Reseña: Desapegarse sin Anestesia – Walter Riso

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Considero indispensable que el aprender a dejar y soltar las cosas, a desapegarnos de las personas tóxicas que nos rodean la mayoría del tiempo, o tal no sean tóxicas, pero nosotros con nuestras dependencias solemos transformarlas en tóxicas para nosotros.

Otro lado contrario es ser un “estreñido emocional”, es ese ser ermitaño que no se relaciona con nadie por miedo a depender o apegarse, pero para mí, eso puede llegar a ser otra forma de depender de algo, es depender de la protección que te suele dar la soledad.

Creo en un punto medio, en un equilibrio sano, el saber estar sólo cuándo lo necesitas o quieras y disfrutar de ello, a la vez que estar con alguien sin necesitarlo, pero si el saber porque lo eliges. Una sana autoestima no es egoísmo, ni egolatría, ni narcicismo.

Cuánto más autoestima tiene una persona, más humilde es.

Al igual sucede con los amigos, con la familia, con la constante necesidad de no sentirse sólo, de estar conectado constantemente a las redes sociales, de estar pegado todo el tiempo en el teléfono celular, hay miles de formas de apegos y todos ellos negativos para nosotros por la ansiedad que esta nos crea.

Hay personas que se enraízan en un buque sin salida en la que muchos creen no estar apegados, pero en cambio no dejan de hacer estas cosas para ver la reacción del otro. Un ejemplo es alguien que rompe con su pareja, y que constantemente sube fotos de su nueva vida, de lo bien que le va, de las cosas nuevas que le están sucediendo todo para que esa persona sienta que no debió de haberla dejado y ella misma crea que le está yendo de maravilla.

Pero realmente en su fuero interno no está disfrutando de nada que está haciendo, únicamente lo está haciendo para poder subir esas fotos, para que su expareja vea como disfruta, posiblemente para provocar una reacción en la otra persona.

Primero esto es dependencia total y absoluta. En segundo se torna en un comportamiento no saludable y adictivo.

Recomiendo la lectura de “desapegarse sin anestesia”, porque esta nos ayudara a ver las cosas desde otra perspectiva y a ayudarnos a nosotros mismos para desapegarnos de todas las cosas malas que nos rodean, ya que todos tenemos algo de lo que “desapegarnos”.

Me gusta: la vuelta que se le da al concepto de la dependencia emocional y los apegos, las diferentes lecciones y ejemplos, así como comprender que los apegos pueden ser en cualquier ámbito y a cualquier cosa/persona.

No me gusta: la estructura del libro, si eres una persona que no realiza muchas lecturas, una buena lectura para esas personas es la de Manual para no morir de Amor, también escrita por Walter.

Lo mejor: la visceralidad y forma directa de escribir, sin rodeos, directo al dolor. Los apartados de epílogo (con las grandes lecciones) y el apéndice (con los diferentes grandes tipos de apegos) son increíbles.

– Citas o párrafos favoritos del libro:

No hay amor si hay apego, sólo necesidad del otro.

Si logro estar sin ti, habrás perdido todo poder sobre mí, y en consecuencia seré libre.

La dependencia, con o sin droga, es una patología de la libertad: estar poseído por tus posesiones, estar aferrad a tus deseos insaciables.

Tú eliges tus propios amos y eres víctima de tu propio invento.

Huye de los que compran lo que no necesitan con el dinero que no tienen para agradar a la gente que no vale la pena. – Facundo Cabral.

La gente más saludable y contenta es la que se deja llevar mucho más por sus preferencias que por sus carencias/necesidades.

La vida es la constante sorpresa de saber