48 LEYES DEL PODER.

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La séptima ley “Logre que otros trabajen por usted, pero no deje nunca de llevarse los laureles” esta ley en particular es de mis favoritas porque me tocó ser víctima de ella, a unas semanas de estar trabajando en un negocio familiar el padre me solicitó hacer una proyección para un negocio que quería hacer y que se la presentará dándole una nueva visión a la empresa, su hijo me comenzó a llamar y a pedir adelantos de la presentación. Una vez que llegamos a la junta el hijo se acercó y me preguntó si traía las proyecciones, a lo cual conteste que sí y en ese momento el comenzó hacer el planteamiento de como este nuevo negocio iba ayudar al crecimiento exponencial de la empresa y cómo este cambiaría el rumbo de la compañía para poder hacer una incursión en el área internacional. Lo más curioso es que hizo toda la presentación con mis diapositivas y proyección… al final el hijo le dijo al padre (creo que nunca olvidaré esas palabras) “papá espero te guste mi nueva propuesta es el nuevo rumbo que quiero para la empresa”.

La verdad es que la mayoría de las leyes las he comenzado aplicar o se han aplicado en mí y esto me permitió darme cuenta de algo que es muy importante y es que cuando llegas a un punto donde no estas conforme con lo que la sociedad o los parámetros de esta donde vives dicta que debes de realizar lo principal eres tú y aquellos que dan una imagen directa de ti, al final el poder lo veo relacionado con la imagen porque podrás tener todo el poder del mundo, pero si tu imagen no transmite eso, no importará que lo tengas porque nadie se dará cuenta.

En el mundo que nos tocó vivir a mi generación creo que es más difícil poder vivir en un mundo desconectado o sin saber de la vida de los demás y esto permite que siempre tengas una parte por la que puedes ser atacado y el poder se convierte en un báculo que está en constante movimiento, una vara que va de mano en mano en segundos porque en el momento en que quieres comenzar a brillar hay alguien que sin tener un motivo concreto te atacará y verá la forma en que dejes de estar con el “poder” que como lo entendí de esta lectura y vivencias no es más que lo que tu decidas hacer por dar lo mejor de ti.

Entendí gracias a esta lectura el dar lo mejor de ti, y preocuparte por ti y tu gente no en sí por los demás en los negocios estar pensando “pobrecito me vi mala onda” sino distinguir que la vida en el trabajo y fuera de él se vuelven cosas totalmente diferentes y cuando llegas y checas tu hora de entrada debes de hacer todo, debes de dar el 110% en cada cosa que se te designe o cada cosa que surja.

Al final el poder no es algo que lo tendrás haciendo el menor esfuerzo, seguramente la gente que tiene el poder, no es aquella que se levanta y hace una rutina de su vida, sino aquella que hace una nueva aventura cada día.