Reseña: EL MANUAL DEL CIUDADANO CONTEMPORANEO
Enviado por tomas • 26 de Octubre de 2018 • 5.159 Palabras (21 Páginas) • 1.562 Visitas
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Coincido con la autora en la importancia de la autoridad, pues por el simple hecho de que ninguna sociedad puede funcionar sin ella.
Y llegamos a EL ESTADO en donde la autora considera que surge con el objeto de garantizar la estabilidad el poder requiere una estructura estable, leyes, instituciones para controlar a los gobernados, gestándose como una manera de proteger al débil, pues de lo contrario el fuerte siempre lo dominaría a su antojo, sin embargo Rousseau decía, “el más fuerte jamás es lo suficientemente fuerte para ser siempre el amo, si no transforma esa fuerza en derecho y la obediencia en deber.
Me llama la atención que la autora hace una analogía de la roma en sus últimos días como república y la situación actual de México, encontramos en ambos neurosis y psicosis, escenas de linchamiento, facilidad para reclutar matones y golpeadores, (gladiadores en roma) y hoy día tenemos guarda espaldas profesionales, para la protección de los ricos y poderosos.
Roma se parece a México pues existe na crisis de valores cívicos y religiosos, de angustias individuales y colectivas, corrupción lo más preocupante es el abandono de los valores cívicos por parte del ejército, es la imagen de la república romana muriendo, hoy repetida en la democracia Nacional.
Y es así como llegamos a la cereza del pastel del libro, y desde mi punto de vista el capítulo mas inquietante y desestabilizante, pues es justo en este capítulo en donde la autora destruye por completo mi idea de la democracia como forma de gobierno ideal y surge dentro de mi una revolución de pensamiento.
Es una realidad actual que en voces de los actores políticos La nación y la república suenan arcaicos, la democracia es actual, la nación es un mito, la república es una historia, la democracia es la república sin sus inconvenientes ni sus obligaciones, como puntualmente lo señala la autora, el otoño de la república podría morir en el invierno de la democracia.
Dentro de este capítulo la autora nos muestra un proceso de evolución del concepto de la República partiendo de los griegos quienes sostenían que la República era LA COSA PÙBLICA, posteriormente Rousseau llamó a la república a todo estado regido por las leyes nacidas de la voluntad del pueblo soberano, no importa que el gobierno sea una monarquía o un consejo, nos habla de repúblicas formales y materiales.
Sin embargo es hasta Francia en donde la república se vuelve una realidad política, significando en primer lugar la abolición de un poder monárquico y personal, transformándose en una construcción colectiva.
Contrario a lo que se pudiera pensar la noción de una democracia directa no figura en la república, la soberanía del pueblo la detenta la asamblea, y después de una lectura desestabilizadora y destructora de paradigmas considero que no debe haber una soberanía directa, pues poco puede saber la masa de gobernar y dirigir a un país.
Comparto que la República va a la par del triunfo de la razón sobre el imperio de los prejuicio u oscurantismos religiosos, la superstición y las creencias, por lo tanto la República es necesariamente laica.
Sacuden poderosamente mis prejuicios lo señalado por Aristóteles quien puntualiza que la democracia es una desviación, una degeneración de la república como la tiranía en la monarquía y la oligarquía en la aristocracia. Para el filósofo griego la republica moderada es un gobierno que favorecería a algunos. Origina en mi pensar político una revuelta pues hemos sido condicionados a creer que la Democracia es la solución a los males del pueblo y que Democracia pueden utilizarse indistintamente las palabras República y Democracia.
Y es cuando la autora toca el tema de los Estados Unidos cuando terminan de caer las últimas barreras del pensamiento arraigado que tenía el suscrito pues en mi ignorancia consideraba que la Unión Americana en realidad era el ejemplo ideal de la Democracia, sin embargo a la Luz del conocimiento recién adquirido me doy cuenta de que esto es absolutamente falso y es evidente pues en las elecciones pasadas, no ganó la mayoría, por el contrario ganó un proyecto de nación.
Es evidente que la nación americana con el objeto de establecer una República duradera, entendío que la pluralidad de los intereses no debía bajo ninguna circunstancia impedir la unidad ni el proyecto común.
Puntualiza la autora que en los Estados Unidos se pone especial atención a la población poco ilustrada por lo que aùn y cuando la soberanía encarna del pueblo, la república puede autorizar suspender la elección, cuando la democracia deja de ser conforme a la razón, esta es una concepción restrictiva.
La república pone en primer lugar los derechos colectivos, respecto de los derechos individuales, por lo que la autora infiere que los derechos de participación, sean políticos, de asociación, seguridad y libre expresión, son Republicanos y los derechos individuales no son derechos republicanos pues algunos derechos de las minorías fragmentan el espacio público, la filosofía republicana se encuentra mas del lado de los deberes, y supone una limitación del uso de los derechos del hombre al bien común.
Es en la República donde se concibe la educación como pilar fundamental de la educación, restringiendo de la enseñanza obligatoria aquellas cuestiones que puedan significar desacuerdos entre los hombres, es a través de la escuela, donde el deseo de igualdad pasa de la república a la democracia, la escuela tiene fe en la razón, en la instrucción que crea cultura que permite a las sociedades florecer.
Ambas formas de gobierno tienen peligros, en el nombre de la república, un régimen se puede volver dictatorial mientas que una democracia puede transformarse en una tiranía de masa y en el reino de la demagogia.
A mi parecer la autora hace una clara distinción respecto a la democracia y la república, estableciendo que en ésta última lo mas importante es el bien común, por encima de los derechos individuales y si estos deben de restringirse se hará por el bien superior de la nación.
Concluye la autora su primera parte del libro con EL CIVISMO y su importancia para el desarrollo de un estado, señalando que es una virtud que da nacimiento a todas las demás virtudes particulares y manifiesta una preferencia continua por el interés público, para que una sociedad funcione, los individuos deben admitir que existe un campo público ajeno a las relaciones religiosas y familiares por lo que es necesario respetar las reglas de su funcionamiento, siendo el civismo una manifestación de la voluntad
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