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El Estado se ha encargado de llevar a cabo una separación entre el delincuente y la víctima,

Enviado por   •  25 de Abril de 2018  •  2.495 Palabras (10 Páginas)  •  281 Visitas

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Es por ello que los periódicos amarillistas son de los más vendidos, y los programas policiacos de la televisión tienen mayor éxito e incluso algunas personas ya no los ven como delincuentes sino como héroes. Y por otro lado creen que nadie o casi nadie se identifica con la víctima ya que nadie quisiera pasar por algún robo, secuestro, violación, entre otros delitos.

En los orígenes de la Victimología, era la misma víctima o sus familiares quienes ejercían el papel del verdugo para castigar a su victimario, surgiendo así la famosa “Ley del Talión”, ojo por ojo y diente por diente, que hoy en día la hemos tachado de una ley salvaje, en donde la justicia se enfocaba principalmente en el delincuente. Y en mi opinión sí era una Ley algo primitiva pero creo que pudo haber sido un castigo ejemplar en donde si el victimario cortaba una mano, se la cortaban, o si mutilaba cualquier otra parte del cuerpo esta se le amputaba a él.

En una parte del artículo dice a la letra que “la víctima inocente del delito sólo inspira en el mejor de los casos, compasión: a menudo desconfianza, recelo, sospechas…” y esta frase llamó mucho mi atención, puesto que tiene mucha verdad, cuando estuve haciendo mi servicio social en la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, llegaban víctimas de diversos actos delictuosos, y la mayoría de las veces el mismo Agente del Ministerio Público al terminar de atender a la persona, siempre decía “seguramente le robaron el celular, porque lo traía en la mano”, “pues la violaron, por su forma de vestir” y miles de frases buscaban para cada víctima, y es muy cierto esto, porque no sólo los Agentes lo dicen, sino todos y cada uno de nosotros hemos dicho alguna de esas frases cuando vemos los noticiarios y hablan sobre algún robo, un secuestro, homicidio o cualquiera que fuera el delito.

Nosotros como sociedad hemos caído en ese mismo error de criticar a las víctimas, sin detenernos a pensar que con la situación nacional a cualquiera de nosotros nos podría pasar, inclusive a gente que trabaja en la Procuraduría han sido víctimas de algún delito como el robo.

Mendelsohn hablaba de que a una mayor participación de la víctima correspondía una menor culpabilidad del victimario, y hace referencia a tres tipos de víctimas, victimas tan culpables como el infractor, victima más culpable que el infractor y victimas simuladoras.

En el primer supuesto nos hace referencia que la víctima de alguna u otra forma orilla al criminal a delinquir, siendo así ésta igual de culpable que el infractor, como lo mencionaba anteriormente en el caso de las oportunidades de empleo a personas reincorporadas a la sociedad.

En el segundo supuesto, cuando una persona simula algún acto para provocar a otro sujeto y este a su vez delinca, en este supuesto podría entrar la estafa, como en estos tiempos se ha dado de los famosos círculos en donde tu das una pequeña cantidad de dinero e invitas a alguien más con la promesa de que va a recuperar hasta un 200% de lo que invirtió, siendo esto mentira.

Y en el tercer supuesto, cuando hay alguna denuncia de un hecho delictivo inexistente con el propósito de molestar o espantar a alguien, como también hoy en día esta de “moda”, y no sólo afectan al sujeto que han de inculpar, sino a toda una sociedad, entorpeciendo y haciendo lento el trabajo de la procuración de justicia, en investigaciones fantasmas.

Mendelsohn no sólo hablaba de las víctimas ocasionadas por el crimen, la psicosis, que si bien es cierto son las que más existen, no sólo en nuestro país sino a nivel mundial y lo vemos día con día en las noticias, atentados en otros continentes, las bombas en Siria, y es aquí en donde la guerra entre Estados y poderes afectan a la sociedad, siendo el mismo gobierno que se supone debe velar por la sociedad, quien victimiza a la población.

Nos habla también de las víctimas a causa de algún fenómeno natural como las inundaciones, tsunamis, terremotos entre otros acontecimientos fuera del alcance de la mano del hombre, como hace algunos años sucedió en Japón con el tsunami, o hace algunos escasos meses con el terremoto de Nepal.

Por otra parte Hentig habla de que hay una conexión entre la víctima y el victimario y creo que también tiene razón, pues él nos habla que en un supuesto de homicidio existe una relación entre ambos sujetos, estoy de acuerdo porque en algunos delitos como es la violación sucede en su mayoría dentro del núcleo familiar, siendo los tíos, hermanos e incluso el propio padre el victimario.

Hentig decía que las personas más vulnerables o propensas a ser víctimas eran especialmente ancianos, niños, mujeres, prostitutas, entre otros. A mí me llamó la atención lo que dice este autor, porque si bien es cierto que los ancianos son muy vulnerables de ser víctimas y regreso al punto de la sociedad y el Estado, alguna ocasión durante mi servicio social, llegó una señora de la tercera edad, pidiendo al Ministerio Público que la auxiliara ya que uno de sus hijos la quería sacar de su casa e incluso le había robado las escrituras de la misma, a lo que el Agente le respondió que él no podía hacer nada ya que aún no le cometían ningún delito, la señora lloraba y el Agente ya no le hizo más caso, hasta que llegó el jefe de la unidad y le preguntó a la señora que en que podía ayudarla, esta le comentó, y fue allí hasta que se le hizo caso a la señora y levantaron un acta informativa para tener un respaldo por si ella era despojada de su vivienda. A lo que me refiero es que mucha gente ya no escucha a las personas de la tercera edad porque creemos que ya no tienen cordura o que simplemente inventan las cosas.

A cuántos niños no hemos visto en la calle siendo víctimas de la explotación, y hasta la fecha el Estado no ha hecho gran cosa por controlar esa actividad, principalmente sus victimarios son los padres, que en su mayoría tienen alguna adicción o vicio. Las mujeres también somos la parte de la sociedad más vulnerable ya que por lo general nuestros victimarios son del género opuesto y tienen más fuerza, e incluso en algún trabajo las mujeres en su mayoría son víctimas de acoso sexual por parte de sus jefes o sus compañeros de trabajo.

Las prostitutas son víctimas sexuales muchas veces forzadas a ejercer el servicio, ya que algunas vienen de alguna provincia del país y sus estudios son casi nulos, son fácil de llevar a la prostitución mediante engaños, por algo de dinero, sin saber a lo que van a enfrentarse realmente., a hombres borrachos, adictos, violentos hasta psicópatas.

Otro autor, en su investigación decía que la criminalidad provenía

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