Ernest Hemingway - El viejo y el mar - Resumen.
Enviado por Rebecca • 15 de Marzo de 2018 • 1.509 Palabras (7 Páginas) • 1.303 Visitas
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Ya habían pasado 2 noches y estaba transcurriendo el tercer día. Como por eso de las diez de la mañana el pez empezó a dar vueltas en círculo, lo cual significaba que la verdadera batalla empezaría pronto, pasaba del medio día y las vueltas que daba el pez se iban disminuyendo en tamaño, entre más vueltas daba el pez, Santiago tiraba del cordel acercándolo cada vez más al bote, tiro una vez con fuerza pero no consiguió acercarlo suficiente, estaba muy cansado, tenía muy lastimadas las manos, hizo otro intento y sintió que desistiría, solo se hizo un poco de lado el pez, reunió valor suficiente y logró tirar del cordel tanto para acercar al bote el pez, sujeto el cordel con el pie y con ambas manos alzó el arpón y muy fuertemente lo atravesó, un rato después murió dejando una gran estela de sangre en el mar.
Era demasiado grande para subirlo al bote, así que lo ató de un costado por la cola, las agallas y por el centro, era como llevar otro bote a un lado.
Ahora que ya había hecho faena, estaba listo para regresar a casa con el pez, aún que sabía que el regreso no sería fácil, ya que estaba en mar abierto y la gran estela de sangre atraería muchos tiburones. Procedió a izar la vela remendada y la puso en rumbo al nordeste, no pasó mucho tiempo y se acercaba a gran velocidad el primer tiburón (un tiburón mako) muy grande con 8 filas de dientes afiladas de ambos lados, el viejo al verlo, se preparó con el arpón alzándolo por encima de él, en cuanto el tiburón logró morder al pesquero descubierto y justo le atravesó el arpón por el cerebro, ese tiburón era tan grande que logró llevarse al menos 40 libras del pez, así como también el arpón atravesado. Santiago sabía que no era el primer tiburón así que agarró su cuchillo y lo sujetó a un remo. Un rato más tarde se empezaron a acercar 2 tiburones galanos, el primero lo acuchillo varias veces y lo dejó muy herido, al segundo igual lo dejo acuchillado pero durante la pelea se rompió la navaja.
Llego la noche y apenas lograba ver las luces de la ciudad. Y los tiburones no dejaron de llegar (llegaban en manada) y empezó la lucha contra ellos aunque fue inútil, pues sólo tenía un palo, aun así los golpeó fuertemente sin cesar hasta que el último se fue, pues ya no quedaba nada del pez.
El viejo logró llegar a la orilla, amarro su bote a una piedra, y fue camino arriba hacia su choza, y es ahí donde sintió más el cansancio, pues de camino tuvo que parar 5 veces. Estaba todo oscuro, se quitó los pantalones, y se echó a dormir.
Por la mañana Manolin fue a la choza, como todas las mañanas durante su ausencia, y cuando vio al viejo, noto que si respiraba y observó sus lastimadas manos, se puso a llorar, salió cuidadosamente de la choza en busca de café, ya había. Varios pescadores viendo el bote del viejo, y miraban con asombro el esqueleto del pez que estaba atado al bote, incluso uno lo estaba midiendo, y le grito a Manolin, 18 pies, eso media el pez. Manolin asintió y seguía llorando, luego les dijo que el viejo se encontraba bien y que nadie lo molestara. Cuando por fin despertó Santiago, Manolin le dijo que no se moviera, y le dio a tomar café, platicaron un poco de baseball, también hablaron sobre ir a pescar juntos. Manolin permaneció junto a la cama del viejo mientras descansaba.
El viejo después de todo, no regresó a casa derrotado, ganó el combate contra el más grande pez que se había visto.
- El hombre es invencible. Puede ser aniquilado, pero no vencido.
-Ernest Hemingway
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