Madame Bovary es una novela escrita por el francés Gustave Flaubert

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Tanto Don Quijote como Madame Bovary, se crean una realidad completamente diferente a la que ya tenían, pues en la que vivían no se satisfacían todos los anhelos que se empezaron a crear a medida que iban leyendo más y más libros.

Estos personajes reflejan la completa decepción que tienen respecto a su realidad, también el anhelo de vivir en otra diferente y finalmente la incapacidad que van adquiriendo para ver las cosas como realmente son.

Así lo afirma el reconocido escritor Mario Vargas Llosa en la siguiente cita extraída de uno de sus ensayos en el que realiza un análisis de la obra: “Cada personaje de su obra tiene un modelo humano en la vida personal de Flaubert. Gustave Flaubert al igual que utiliza modelos vivos para su obra, cuenta con innumerables modelos literarios. Existe un paralelismo entre Emma Bovary y Don Quijote, éste fue un inadaptado por causa de su imaginación y ciertas lecturas, la tragedia de Emma consistió en querer insertar sus sueños en la realidad” (Opuslibros, 1991)

Por otro lado, en la novela se hace una mención directa del libro Las mil y una noches.

Cito: “Y por un momento, nuestra pequeña localidad pudo creerse trasladada a un sueño de “las mil y una noches”” (1857, pág. 192)

Narrador

Flubert en su novela hizo uso de una técnica narrativa conocida como “inmediatez”. Esta forma de relatar la historia consiste en el uso de diversos narradores a medida que transcurre la obra.

Al comienzo de la novela se puede apreciar un tipo de narrador testigo, quien relata las acciones que observa en primera persona.

Cito: “Por la noche, a la hora de estudio, sacó sus manguitos del pupitre, puso en orden sus cosas y, con mucho cuidado, tiró las rayas en el papel. Le vimos trabajar a conciencia, buscando todas las palabras en el diccionario…” (pág. 12, parr. 3)

En la cita se puede ver cómo el narrador testigo narra desde su punto de vista, acciones que está realizando otro individuo.

Luego, páginas más adelante, el narrador se vuelve omnisciente de conocimiento absoluto, y este tipo de narrador es el que predomina a lo largo de todo el texto.

Cito: “El día siguiente fue para Emma un día fúnebre. Todo le pareció envuelto en una atmosfera negra que flotaba confusamente sobre el exterior de las cosas; y la tristeza se le metía en el alma con dulces alaridos” (Pág. 156, parr. 1)

Personajes

Principales

Emma: Esposa de Charles. Este personaje se puede considerar como estático, pues a medida que transcurre la historia no cambia en su forma de pensar ni actuar. Una de las características que destacan a Emma es su egoísta mentalidad, a pesar de ser bella y tener una apariencia tranquila, es vanidosa, materialista y muy llevada a sus ideas.

En la siguiente cita se puede ver el momento en que Emma se da cuenta que no está enamorada de Charles: “Antes de casarse, se había creído enamorada, pero como la felicidad que debía resultar de ese amor no llegó, debía de haberse equivocado, pensaba” (1857, pág. 48).

Charles: Esposo de Emma. En el libro, una de las cosas que más se destacan de este personaje es su humildad. Es un hombre trabajador, esforzado, respetuoso y en algunas ocasiones ignorante. Se mantiene con las mismas características a lo largo de toda la historia por lo que se le considera estático.

Cito: “Pero tenía fama de buena conducta, económico, muy ilustrado, y seguramente no regatearía mucho por la dote” (1857, pág. 35).

Secundarios

Monsieur Charles Bovary: Padre de Charles Bovary y con características muy opuestas a las de su hijo. Es poco esforzado, sin atracción a los libros pero a la vez guapo y con un gran gusto por los espectáculos y las mujerzuelas. Se le considera como estático ya que no sufre ningún cambio evolutivo en la novela.

Cito: “Una vez casado, vivió dos o tres años de la fortuna de su mujer, comiendo bien, levantándose tarde, fumando en grandes pipas de porcelana, no volviendo a casa por a noche hasta después del teatro y frecuentando los cafés.” (1857, pág. 13).

Madame Bovary: Madre de Charles Bovary. Es un personaje evolutivo ya que de un comienzo se presenta como una mujer tranquila y sumisa, que a pesar de los disturbios de su marido se mantenía con calma y lo amaba igual, pero a medida que pasó el tiempo terminó siendo una mujer decisiva y que fue capaz de tomar el control tanto de su casa como de su vida.

Cito: “Su mujer había estado loca por él; le amó con mil servilismos que le apartaron de ella misma más aún.” (1857, pág. 13)

Eloísa: Primera esposa de Charles. Aparece al inicio de la historia y se presenta como una mujer posesiva, no muy atractiva, débil y desconfiada. Su comportamiento no sufre ningún cambio a lo largo de la historia, por lo tanto es un personaje estático.

Cito: “Eloísa, después de muchos sollozos y besos, en una explosión de amor, le había hecho jurar, con la mano sobre el libro de misa, que no volvería más.” (1857, pág. 28).

Monsieur Rouault: Padre de Emma que posee cualidades muy similares a las de Charles. Uno de sus roles en la obra fue ser un apoyo para el matrimonio entre Charles y su hija. Es un hombre bondadoso, agradecido y de buen corazón. En la historia es un personaje estático.

Cito: “Adiós, queridos hijos. Un beso para ti, hija mia, y para ti también yerno, y para la pequeña en los dos carrillos.

Con muchas memorias, vuestro amante padre Teodoro Rouault” (1857, pág. 213)

Lheureux: Comerciante que vivía a unas pocas casas de la pareja. Es un personaje estático, y a medida que transcurre la historia se muestra lo inteligente pero malvado y deshonesto que es. Representa todas las características negativas que pueden existir en una persona.

Homais: Farmacéutico que poseía mucho conocimiento en temas de medicina, por lo que creaba medicamentos con los que pretendía llegar a ser famoso en un futuro. Es un personaje que aparece mucho en la obra pero a pesar de sus constantes apariciones, sus acciones no eran de gran importancia en la historia y se mantiene estático a lo largo de la novela. Es un hombre honrado, muy culto y preocupado por su familia.

Justino: