Tercer momento. El texto como práctica significante, como estructuración, como volumen de huellas en trance de desplazamiento
Enviado por Sara • 5 de Junio de 2018 • 1.175 Palabras (5 Páginas) • 543 Visitas
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b. Segunda línea. El placer, el significante, la moral y la lectura de textos literarios
La intertextualidad
No hay autores que influyan unos en otros -señala Barthes-, sino escrituras que atraviesan otras escrituras. Pero la noción de intertextualidad de dialogismos dentro de los textos, se instalará contundentemente en la nueva concepción. La noción de intersubjetividad entre el lector y el texto es sustituida, ahora, por la de intencionalidad. La intertextualidad abre al texto a la irrupción de múltiples voces: el texto no es plano; es profundo, voluminoso. El texto es el centro, no el autor. Barthes, dedica a sus alumnos, asistentes al Seminario de la École des Hauges Etudes en 1968 y 1969, en el que había enseñado que no es posible sostener, que mediante la explicación de textos haya que encontrar el significado central que el autor buscó (y que ni siquiera es cierto que lo tenga): que esa no es la tarea del crítico. El sentido de un texto no puede ser más que la pluralidad de subsistemas. El lector se gula por los signos que el autor usa, pero no está acotado por ellos. El lector puede extraer del texto el sentido que los signos evoquen su mente, y este sentido puede cambiar en sucesivas lecturas tilo cambia entre diferentes lectores. Con la muerte del autor, aparece entonces, paradójicamente, el nacimiento del lector y la declaración de su derecho a la libertad.
El texto y el lector
La crisis de la teoría literaria de los sistemas tradicionales y, además, la de los llamados sistemas totalizantes omnicomprensivos (como lo fueron el estructuralismo ortodoxo y el marxismo) posibilitaron la apertura hacia nuevos rumbos, relativistas y contextualistas. Barthes es el protagonista central de esa apertura. También en Italia se habían encaminado los estudios semiológicos hacia una dirección que pone en el centro al lector.
Pero en Barthes los axiomas que se refutan son atrevidos y abarcan aspectos peligrosos si se los interpreta desde la práctica de buscar comprendernos unos a otros. El mismo Umberto Eco señaló que uno de los abusos del decontructivismo (con la idea de que los textos soportan lecturas al infinito, más allá de lo que del autor intencionalmente buscó transmitir) es sostener que la lectura de los textos es posible en todos los contextos de lectura, que su efecto sería la falta de comprensión entre los actores de intercambio comunicativo. De Diego reconstruye, a través de una síntesis interpreta de la obra de Buches, los axiomas que postula contra las id tradicionales del lector y la lectura.
No es cierto que:
1. Leer correctamente un texto sea respetar el sentido dio el autor (lo que el autor quiso decir);
2. Leer correctamente sea respetar el sentido del texto;
3. Para leer correctamente haya que concentrarse en el texto: no distraerse;
4. Leer correctamente es respetar palabra por palabra den del texto;
5. Leer sea una práctica fundamental para acrecentar lores del espíritu.
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