Historia de la lengua

Ballal Francisco

Actividades:

Escriban breves textos  (de 4 hasta 6 líneas) en donde logren fundamentar (ampliar) las siguientes afirmaciones:

• La lengua está en constante movimiento y cambio.

Es posible afirmar esto ya que continuamente se dan variaciones y aportes que van modificándola. Todo esto según la necesidad de las personas y los usos que le demos con el tiempo. En esta inestabilidad podemos ver la vida de una lengua, y en su diversidad cultural encontramos su riqueza, manteniendo así esta permutación ininterrumpida.

• La lengua es del pueblo, de los hablantes.

Esto es así porque el lenguaje varía según los requerimientos de sus oradores. Las diferentes instituciones, como la RAE, no son dueñas del idioma, sino que cumplen una función de reglamentar e intentar unificar estas variaciones, pero somos las personas quienes determinamos los cambios y la evolución de nuestro lenguaje, esto es lo que nos hace realmente poseedores del mismo

• El lunfardo logró formar parte de la identidad del habla de los argentinos.

Coincido, ya que su expansión a lo largo de nuestro país y la rápida identificación que tenemos en el mundo por él. En un principio, fue la jerga de inmigrantes y clases marginales y, posteriormente, se extendió a la gran mayoría de la población. Este esparcimiento fue posible gracias a la rápida transmisión mediante géneros musicales (rock, tango y la cumbia), el teatro, la literatura, la oralidad, los medios de comunicación y las redes sociales. Destaco, además, que la globalización fue un factor clave

• En su origen y en su evolución, el español es una amalgama (mezcla).

Tengamos en cuenta que el español surge del latín vulgar, el cual se formó por el mestizaje del latín culto, las lenguas ibéricas y la alfabetización de la población. Luego esta nueva lengua se mezcló con el griego, árabe, italiano, francés, lenguas de pueblos originarios, etc. Y actualmente, en nuestro país, existe el lunfardo, otra variedad léxica también surgida de las combinaciones de diferentes idiomas. Teniendo presente todo esto, podemos determinar que, efectivamente, el español es una amalgama

• Las pretensiones de uniformar (hacer homogénea) la lengua responden a criterios económicos o miradas discriminadoras hacia los americanos.

Económicamente hay un solo beneficiario de esta unificación lingüística, ya que todos los cursos de aprendizaje oficiales favorecen a España. Lo ideal para su mercado es, justamente, una modalidad única del lenguaje. Aquí entra en juego la RAE, que, con determinadas formas de referirse a expresiones de pueblos originarios o de países latinoamericanos deja entrever cierta exclusión y rechazo. Esta búsqueda de homogeneización es realmente una amenaza para la riqueza y vida de la lengua.

• La historia de la lengua es una historia de imposiciones.

Inicialmente fue dominación del reino de Castilla sobre la península ibérica, afianzándose sobre, por ejemplo, el aragonés o leonés. Esta hispanización, posteriormente, también se dio en nuestro continente, a los pueblos originarios se les obligó a aprender esta lengua, obviamente existió una resistencia, pero no fue suficiente para detener el avance de este idioma, que desde sus orígenes, es el del conquistador.