¿Qué importancia le representa a usted, como mando policial incluir los aspectos sobre la planeación del servicio policial?

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depende que el personal cumpla con sus actividades pero que al mismo tiempo tenga la posibilidad de descansar de forma proporcional y equitativa entre los servicios ordinarios y extraordinarios, es allí donde la labor de un comandante debe verse reflejada.

¿Cuándo sale al servicio, tiene en cuenta la aplicación de estos procedimientos, o está sumido en la costumbre que los pasa por alto?

Frente al segundo cuestionamiento del foro, quiero colocar en consideración del señor Docente y mis compañeros foristas un tema que debe ser interiorizado por los mandos ya seamos del Nivel Ejecutivo, Suboficiales u Oficiales sobre la responsabilidad que nos asiste de cumplir con la decisión que tomamos de direccionar los destinos de nuestra institución, toda vez que en diferentes escenarios nos han insistido hasta la saciedad en que el personal en el servicio debe emplear un sano criterio profesional para la toma de decisiones acertadas, compuesto por tres elementos: Principios y valores, conocimiento y experiencia; en lo que respecta al primer aspecto los principios son éticos y la preceptora en el hogar es la madre, los valores son morales y el preceptor en la familia es el padre; el segundo ítem que se relaciona con el conocimiento se refleja con el estudio y el tercer punto tiene que ver con experiencia que nos da la vida, pese a ello, constantemente se reciben quejas e informes que semanalmente se analizan en el CRAET “Comité de Recepción, Atención, Evaluación y Trámite de Quejas e Informes en la Policía Nacional”, desde el cual se evalúan y tramitan para acciones disciplinarias, penales, administrativas, fiscales, civiles y de respuesta a los peticionarios y organismos de control, denotándose debilidad en aspectos esenciales en el cumplimiento de las funciones del cargo de los señores comandantes y jefes inmediatos en las unidades y del personal previsto de mando que tienen asignado.

Así las cosas, se observan patrullas compuestas por personal de escasa experiencia que actúan desligados del mando responsable, realizando procedimientos sensibles, inclusive en lugares de difícil apoyo, donde pueden resultar vulnerados o interviniendo imprudentemente, agravando situaciones al hacer uso desmesurado de la fuerza de las armas de fuego como primera medida o manteniendo personas privadas de la libertad en los vehículos o en las instalaciones, lo que hace evidente una irregular planeación y ejecución del servicio.

La simple lógica y la razón, sumado a antecedentes históricos que han dejado lecciones aprendidas por el grave detrimento causado a la vida e integridad de nuestros hombres, a la comunidad y a la confiabilidad del ciudadano en su policía, imponen la ineludible necesidad de efectuar una formación previa antes de cada servicio a efectos de difundir el plan a desarrollar, impartir y reiterar consignas e instrucciones, verificar las condiciones físico anímicas , la actitud, la presentación y porte adecuado del uniforme , la disposición del personal y ejercer control de los elementos reglamentados para el servicio, verificando se asignen y porten apropiadamente, así como al finalizar el servicio, donde se deben repetir idénticos controles y verificaciones, constatándose la devolución física de los elementos del servicio, además de recibir, documentar y reportar los resultados de la actividad.

Ahora bien, la Policía se esmera en seleccionar los mejores ciudadanos y en prepararlos y comprometerlos para que sean excelentes uniformados y sin embargo, ciudadanos y organismos de control coinciden en quejarse de maltrato de algunos uniformados atribuible a la falta de criterio.

Esta percepción negativa solo es superable en la medida que los mandos entiendan y hagan entender a sus hombres y mujeres bajo su mando, que el direccionamiento y ejecución del servicio debe responder al ciclo del mejoramiento continuo ( Planear – Hacer - Verificar y Ajustar), como una responsabilidad de todos quienes al momento de tomar posesión del cargo voluntariamente, juramos y sostenemos defender la Constitución, la Ley y los Reglamentos y cumplir fielmente con los deberes que la naturaleza y el cargo nos impone.

En ese entendido, el ciudadano como el policía está hecho de razones y emociones de modo que quiere a la policía o la odia según sea nuestras actuaciones.

Consecuente con lo anterior, le hago un llamado a los mandos del deber funcional que les asiste de planear todo servicio y ejercer los respectivos controles y verificaciones, en el esquema antes, durante y después bajo criterios de proporcionalidad, en un ambiente de trato correcto al personal bajo su mando, al ciudadano, a las autoridades de todo orden, organismos de control, entre otros, en estricto respeto y consideración a su funcionalidad y a su dignidad humana, asignando siempre, al menos un Comandante para que esté presente respondiendo por el direccionamiento del servicio., acorde con los lineamientos fijados por el Manual del Servicio de Policía, el Reglamento de Supervisión y Control de Servicios para la Policía Nacional, Manual de Patrullaje Urbana, entre otros, sin olvidar que la evaluación del personal policial se realiza no solo sobre su desempeño profesional sino también lo que tiene que ver con su comportamiento personal.

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