Para hablar de “El Perseguidor” primero se debe conocer a su escritor
Enviado por Eric • 15 de Febrero de 2018 • 813 Palabras (4 Páginas) • 486 Visitas
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Bien lo dice el mismo Cortázar en la voz de Johnny "[...] Si encontráramos la manera podríamos vivir mil veces más de lo que estamos viviendo por culpa de los relojes, de esa manía de minutos y de pasado mañana...", el personaje se veía agotado y acosado por el tiempo y el correr de los minutos, pero lo que más le preocupada era no poder tocar pasado mañana.
Johnny víctima de las drogas y del alcohol ya no espera nada más de la vida, y se deja llevar por los excesos de la vida, y simplemente está cansado de perseguir algo que ni siquiera sabe exactamente que es.
En el relato aparecen varios personajes queriendo ayudar, al parecer, a Johnny en su estado mental y existencia, pero muchos de estos personajes solo lo hacen por conveniencia propia y por su propio bienestar, es el claro ejemplo de los músicos, los cuales ayudan a Johnny en su “enfermedad” para seguir tocando y aprovechar la fama del jazzista, pero ya están cansados de su actitud y de la locura que lo acompaña.
Otro caso muy particular sobre esa ayuda mentirosa por parte de las personas que rodean al protagonista, es el de Bruno, el narrador principal de la historia, el cual busca beneficios económicos mediante la publicación de la biografía errónea (según el mismo Johnny) del jazzista, pero este personaje a pesar del apoyo interesado que le brinda, al final va a convertirse en la única persona que ve la verdadera esencia de Johnny, y comprende la situación actual del músico.
Como dice Robin William Fiddian en su ensayo, “Johnny Carter aparece descrito en términos contradictorios como "un ángel entre los hombres" y "un pobre diablo"2. Un ángel por su inminente reconocimiento en el mundo del jazz, y un pobre diablo por el estado en el que se encuentra, envuelto entre las drogas y el alcohol, sumido en la locura por no alcanzar lo que toda la vida estuvo buscando, y sintiéndose acompañado por muchas personas sin llegarse a imaginar que ellos estaban allí por interés propio, fingidamente.
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