marco a Luis que le llevara los niños, tenían una excelente relación, después de tres años luego de odiarse y atravesar todas las etapas de separación tenían un vínculo muy fuerte y verdadero. Vivieron lo que tuvieron que vivir juntos y compartieron la maravilla de sus hijos.

El libro termina con todas las experiencias que tuvo Irene tras su separación: los desencuentros, las heridas y las crisis son ciertamente dolorosas pero es completamente importante evitarlas si se habla de una relación comprometida, la sanación verdadera de las heridas recibidas no se consigue con los alejamientos ni con los silencios.

Durante años había trabajado ayudando a sus pacientes, sin imaginar que al mismo tiempo estaba construyendo su propio aprendizaje, capacitándose, entrenándose para enfrentar la lucha que le tocaba seguir, y claro le fue de mucha ayuda, pues también pudo comprender más lo que sus pacientes sentían.