FORMACION COMO TRNSMISION, UN ENFOQUE QUE PERSISTE EN EL SISTEMA EDUCATIVO COLOMBIANO
Enviado por Rimma • 7 de Diciembre de 2018 • 5.732 Palabras (23 Páginas) • 480 Visitas
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Siglos de aprendizaje bancario aún se resisten a dar paso a un nuevo paradigma educativo que libere a estudiantes y maestros del yugo del aprendizaje memorístico aunque la escuela primaria ha dado los primeros pasos que posteriormente imitó la secundaria. Por el contrario, la universidad aún se resiste a entender que se requiere una nueva forma de llegar al conocimiento.
El nuevo paradigma es lo que se denomina en este documento Enfoque Pedagógico de Indagación Sistemática, para lo cual se requiere el diseño de un currículo que desentronice del aula, el aprendizaje memorístico, mecánico y descontextualizado y ceda el paso a unas prácticas de aula que den predilección al desarrollo del pensamiento crítico, la adquisición de conocimientos pertinentes al contexto y por tanto, significativos.
Bajo el lugar común “hay que estudiar para la vida” de manera soterrada muchos docentes han tratado de esconder su predilección por el uso exclusivo de la memoria en detrimento del desarrollo del pensamiento crítico en sus estudiantes. Es por ello que insisten en que el estudiante retenga fechas, nombres, fórmulas y cuanto dato considera el maestro que le servirá para la vida y cuya memorización deberá permanecer por siempre porque según esa forma de pensar, en eso consiste “estudiar para la vida”.
No obstante, al llegar a la edad adulta, un alto porcentaje de la información que se retuvo en la memoria por algún tiempo, se ha olvidado y lo que es mejor: nunca fue de utilidad. Es más, muchos de los datos que se memorizaron en la edad escolar, resultan siendo errados o han sido revaluados con los permanentes avances de la ciencia. Podría pensarse por ejemplo en el estudiante de Derecho a quien se le obliga a memorizar códigos y artículos que no utilizará en su vida profesional porque cuando logre graduarse se habrá modificado la normatividad o el estudiante de Contaduría a quien se le exige memorizar porcentajes relacionados con los impuestos, información que se modifica con cada reforma tributaria que realiza el gobierno de turno.
Si en lugar de entronizar la memorización de datos como elemento fundamental del proceso el establecimiento educativo desarrolla las capacidades y habilidades necesarias para el manejo de la información, el individuo contará con una herramienta de gran valía para que durante toda su vida pueda tener acceso a los datos que no requirió memorizar porque los encuentra con un solo movimiento de su dedo índice.
Sin lugar a dudas esta es una ventaja que constituye un elemento de importancia capital del currículo con un Enfoque Pedagógico de Indagación Sistemática; sin embargo es necesario en este aspecto, identificar en las prácticas de aula y en la actividad extracurricular, aquellas estrategias pedagógicas que realmente desarrollan la capacidad para solucionar problemas ya que con frecuencia se cae en la simple continuación de la práctica antigua de resolver ejercicios diseñados para la mecanización de algoritmos descontextualizados o en el mejor de los casos, a la manipulación de fórmulas.
El desarrollo de un Enfoque Pedagógico de Indagación Sistemática parte de la capacidad del docente para formular preguntas problematizantes que le permitan al estudiante plantear diversas hipótesis en búsqueda la solución sin que equivocarse implique la sanción académica de la valoración numérica. Ello implica enseñar también en el fracaso bajo la convicción de que la vida no es únicamente una cadena de aciertos sino que el error también forma parte de la existencia.
Es preciso subrayar que la situación problema ha de corresponder a una estrategia permanente de enseñanza y no solamente a un arma que se esgrima de manera exclusiva al momento de la evaluación. Siendo más concretos, para evaluar competencias es requisito haberlas desarrollado en el proceso de enseñanza, bajo el entendido de que cada uno de los momentos del proceso educativo guardará una relación lógica con los otros y supondrá una ejecución consistente del enfoque pedagógico por el cual se ha optado.
De vital importancia resultan los procesos de autoformación que se deben privilegiar por las inmensas posibilidades que brindan a los estudiantes. Desde luego que esta forma de dinamizar el trabajo pedagógico permite y obliga al docente a asumir el nuevo rol de facilitador de procesos, hecho que lo aleja de su antiguo papel de poseedor del conocimiento. Desde este punto de vista, el nuevo paradigma democratiza el acceso al conocimiento y erige al estudiante como gestor principal de su aprendizaje.
En relación con el contexto, plantea López Jiménez que “Se hace necesario avanzar en un proceso de detección de necesidades que permitan escrutar de una manera compartida el o los problema(s) que van a dar lugar a la formulación del propósito y el perfil de formación del programa académico”[2].
Frente a tal aseveración es pertinente señalar que a menudo la escuela desdeña el papel fundamental que juega la vida personal, familiar y comunitaria del estudiante para la construcción del conocimiento académico y en función de esa concepción del esquema educativo, se consideran los preconceptos de los estudiantes como lastres de los cuales hay que despojarlos para asegurar el éxito escolar que no es otra cosa que el triunfo de un saber académico descontextualizado sobre un conocimiento significativo que se ha gestado desde el seno del hogar.
La educación rural ilustra de manera bastante singular lo expresado en el párrafo anterior. Los niños llegan a la escuela con una gran cantidad de conocimientos consolidados desde el más completo de los laboratorios: la naturaleza. En medio de las plantas y los animales los niños han desarrollado habilidades para explicar los procesos naturales desde el empleo del sentido común y la práctica cotidiana. El currículo con Enfoque Pedagógico de Indagación Sistemática aprovecharía tales potencialidades de los estudiantes para, de manera complementaria, desarrollar los conceptos elaborados de la ciencia.
Por lo tanto, el currículo escolar que involucre la vida cotidiana en la actividad académica constituye una acertada respuesta a la ausencia de pertinencia del conocimiento meramente académico y a la falta de significado del saber que se privilegia en la educación tradicional.
En ese orden de ideas, se conforma un sistema de mutuo beneficio en el que la sociedad aporta para el crecimiento intelectual de la persona y ésta a su vez en la medida que se va haciendo acreedora de las riquezas de la cultura y el conocimiento se va constituyendo en aportante para el desarrollo de la sociedad y especialmente de la cultura.
Por otra parte, se
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