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Las risas de María

Enviado por   •  9 de Octubre de 2018  •  1.849 Palabras (8 Páginas)  •  347 Visitas

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Sola allí sin saber a dónde ir las lagrimas resbalaron por su cara, frustrada las seco mientras pensaba donde podían estar los baños, cerca de allí vio una puerta y entro en ella, era un pequeño cuarto oscuro, lleno de trastes. No supo cuanto tiempo estuvo allí cuando sonó el timbre que indicaba el final del receso, se dispuso a salir para ir a su siguiente clase, solo que la puerta se había atascado y estaba encerrada, desesperada comenzó a golpearla y a pedir ayuda pero nadie pareció escucharla, derrotada se quedo allí a la espera de que alguien le ayudará.

Después de lo que pareció una eternidad la puerta se abrió, un señor mayor entro y la miro extrañado para luego reprenderla por estar ahí.

Al salir llego al pasillo de aulas y todos estaban saliendo, se había perdido el resto de las clases al quedarse encerrada. Sintiéndose exhausta atravesó la marea de estudiantes y salió para ir a casa.

En el camino intento animarse pensando que al llegar su familia la consolaría, su mamá le haría una rica cena, tomaría una ducha y dejaría atrás este horrible día.

Al llegar a casa, solo encontró a su mamá, que lucía muy molesta y no reparo en ella hasta que le hablo, distraídamente le pregunto cómo le había ido.

-No muy bien.

-Dímelo a mí. Fui a la tienda y el dueño me riño porque no tenía cambió para el dinero con que iba a pagarle, entonces las personas de la fila comenzaron a quejarse, como si yo tuviera la culpa, además todos los productos son extremadamente caros y no pude comprar mucho, hoy solo cenaremos lentejas y arroz.

Su mamá tampoco había tenido un día fácil y no iba a escuchar las visitudes del suyo, así que desanimada subió a su habitación y tomó su teléfono.

-Hola ¿Victoria?

-Si ¿Quién es? - contesto su amiga.

- Es María – respondió escuchando voces al fondo.

-¡Hola María! ¿Cómo estás? ¿Cómo va todo por allá?

-No tan bien como esperaba la verdad.

-¿Qué ha pasado? – preguntó en tono preocupado al momento que alguien la llamaba. –Emm espera un momento– María se dio cuenta que su amiga tampoco estaba para hablar. Todos tenían su vida y cosas de las que ocuparse, nadie iba a ser su paño de lágrimas. – Ajá cuéntame.

-¿Sabes? Mejor te llamo luego - dijo y corto la llamada echándose a llorar.

A la mañana siguiente despertó con los mismos ánimos del día anterior, no tenía ganas de enfrentar otro día y pensó en no hacerlo pero su mamá frustro sus planes.

El desayuno estaba listo cuando bajo a la cocina, comió con pocas ganas para no dar explicaciones y le extraño no ver a su papá ahí como tampoco la noche anterior.

-Anoche llego tarde del trabajo y hoy tuvo que irse más temprano porque hay mucho que hacer allá – dijo su mamá cuando le pregunto.

-O sea que ¿ya no lo vamos a ver?

-No digas eso, es solo estos días mientras hacen la auditoria.

-Ya – dijo poco convencida. Por cómo iban las cosas todo en su vida se estaba desboronando y por un momento deseo no haber salido de su pueblo. El teléfono sonó interrumpiendo sus pensamientos, su madre atendió y por su cara María dedujo que eran más malas noticias.

-¿Qué pasó ayer en la escuela? – le preguntó al colgar con cara de poco amigos.

Rendida María se desplomo en la silla y le conto a su mamá todo lo que le había pasado, esta le recrimino el que no le hubiera contado y que se lo hubiera tomado tan a pecho, entonces ella exploto. Como esperaba que actuara si acababa de llegar a un lugar en el cual tenía muchas esperanzas pero todo lo que le había sucedido eran cosas malas y no había nadie allí para reconforarla. Todo lo que una vez había tenido ahora parecía haberlo perdido y todo lo que deseaba no tenía pinta de suceder. De pronto se sentía perdida y cansada.

Su madre se acerco a ella y la abrazo, luego de un instante le hablo: “María se cuanto te emocionaba esto y que te alegraste mucho con la noticia, pero no es fácil salir a lo desconocido y no siempre será como tú creías, tendemos a llenar el vacío de nuestras vidas con ilusiones y eso solo nos deja más vacíos. Eso no significa que no funcione, solo debemos intentarlo con la actitud correcta, a pesar de las fallas, y las cosas fluirán, más importante aún nunca creas que estás sola, sean cuales sean las circunstancias nosotros siempre estaremos para ti. Además ahora sabes que aunque es bueno tener aspiraciones nunca se debe menospreciar lo que se tiene, porque eso te ha hecho feliz de alguna forma”.

Aquellas palabras reconfortaron a María, ciertamente tenía muchas ilusiones y quizá no fueran a cumplirse todas pero iba a estar bien, un día no tenía porque definir su estancia allí, así era la vida, te hacía pasar cosas duras e inesperadas pero también cosas buenas y placenteras, solo debía ser perseverante y apoyarse en los suyos. En ese momento su teléfono sonó en su bolso, su mamá beso su frente y se separo de ella, María le sonrió y luego buscó su teléfono. Un mensaje de su amiga Victoria se anunciaba preguntándole como estaba.

Ese día con una nueva actitud fue a la escuela y regreso a casa con una sonrisa contándole a su familia como le había ido.

FIN.

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