Evaluación de familias y parejas

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El principio de complementariedad tiene dos implicaciones importantes: La primera es que casi todos los actos humanos son solo la mitad de una interacción. Aunque los clientes suelen atribuir sus problemas a los que el otro hace, los terapeutas familiares aprenden a buscar la otra mitad que complementa esas quejas. Aunque la complementariedad moderada permite a las parejas dividirse las funciones y apoyarse el uno al otro, la complementariedad rígida arrebata al individuo parte de su potencial y vuelve inflexible la relación. La complementariedad en la depresión agitada en una mujer adulta se manifiesta de forma rígida. Las estrategias útiles fueron: El terapeuta crea una alianza con el miembro sintomático. Responder a la lucha de poder con un paciente como señal de frenar, lo que indica que se está trabajando muy cerca de la familia y se han asimilado patrones a la misma. Cuando la mujer cuyas manos están sucias, Carmen controlaba a su esposo y a sus hijos exigiendo rituales para controlar su ansiedad. Su esposo obedecía lo que esta le decía pero a la vez la criticaba y la denigraba. Las estrategias utilizadas: Se hace ver a los clientes que ambos son dos individuos diferentes, con el propósito de que el paciente asintomático pueda controlar el síntoma.

Dentro de las técnicas mas utilizadas por Salvador Minuchin podemos encontrar: Exploración del problema, cambiar la percepción de como funciona la familia y desafiar el carácter y la localización del problema, reencuadramiento y desequilibración, y focalización.

Los pasos que sigue la terapia estructural en el abordaje de terapia de pareja son comenzando por tomar en consideración todo el sistema familiar en la evaluación; Aunque parezca razonable excluir a los niños cuando una pareja pide ayuda con su relación, imagine cuanta información se habría perdido. Debido a que los problemas de pareja casi siempre se relacionan con la influencia de terceros que complican la situación; Crear una alianza de entendimiento con cada uno de los miembros de la familia es una alianza nunca debe ser un acto estrategico fingido, una tecnica. El terapeuta que se apresura a cuestionar a un miembro recalcitrante o dominante de la familia sin dedicar tiempo suficiente de entender a esa persona, no tiene muchas probabilidades de lograr entenderse con ella; Promover la interacción: Poner el foco de la intervención en un tema especifico sobre el cual ambas partes tengan opiniones muy firmes. Explicar porque es importante que se entiendan y después ofrezca sugerencias claras y contundentes para discutir el tema en cuestión; Realizar una evaluación estructural de como están organizados los limites y subsistemas que mantienen el problema te permite ver como se aplica la dinámica de la pareja, muchos casos se relacionan con diversas cuestiones estructurales complejas y superpuestas; Establecer un enfoque estructural para la terapia: El terapeuta debe hacer mas que ayudar a los integrantes de la pareja a comunicar sus sentimientos al otro. Si la organización estructural de una pareja ya no funciona, el terapeuta debe admitirlo y ayudar a sus integrantes a aprender adaptarse al otro de manera diferente; Destacar las interacciones problemáticas y centrarse en ellas: Saber cuando hablar y cuando escuchar. Es mejor dejar que los miembros de la familia cuenten su versión de la historia, en sus propias palabras, pero haciéndoles notar las formas problemáticas de relacionarse, que quizá les pasen inadvertidas; Llevar las interacciones mas allá de sus cortes hemostáticos habituales: Para lograr el cambio con éxito se requiere ir mas allá del punto en el que los miembros de la familia se sienten tentados a interrumpir de pronto el proceso para volver a los mismo patrones que los llevaron a la terapia; Promover la empatía para ayudar a las diadas recalcitrantes a superar las peleas defensivas y desafiar a los miembros de la familia para aceptar responsabilidad por su conducta.

Conclusión

En el libro “Evaluación de familias y parejas” pudimos entender de manera detallada el sistema de 4 pasos propuesto por Salvador Minuchin el cual su pasos consisten en: El primer paso consiste en cuestionar la certeza de la familia en cuanto a que el problema primario se localiza internamente en el paciente individual. Este paso transforma la terapia en terapia familiar. El segundo paso consiste en explorar lo que los miembros de la familia pueden estar haciendo para perpetuar el problema. El reto está en ayudar a que los clientes se den cuenta de como sus acciones contribuyen a mantener el problema, sin provocar resistencia. Este segundo paso se basa en el supuesto de que los miembros de la familia cambiarán su forma de relacionarse si se consideran capaces de ayudar al paciente identificado. El tercer paso es una exploración breve y focalizada del pasado de los miembros adultos de la familia para ayudarles a comprender cómo llegaron a su actual visión limitada de ellos mismos y los demás. El cuarto paso consiste en que los miembros de la familia y el terapeuta hablan de quien necesita cambiar qué y quién está dispuesto o no.

Basándose en ese modelo tuvimos la oportunidad de ver diferentes casos y el abordaje realizado, dentro de estos casos se trataron temas comos: hijos parentalizados, hijos triangulados, familias reconstituidas, parejas complementarias, familias psicosomáticas, tratamientos por drogadicción y la familia y los servicios sociales.

En los casos de familia psicosomatica pudimos aprender que los niños de estas familias reciben atención para aliviar el dolor físico, pero no el dolor emocional. Esto condiciona a los niños como a experimentar sus problemas emocionales como si fueran físicos y genera un patrón conocido como somatización. Ademas de que los objetivos con las familias psicosomaticas debe ser resolver el problema que ocasionan el estrés. La clave para trabajar con estas familias es centrarse en lograr cambiar el carácter del síntoma psicosomático.