Opinion sobre el "Elogio de los Jueces"

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Como abogados y como lo expresa en su libro Piero clamandrei, tenemos tanto que aprender, pues para enfrentarnos a esas honorables figuras que son los jueces, debemos saber hacerlo, ya que nuestro trabajo que fue para lo que nacimos, como lo escribe Piero Calamandrei “ el abogado nace no se hace”, al tomar en nuestras manos una causa, ya es parte de nosotros, es nuestra si el cliente tienen la razón o no, yo la defenderé con todas mis fuerzas, para lo cual no se necesita que un juez sea compasivo hacia mi o sea amable, o se muestre sonriente y dulce hacia mi persona, nada es fácil cuando uno tiene que enfrentarse a las personas y menos de esa jerarquía , no es sencillo, pero al estar frente a ese juez serio, implacable, yo defenderé mi causa con todos mis argumentos y fundamentos que estén dentro de la ley, porque lo voy a convencer, porque haré que mi argumentación lo tenga atento a mí, seré breve y concisa para debatir y exponer, un abogado por más joven que sea debe tener madera, defender los intereses de su representado, ante esa autoridad que es el juez.

Y en ocasiones, tengo muy claro que no será suficiente pues, la decisión de ese gran ministro no será la que esperemos, aun así esto servirá de experiencia adicional para nuestro acervo y lo seguiremos haciendo una y otra vez porque nuestra profesión y el haber nacido para abogados nos apasionan.

Y más que ver al juez como un impenetrable ser o un enemigo al que se tiene que combatir para obtener su benevolencia y así dar una satisfacción a nuestro ser y a nuestro cliente, debe ser considerado un aliado que va por el mismo camino de la justicia que es la que el abogado busca conquistar, tanto juez como abogado deben entenderse y comprenderse ya que cada uno de ellos realiza su parte dentro del juicio con gran responsabilidad, desvelo, fatiga, presión y cansancio, para obtener como Piero Clamandrei lo escribe, un galardón de la victoria para el abogado y de justicia bien aplicada por el Juez, el cual podrá descansar por haber dictado una sentencia justa como bálsamo para todas las heridas , a lo que es de total acuerdo mi opinión que el escritor diga que “ por esa meta en común , pueden tanto abogado como juez, fraternalme, darse la mano” y ser un apoyo mutuo en éste gran y arduo camino de la abogacía.