Informe de lectura de "Gratis total, periodismo fatal"

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A partir de lo expuesto, y como se precisó anteriormente, adherimos con Serrano en la idea de que con la gratuidad de la información digital hay una muy mala calidad informativa de los sectores dominados por sus anunciantes, y esto es más evidente con la popularidad de las redes sociales. Cuando se comparten noticias en las redes, generalmente no prestan suficiente atención a la calidad del contenido, por lo que es común que haya copiado y pegado de enlaces y fragmentos de diferentes medios sin chequeo previo, además de la subjetividad ideológica que hace que los intereses de ciertos grupos económicos primen por sobre la calidad de la información y el profesionalismo periodístico. También es cierto que estos medios venden la base de datos con la cantidad de lectores e información sobre ellos, y que sí se deberían valorar los medios alternativos y apoyarlos económicamente para que no desaparezcan. Sin embargo, creemos que no debería dejar de existir el acceso gratuito a la información por la gran utilidad que implica esta herramienta, sobre todo para estudiantes, que muchas veces no son independientes económicamente como para pagar por estos contenidos, o simplemente no disponen de una tarjeta de crédito o cuenta bancaria. Sería importante que los que sí tienen la posibilidad tomen conciencia del aporte significativo que generarían si ayudaran a mantener a los medios responsables y éticos, de buen contenido y sin intereses ocultos, para el avance de la democratización de la información.

Un ejemplo de mala calidad informativa se dio hace pocos días en el diario “Clarín” al destacar a Ricardo Darín como uno de los mejores 25 actores elegidos por el American Film Institute, al punto de hacerle una entrevista al actor para comunicarle la buena noticia. Esto fue publicado en internet, repetido por otros medios que no verificaron la información, y también en la versión impresa del diario. La cuestión es que uno de los lectores se dio cuenta de que la lista no parecía hecha por expertos en cine y pidió la fuente original. Se trataba de un portal español llamado “Europa Press”. Ahí decía claramente que la lista que mostraban era de los 50 mejores actores de la historia y que estaba dividida en dos: la primera mitad correspondía a 25 leyendas del cine (elegidas por el American Film Institute) y la segunda a “25 intérpretes modernos (seleccionados por nosotros)”. Obviamente, Darín se encontraba en la segunda lista.

Por otro lado, últimamente más medios masivos como “Clarín” empezaron con la venta de datos de lectores. Piden que estos se suscriban con su mail o con alguna red social como Facebook para poder acceder al contenido gratuitamente. De esta forma, no sólo se cotiza un número de suscriptores sino también su situación socio-económica, gustos culturales, etc. para así armar una base de datos mucho más valiosa para los anunciantes.

Para finalizar, respecto de los medios alternativos, mencionamos la revista “Crisis”, que era una publicación de crítica política y cultural argentina. Tuvo su primera tirada de 40 ejemplares entre 1973 y 1976 y fue financiada por uno de sus fundadores con la venta de un cuadro del pintor Marc Chagall. En 2010 fue relanzada y actualmente es financiada por sus lectores por medio de la suscripción. Tiene su versión digital, con algunos contenidos gratuitos, y su versión impresa en unos pocos puntos de venta en Buenos Aires y otras tres provincias.

En resumen, el artículo de Serrano nos hace pensar acerca de nuestro rol como usuarios y lectores de los medios de comunicación respecto de la gratuidad del acceso informativo. Nos hace preguntarnos qué postura, pasiva o activa, deberíamos tomar en cuanto a la democratización de la información, es decir, si deberíamos dejar que los intereses de ciertos grupos económicos nos nublen la vista o si deberíamos pagar el precio de un valor indispensable en un sistema democrático como es el de la buena información.

BIBLIOGRAFÍA

Ramonet, Ignacio. (1995). “Informarse cuesta”. Le Monde diplomatique. Obtenido en agosto de 2016 en http://monde-diplomatique.es/informarse_cuesta.html