La salud en la adolescencia
Enviado por tolero • 19 de Abril de 2018 • 2.190 Palabras (9 Páginas) • 475 Visitas
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TENDENCIAS EN EL CONSUMO DE DROGAS
En Estados Unidos, casi la mitad de los adolescentes ha probado drogas ilícitas para cuando egresan de la preparatoria. En 1990 la disminución de la percepción de que las drogas son peligrosas y relajamiento de la desaprobación fueron acompañados por un repunte del consumo. Sin embargo, esa tendencia empezó a revertirse desde 1996. Aunque en general ha disminuido el consumo de drogas ilícitas, es posible que haya un rebote en el consumo de éxtasis, una droga de diseño que es popular en los centros nocturnos. El uso no médico de medicamentos, como sedantes, tranquilizantes y analgésicos, en particular oxycotin y vicodin, permanecen con altos niveles, se considera el segundo problema en importancia del consumo de drogas después de la marihuana. Veamos más de cerca el alcohol, la marihuana y el tabaco, las tres drogas más populares entre los adolescentes. El consumo de alcohol, marihuana y tabaco entre los adolescentes estadounidenses ha seguido una tendencia más o menos paralela a la de consumo de las drogas duras. El alcohol es una potente droga psicotrópica con efectos importantes en el bienestar físico, emocional y social. Los adolescentes son más vulnerables que los adultos a los efectos negativos del alcohol, inmediatos y a largo plazo, sobre el aprendizaje y la memoria. A pesar de la disminución del consumo de la marihuana, aún es por mucho la droga ilícita de mayor consumo, el humo de la marihuana por lo general contiene más de 400 carcinógenos, y en los últimos 25 años se ha duplicado su potencia, el consumo excesivo puede dañar el cerebro, el corazón, los pulmones y el sistema inmunológico, además de ocasionar deficiencias nutricionales, infecciones respiratorias y otros problemas físicos. Puede disminuir la motivación, incrementar la depresión, interferir con las actividades diarias y causar problemas familiares. Su consumo también puede afectar la memoria, la velocidad del pensamiento, el aprendizaje y el desempeño escolar. Puede disminuir la percepción, el estado de alerta, el lapso de atención, el juicio y las habilidades motoras necesaria para conducir un vehículo y por ende puede contribuir a los accidentes de tráfico. Contrario a la creencia común, el consumo de la marihuana puede ser adictivo.
El tabaquismo empieza a menudo al inicio de los años de la adolescencia como señal de rudeza, rebeldía y del paso de la niñez a la adultez. Esta imagen deseada permite al joven tolerar el disgusto inicial de las primeras pitadas, después de lo cual lo efectos de la nicotina empiezan a tomar el control en el mantenimiento del hábito. Al cabo de 1 o 2 años de haber iniciado a fumar, esos jóvenes inhalan la misma cantidad de nicotina que una adulto y experimentan los mismos antojos y efectos de abstinencia cuando tratan de dejar el tabaco. Los adolescentes que empiezan a fumar a los 11 años tienen una probabilidad 2 veces mayor que otros jóvenes de participar en conductas de riesgo. Se ha documentado de manera exhaustiva la influencia de los compañeros en el tabaquismo y el consumo de alcohol igual que con las drogas duras. Los adolescentes que creen que sus padres desaprueban el tabaquismo tienen menores probabilidades de fumar.
La depresión en los jóvenes no necesariamente se presenta como tristeza sino como irritabilidad, aburrimiento o incapacidad para experimentar placer. Una razón por la que se es necesario tomarla enserio es el riesgo de suicidio. Las adolescentes, en especial las que maduran temprano son más propensas a deprimirse que los muchachos. Esta diferencia de género puede relacionarse con cambios biológicos vinculados con la pubertad; algunos estudios muestran la correlación entre una posición avanzada de la pubertad y los síntomas depresivos. Otros factores posibles son los factores en que las niñas se relacionan socialmente y su mayor vulnerabilidad al estrés en dichas relaciones. Además de género los factores de riego que contribuyen a la depresión incluyen ansiedad, temor al contacto social, eventos estresantes de la vida, enfermedades crónicas, como diabetes y epilepsia, conflictos en la relación con los padres, abuso o descuido, consumo de alcohol y drogas, actividad sexual y tener un padre con historia de depresión. Uno de los problemas de la imagen corporal y los trastornos alimentarios pueden agravar los síntomas depresivos.
Por lo general, puede considerarse que la adolescencia comienza con la pubertad, el cual es el proceso que conduce a la madurez sexual, cuando una persona puede engendrar. A pesar de que los cambios físicos de este periodo de vida son radicales, no se desatan de manera sorpresiva al final de la niñez sino que la pubertad forma parte de un largo y complejo proceso que comienza desde antes de nacer. Los cambios biológicos que señalan el final de la infancia se muestran en un rápido crecimiento y aumento de peso, cambios corporales, y el alcance de la madurez sexual. Sin embargo, la adolescencia también es un proceso social y emocional. Se ha dicho que “la adolescencia comienza en biología y termina en cultura”. Las hormonas también se hallan en estrecha relación con las emociones, específicamente con l agresión de los muchachos, y con la agresión y la depresión en las niñas. Algunos investigadores atribuyen el incremento de las emociones y temperamento de los comienzos de la adolescencia a las hormonas; no obstante, debe recordarse que en los seres humanos las influencias sociales se combinan con las hormonales y, en ocasiones, predominan. De ese modo, aunque existe una relación bien establecida entre la producción de testosterona y la sexualidad, los adolescentes comienzan la actividad sexual más de acuerdo con lo que hacen sus amigos que con lo que segregan sus glándulas.
CONCLUCION: Entonces se puede concluir con que la salud en la adolescencia es una etapa importante porque gracias a ella se puede prevenir grandes factores de riesgos para los jóvenes ya sea (sexualidad, alcoholismo, nutrición y ansiedades) dando prioridad a su salud antes quenada. Llegando a formar hijo de calidad y no de cantidad, siendo más responsable en la toma de decisiones en las que puedan afectar nuestra propia vida y un futuro cercano siendo así jóvenes responsables. Pero para lograr todo esto empecemos en nuestros hogares a dar valores principios y reforzándolos en nuestras escuelas para en un futuro cercano hacer la diferencia.
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