El amor único entre padres e hijos

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Los padres, mantienen ahora el equilibrio en la vida del adolescente, siendo la madre quien le enseñe el afecto y el amor hacia los demás, quien le dé seguridad y apoyo psicológico en cada etapa de su vida, mientras que el padre lo guía en la solución de problemas, en lo que es bueno y lo que es malo y a tomar bien su rol en la sociedad en la que ha nacido.

Cuando el adolescente llega ahora a su etapa adulta, es necesario que se separe de sus padres y sea él como adulto el único responsable de sus acciones. El rol de los padres deja de ser tan primario, ya que en las primeras etapas del hijo, los padres sembraron la enseñanza suficiente para que en su vida adulta, forme una conciencia o moral; la madre crea una conciencia que dice que a pesar de cada obra de su hijo, él siempre será amado por el simple hecho de ser su hijo, y por otra parte, la conciencia paterna dice que ahora que es un adulto, debe de hacerse responsable de sus malas acciones y cambiarlas si quiere ser amado.

El comportamiento de cada persona en la sociedad es una muestra de las enseñanzas que recibió en casa desde que nació. La autoestima, la forma de relacionarse, la forma de afrontar cada problema, la forma de pensar, la manera en la que actúa y cada característica de una persona tiene bases muy sólidas y que difícilmente cambiaran, que son la de los padres.

El amor que los padres le tienen a un hijo es sin duda de los más honestos y fieles; podemos confiar en que cada acción de los padres es por el bien y con la intención de que su hijo crezca y logre sus metas, que no sufra, que sea feliz, que pueda amar y ser amado y que en cada situación difícil, el hijo sepa que siempre contará con sus padres. No hay que pasar en alto o menospreciar cada palabra que tu padre y tu madre te dijeron porque en ellos está la experiencia que tu como hijo algún día vas a necesitar. Es importante que recuerdes el amor que ellos te tienen porque en un futuro, el hijo se convertirá en padre y entenderá la importancia de sus acciones en la vida de las personas que seguirán su ejemplo. Y claro está que no hay mejor enseñanza que la del amor; que la del arte de amar.

“Un padre no es el que da la vida, eso sería demasiado fácil, un padre es el que da el amor.” Denis Lord (1900-1957) Novelista canadiense

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Referencias

Erich Fromm. (1959). El arte de amar. Ciudad de México: Ediciones Paidós Ibérica.

Diane E. Papalia. (2004). Psicología del Desarrollo Infantil. México: Mc Graw Hill.