Lectura y notas
Enviado por poland6525 • 24 de Septiembre de 2017 • 941 Palabras (4 Páginas) • 592 Visitas
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sábados comían cabezas de carnero (él no por supuesto), el clérigo lo mandaba a comprar una cabeza, está la cocía y el clérigo se comía “los ojos, la lengua, el cogote, los sesos y la carne de la quijada”, a Lázaro le daba los huesos roídos en un plato y le decía: “Toma, come, triunfa, que para ti es el mundo. Mejor vida tienes que el papa”. ¡De verdad!, no puedo creer que una persona que sirve a Dios pueda comportarse de esta manera, bueno, si lo creo, en la actualidad se ha sabido de cosas peores que llegan hacer los sacerdotes.
Pobre Lázaro, después de vivir tales cosas, no lo dejaba por dos motivos: estaba muy débil y temía que sus piernas no le respondieran debido al hambre que sufría; la otra razón era por compasión a sí mismo, pensaba en que pasaría si se encontrara con una persona peor que el clérigo.
Al parecer poco le mejoro la situación a Lázaro, al encontrarse con un calderero en su puerta preguntando si tendría algún trabajo por hacer. Sin más, Lázaro pensó y le dijo mintiendo que había perdido la llave del arca y su amo lo haría pagar caro; le pidió una llave para abrirla y al tenerla le pago con un pan que allí se encontraba, sin embargo de momento Lázaro no tomo nada.
Pasaron los días y el clérigo contaba y volvía a contar sabiendo que le hacían falta panes. Un día se le ocurrió a Lázaro cierta idea, bien acertada. Como el arca era vieja y tenía algunos agujeros los ratones podrían entrar y roer los panes, así que tomo algunos panes desmigajo un poco y comió el resto. Dicho y hecho, el clérigo sospechaba de los ratones.
Que malo fue el clérigo al darle a Lázaro el pan que pensó lo habían comido los ratones, y para su mala suerte cerro los agujeros para evitar que volvieran entrar los ratones.
Pusieron trampas para ratones con queso, también un gato y Lázaro aprovecho para comer el queso y continuar con el pan sin que cayera el ratón. Así que el clérigo les pregunto a sus vecinos que podría ser, una culebra, mencionaron. El clérigo cada noche estaba alerta con un garrote y cada que escuchaba un ruido se levantaba a espantarlo, despertaba a los vecinos con tremendo ruido que hacía.
Nuevamente le toco a Lázaro perder, una ocasión Lázaro se colocó su llave en la boca lo que hizo silbar mientras dormía así que el clérigo creyó que la culebra estaba en las pajas de Lázaro, sin pensarlo, el clérigo le soltó un golpe demasiado fuerte en la cabeza a Lázaro. Así descubrieron la llave que tenía Lázaro en la boca, cuando se la quitó y la probó en su arca y sorpresa: había dado con el ratón y la culebra. Lázaro permaneció en la casa hasta que cobro la conciencia, después de quince el clérigo lo corrió de su casa.
Pobre de Lázaro, todo lo que sufrió pero esto le puede pasar a cualquiera que quiera vivir a costa de los demás, lo mejor es hacerse de un buen trabajo, una casa y vivir como la economía nos
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