Explican por qué aprender matemática suele ser difícil y traumático

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El nivel de complejidad con el que se abordaron las matemáticas en los colegios fue tal, que se tornó incomprensible y frustrante para los estudiantes. El mismo Charles Darwin ironiza sobre el asunto al afirmar que “un matemático es un hombre ciego en una habitación oscura buscando un gato negro que no está allí”. Se evidencia así una enseñanza de las matemáticas que, en vez de tornarlas más atractivas para los alumnos, terminó por ser repudiada y una de las materias más impopulares en las instituciones educativas. Los maestros fueron incapaces de bajar de las nubes de lo abstracto y lo divino todos aquellos conceptos para unificarlos bajo la comprensión humana, que necesita de elementos para comparar, contrastar, clasificar, organizar, analizar y así asimilar. Para colmo de los males, la propuesta misma de la Matemática Moderna no tuvo la suficiente acogida en Europa y rápidamente fue descartada, mientras en los contextos latinoamericanos apenas estaba llegando y ya era ley universal; como lo ha sido siempre, no sólo en la educación, sino también con los modelos políticos y de salud de los que tanto adolecemos en la actualidad.

Esta problemática de la enseñanza descontextualizada y el desconocimiento de las singularidades y características del entorno da pie para entrar en otra importante discusión que implícitamente se abordó en la entrevista y que es mi intención resaltar. Las diversas iniciativas dirigidas por distinguidos especialistas de múltiples áreas de las ciencias y expresadas por el profesor Nápoles que apuntan a la divulgación científica, ponen de manifiesto uno de los grandes desafíos de la academia en estos tiempos y más aún de las universidades públicas como lo es la Universidad de Antioquia: la cuestión de la apropiación social del conocimiento. A grandes rasgos, preguntarse cómo es posible enseñar de manera más interactiva las matemáticas a los jóvenes o indagar por los reparos y dificultades que representa para muchos asimilar las lógicas aritméticas o trigonométricas, es preguntar qué se está haciendo en pro de un ejercicio de apropiación social del conocimiento en el cual, de manera contextualizada, se traslade el conocimiento generado en las universidades y los salones de clase a las calles y los barrios populares. Es importante que la gente comprenda que las matemáticas, la lectura, la filosofía, la sociología, el arte, todo está allí, en su vida cotidiana, en sus quehaceres diarios, en sus casas, en sus baños, en la plaza de mercado y en la tienda de doña Marina.

Así como todo el tiempo leemos y filosofamos –consciente o inconscientemente-, constantemente estamos haciendo cálculos y operaciones mentales complejas. Ya sea una regla de 3 simple para saber a cuánto saldrá la canasta de huevo o una operación trigonométrica compleja para saber cómo mover la lavadora durante el trasteo; el conocimiento siempre está presente allí, menos emperifollado y grandilocuente, más sucio y vulgar quizás; pero real, no allá en el reino de los cielos al servicio de la Real Academia. En las universidades y los colegios públicos no hay lugar para ideologías y pensamientos egoístas como el denominado conocimiento por el conocimiento. La confusión aquí es de fines y de medios. Está bien que el fin de la academia sea la búsqueda y la construcción del conocimiento, pues no hay muchos más espacios para ello en el mundo actualmente, pero así como lo genera es su responsabilidad lograr que aquella chiquilla de escasos 10 años comprenda que esas operaciones con conjuntos, esas sumas y divisiones, esas letras y esos números, todos hacen parte de su vida diaria, le serán útiles siempre y le permitirán una mejor comprensión de este mundo infinitamente complejo e inefablemente maravilloso. Para que las matemáticas sean recibidas con mejor disposición y menos traumas por parte de los estudiantes, es imprescindible integrarlas a la vida real de los individuos, hacerles notar en la práctica que aquellas no son más que un lenguaje universal normalizado para intentar explicar el mundo y sus inquietantes fenómenos. Para concluir, bien lo plantea Gudder al afirmar: “la esencia de las matemáticas no es hacer las cosas simples complicadas, sino hacer las cosas complicadas simples”. Es esto lo que hay que conseguir que la gente comprenda, es este el gran desafío del siglo XXI para la enseñanza de las matemáticas.

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Conclusión

- La razón principal de que la gente tenga ese repudio hacia las matemáticas es el no tener unas fuertes bases con estas, lo cual está muy porque la matemática fue, es y será la base de nuestra sociedad, gracias a ella somos lo poco que hemos llegado a ser.

Bibliografía

- Frases sacadas de: http://www.lifeder.com/frases-matematicas/ el -09-2016

- Informe basado en el texto recuperado de http://oei.es/divulgacioncientifica/entrevistas_101.html