Áncash y su principal problema : La falta de valores

Áncash y su principal problema: La falta de valores

Integrantes:

1. INTRODUCCIÓN

Los peruanos se han caracterizado por su resiliencia, su constancia y por su capacidad de emprender algún proyecto o negocio. A pesar de las dificultades que atraviesa el país tanto en el aspecto económico, social y político siempre buscan la forma de sobresalir victoriosos. Y esto no es mera subjetividad, dado que solo basta con hechar un vistazo a un informe realizado en el 2018 por Global Entrepreneurship Monitor y la universidad ESAN para darse cuenta que el Perú ocupa el primer lugar en cuanto al índice de espíritu emprendedor en Latinoamérica.

Sin duda, esta cualidad se ha visto evidenciada en la gran cantidad de personas que durante la pandemia han emprendido un negocio pese a las circunstancias en la que se encuentran. En el caso de Áncash, esto se ha visto reflejado en el aumento de la venta de comida a domicilio, así como también de mascarillas con un diseño extravagante que van desde figuras de Mickey Mouse o Winnie Pooh hasta de equipos como Alianza Lima o Universitario de Deportes.

No obstante, no todo es color de rosa puesto que también se ve reflejado otras características y rasgos en los ancashinos que opacan y dejan en segundo plano a las mencionadas anteriormente. Atributos como el conformismo, la pereza, viveza, mediocridad, la falta de honestidad y otros valores que evidentemente hacen que su desarrollo sea más lento e incluso mucho menor que antes. Por tanto, esto ocasiona que Áncash se aleje cada vez más del sueño de convertirse en una región ideal, que sirva de modelo para otras regiones del país.

Estos atributos negativos se han convertido en limitantes para los ancashinos. La falta de valores que cada día son más notorios impide que la sociedad mejore sus condiciones de vida. Si estos defectos no logran cambiarse o mejorarse, se convertirá en un bucle que, más temprano que tarde, provocará que la situación en los ámbitos económicos, sociales y políticos empeore cada vez más y más.

Desde esta perspectiva, este ensayo abordará sobre los valores negativos que refleja Áncash y el poco compromiso de sus autoridades que se convierten en un impedimento para lograr el desarrollo óptimo de la región. Asimismo, se planteará una propuesta de solución a partir de las teorías de la comunicación para el desarrollo con la finalidad de mitigar este problema presentado y qué estrategias se implementarán para llegar a la población de manera eficaz.

1.      DESARROLLO

Identidad cultural en Áncash

Para empezar, ¿qué se sabe de la identidad cultural?, pues se sabe que la identidad es el conjunto de valores, costumbres y modos de vida de una sociedad como tal. Sin embargo, la pregunta es, ¿qué tan identificados están los ancashinos con su cultura? Pues, ello sigue generando controversia porque desde hace muchos años atrás que la cultura es un tema que ha dejado de importar en la región debido a la gran polémica ocasionada por los diferentes gobiernos, que no han hecho más que generar desconfianza en la población y un retraso muy severo en el desarrollo.

Desde la perspectiva de Amartya Sen, la cultura es sumamente importante en el desarrollo de una sociedad porque tiene una “influencia penetrante en la vida humana y, además, esta podría modificar o alterar las políticas de desarrollo que supuestamente hasta ahora parecen ser las correctas”, (Sen, 2014). Por tanto, que la sociedad se sienta comprometida e identificada con su cultura es indispensable para lograr grandes cambios.

Los antivalores en Áncash

En Áncash se ha perdido los buenos valores que son aquellos principios o cualidades por los que se rige una persona o grupo de personas. Para Mariano Grondona (1999), “el valor es el elemento del vasto campo de la cultura que cumple un rol decisivo en el papel del desarrollo”, y tiene toda la razón, dado que es demasiado importante que una sociedad practique el respeto, honestidad, empatía y muchos otros que existen no solo para convivir en paz, sino también para poder trabajar en conjunto y lograr un avance en la región, gracias a esa confianza que se debería tener en el prójimo.

No obstante, también existen los antivalores, y tal como lo indica su nombre, se oponen totalmente a los mencionados en el párrafo anterior, y su práctica es perjudicial no solo para quien los lleva a cabo, sino también para aquellas personas que forman parte de su entorno, puesto que se convertirá en alguien molesto, fastidioso e imposible de fiar, lo que en consecuencia provocará distanciamientos o conflictos entre ellos, tal como lo indica Amartya Sen (2004), “el éxito de la vida social depende en gran medida de lo que la persona, la gente, hace espontáneamente por los demás. Esto puede influir de manera profunda en el funcionamiento de la sociedad y hasta en la preocupación por sus miembros menos afortunados, así como en la preservación y el cuidado de los bienes comunes”.

Uno de los antivalores que se ve reflejado en todas partes es la deshonestidad, y no es exageración decir ello, dado que los ancashinos han podido apreciar en sus autoridades y funcionarios que eligieron previamente cómo mentían a diestra y siniestra. Un claro ejemplo es el caso del exgobernador regional César Álvarez, una persona que robó grandes cantidades de dinero e hizo lo posible por quedarse más tiempo en el poder e incluso fue líder de una organización criminal que cometió múltiples delitos entre ellos: la muerte de Ezequiel Nolasco con el fin de encubrir asesinatos y actos de corrupción concernidos al manejo y direccionamiento de las obras públicas, motivo por el cual fue sentenciado a 35 años de prisión, a inicios de este año.

El egoísmo, otro antivalor que durante esta crisis sanitaria se ha hecho notar más que nunca en la falta de empatía y responsabilidad de algunas personas en no hacer uso de los protocolos de sanidad, ya sea por incomodidad, por creerlas innecesarias o porque simplemente querían gozar de un rato de fiesta o momento de diversión sin ella y de esta manera, se exponían a no solo contraer el virus, sino también a contagiar a las personas de su entorno, incluido al más cercano como lo son sus familiares y amigos. En consecuencia, esta actitud ha llevado a Ancash a estar entre las regiones con nivel de riesgo sanitario extremo superando las 2500 muertes por covid-19, según el último reporte de la Diresa.