INFORME DE LECTURA: MADAME BOVARY
Enviado por Mikki • 28 de Diciembre de 2018 • 3.546 Palabras (15 Páginas) • 546 Visitas
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Una nueva vida en Yonville:
La vida en Yonville está rodeada de vecinos y conocidos que ni bien llegó el matrimonio los integró a su comunidad, en este pueblo está el farmacéutico, petulante e ignorante, se siente con derecho a opinar sobre todo. Es el típico burgués del pueblo. Homais es padre de tres hijos a los que quiere convertir en genios científicos. Los niños, en verdad, son sucios y maleducados. Este es un hombre sediento de poder y de fama, que en ciertas oportunidades será responsable de los errores de los Bovary como en el caso en que instó a Carlos a que hiciera una difícil operación en el pie de Hipólito que padecía patizambos. “Homais había leído recientemente el elogio de un nuevo método para curar a los patizambos y como era partidario del progreso, concibió esta idea patriótica de que Yonville, para ponerse a nivel, debía hacer operaciones de estrefopodia…Carlos, solicitado por el farmacéutico y por ella, se dejó convencer” [4]
También en el farmacéutico observamos otro rasgo del romanticismo “el nacionalismo” pues vemos su interés en que su pueblo progrese y sea reconocido. “Homais, boticario tiene una validez de tipo como tartufo o Don Juan: ese ilustrado provinciano del S. XIX, con el lema tan de su gusto, “hay que ir con un siglo”, limitado emprendedor, inconsolablemente desencantado, lleno de inmeditada admiración por todo cuanto su revista lo elogia como progreso, lleno de celo, para implantar en su nido provincial lo más moderno de la farmacia, la medicina y la agricultura, sin tener una idea de los más hondos destinos de la existencia, el hombre que sale vencedor de todas las tragedias de Bovary, como capacitado que recibe el premio de su hazaña…”[5]
Otros de los personajes de Yonville es el sacerdote, a quien en un momento de desesperación y necesidad de paz Emma lo buscó, sin embargo, este no supo ver la necesidad de la mujer y solo se dedicó a hablar de sí mismo. El mercader Lheureux, codicioso, antisemita y rapaz es quien se aprovecha de la ambición de Emma “Fue el señor Lherureux, el comerciante, quien se encargó del pedido; eso le dio ocasión de trata con Emma. Hablaba con ella de las nuevas mercancías de París, de mil curiosidades femeninas, se mostraba muy complaciente y nunca reclamaba dinero. Emma se entregaba a esa facilidad de satisfacer todos sus caprichos…”[6]
Rodeado de estas personas Emma conocerá a León Duptis pasante notario, con quien comparte ciertos gustos por la lectura y por el arte, ambos se enamoraran pero Madame Bovary acaba de tener a su hija y aún no está segura de sus sentimientos “Entonces, los apetitos de la carne, las codicias del dinero y las melancolías de la pasión, todo se confundía en un mismo sufrimiento”.[7] Él decide marcharse y ella queda sumida en la tristeza y la frustración, no encuentra la felicidad ni siquiera junto a su hija que a raíz de su falta de dedicación, está siendo criada lejos de ella por una nodriza.
Una mañana la casualidad trae a su casa a Rodolfo Boulanger de la Huchete, un hombre de 34 años con carácter impetuoso, de inteligencia perspicaz, que por haber tratado mucho con mujeres las conocía muy bien. Quien al ver a Emma ya supo que la quería y que la tendría y también que debería deshacerse de ella. “El desánimo, el desasosiego que poco a poco, convierten a Emma en una adultera, son consecuencia de su frustración matrimonial y esta frustración es principalmente erótica. El temperamento ardiente de Emma no tiene un compañero a su altura en el agente de sanidad y esas insuficientes noches de amor precipitan la caída. En cambio, a Carlos le ocurre lo contrario. Esa mujer bella y refinada lo contenta de tal modo a él que aspira tan poco en ese campo que paradójicamente, anula en el toda inquietud, toda ambición, lo tiene todo y para qué quiere más. Su felicidad sexual explica en buena parte su ceguera, su conformismo, su pertinaz mediocridad”.[8]
Emma vive junto a Rodolfo una aventura pasional que dura varios años, sin que su esposo jamás sospechara nada, sin embargo, ella ya no soporta seguir su vida en Yonville junto a Carlos, no le importa nada, le suplica a su amante que la lleve, que le permita vivir una aventura por países lejanos; Rodolfo no está dispuesto a semejante sacrificio por esta mujer, y mientras puede posponer el viaje lo hace, ella soñándose lejos de allí comienza su carrera de endeudamiento, con Lhereux el comerciante del pueblo, quien en principio le ofrece créditos y le permite firmar pagares, que serán los responsables de su triste fin. “Pero al día siguiente se presentó en su casa con una factura de doscientos setenta francos (…) Emma se vio muy apurada (…) Al principio consiguió liberarse de Lheureux; por fin éste perdió la paciencia: se vería obligado a retirarle toda la mercancía que la señora tenía...”[9]
El abandono de Rodolfo dejó a Emma al borde de la muerte, su esposo sacrificó dinero y horas de trabajo para poder cuidarla, también se vio endeudado a raíz de los medicamentos que necesitaba para la salud de su esposa. Lentamente ella comienza a recuperarse y se reintegra a la vida familiar, su suegra viene a tratar de ayudarla pero las dos mujeres no pueden convivir, Carlos tiene que elegir y elige a su esposa, su madre le quita el apoyo económico y su situación económica es cada vez más difícil.
Buscando la felicidad de su esposa, quien ya se encuentra bien de salud, Carlos sigue el consejo del farmacéutico, la lleva a una función de teatro, en el vecino pueblo Rouen, tal es la casualidad que allí se encuentran con León. Que no está dispuesto a volver a ser rechazado y convence a Carlos de que permita a Madame Bovary quedarse un día más, éste sin la más mínima desconfianza persuade a su esposa de quedarse. Allí, en Roen, León usará toda su herramientas para convencer a Emma de vivir un romance. “El despertar sexual de Emma ocurre en un colegio de monjas, al pie de los altares, entre los inciensos de las ceremonias, y su primera cita con León, que inflama a la pareja y precede la gran escena erótica del fiacre se lleva a cabo, a sugerencia de Emma en la catedral de Roen” [10]
El clímax erótico de la novela se produce en aquel recorrido por las calles Rouen en el que Emma se entrega a León por primera vez. A partir de allí su romance comenzará y esta vez ella será más osada, ahora ella es quien maneja la relación tomando una postura dominante, pues se vuelve más audaz e imprudente, incluso es ella misma la que viaja para encontrarse con su amante, ayuda a León a pagar, los gastos del hotel donde se aman, ya que él es muy tacaño. De esta manera Madame se endeuda cada vez más para sostener
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