EL GRAN PASADO Y FUTURO DEL TLCAN

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más grande de inversión extranjera directa. A pesar del alto precio que alcanzaron los hidrocarburos en el mercado internacional, la participación de las exportaciones petroleras descendió del 25 al 15% de las exportaciones totales de todo el país.

El incremento de la importación ha sido más intenso que el de la exportación, conduciendo al resultado final de los déficits comerciales de la economía mexicana en el mercado mundial; el déficit comercial acumulado de México con el exterior fue de 75 200 millones de dólares.

Si bien, el TLCAn intensificó la inserción de México a los flujos de comercio mundial este comportamiento se ha observado más por el lado de la propensión a importar que por el de la capacidad a exportar. Para México, el TLCAN ha sido un factor de motivación comercial, pero no para fomentar la integración de la estructura de producción nacional.

El ingreso de IED se ha traducido antes que la modernización de la producción y de las relaciones comerciales foráneas en un mecanismo de financiamiento y de poca estabilidad durante su estancia.

Este tratado no trasciende el umbral de la libertad de comercio e inversión y que, solo hace una débil referencia a los migrantes con el único compromiso de “proporcionar a los trabajadores migratorios en territorio de cualquiera de las partes misma protección legal que a sus naciones, respecto de las condiciones de trabajo”.

El objetivo final del TLCAN sería arribar de formas de cooperación que, por supuesto, también trascienden los aspectos económicos y comerciales. Los éxitos iniciales observados, su naturaleza hace visible un adelgazamiento apresurado en el cuerpo de beneficios que, como actualidad y como tenencia, México percibe y probablemente continuará percibiendo sobre la operación de este instrumento.

El agotamiento de los beneficios del TLCAN, al menos para México, comienza a hacerse visible a partir del 2000. La emergencia vigorosa de la economía china en el comercio mundial y la anémica recuperación del producto en México que se ha logrado con base en el incremento de la productividad más que en el incremento del consumo de ese país. Lo que ha fallado no es el TLCAN, sino toda una política económica que pretendió el crecimiento por la vía de la exportación

Conclusiones

Las variables explicativas del bajo crecimiento económico mexicano, a partir de: a) reducción del gasto público; b) la carencia de política industrial; c) un tipo de cambio real apreciado y d) la no disponibilidad de una verdadera intervención financiera.

La apertura y las diversas desregulaciones del sistema económico mexicano, han dejado de representar un papel significativo en el crecimiento material, corresponde al desarrollo de los capitales social, humano, físico e institucional la construcción de la viabilidad del crecimiento propio sistema económico y de la prosperidad de la sociedad mexicana en su conjunto. Exige una política económica expansionista que, se haga cargo de las insuficiencias, distorsiones y riesgos que acompañan al abandono acrítico del libre comercio y sus supuestas e indemostrables bondades.

Lo que aparece como realmente valioso es la reflexión de la operación del TLCAN ha garantizado que no habrá cambios fundamentales en la orientación política