La economía de movimientos ahorra dinero, energía y tiempo
Enviado por karlo • 3 de Septiembre de 2018 • 1.729 Palabras (7 Páginas) • 330 Visitas
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El lugar apropiado de una cosa también es su lugar más práctico. Sería mejor no guardar las cosas que se usan a menudo en el fondo de una gaveta o en la parte trasera de una alacena, sino en un lugar de fácil acceso. ¿De qué le sirven las herramientas si están escondidas debajo de unas cajas en el ático?
Haga el mejor uso del tiempo
La expresión “el tiempo es oro” comunica la idea de que el tiempo es valioso. Esto siempre ha sido cierto. El apóstol Pablo dijo a los cristianos del primer siglo que no deberían estar desperdiciando el tiempo en cosas no productivas, sino que deberían estar “comprándose todo el tiempo oportuno” para hacer obras excelentes.—Efe. 5:16.
Por ejemplo, no desperdicie tiempo estudiando cuando está tan cansado que no puede concentrarse. Escoja un momento en que pueda sacar el máximo provecho del tiempo, cuando pueda estudiar sin interrupciones ni distracciones.
Otra manera de sacar el máximo provecho de su tiempo es hacer arreglos para efectuar una tarea de una sola vez, más bien que hacerla a plazos. En vez de emplear varias tardes en empapelar la sala de su casa, ¿por qué no hace el trabajo durante un fin de semana, cuando puede trabajar uno o dos días sin interrupción? Piense en el tiempo y esfuerzo que ahorrará al no tener que repetir cada tarde el mismo procedimiento de cambiarse y ponerse ropa de trabajo, preparar el equipo y los materiales, y después limpiar el lugar y lavarse.
Aprenda a hacer varias cosas a la vez
Un ama de casa eficiente puede hacer varias cosas a la vez. Por ejemplo, mientras espera que un bizcocho termine de hornearse o la carne termine de freírse, ella va preparando la ensalada, o quizás hasta planchando o haciendo la limpieza del hogar.
Aprenda de ella. Trate de combinar actividades menos productivas con otras productivas. Por ejemplo, convierta en actividad la inactividad de una espera (en la oficina del médico o en algún otro lugar), por medio de leer literatura constructiva. Esto le ahorrará el tiempo de leerla después. Combine la actividad pasiva de viajar, especialmente en autobús, tren o avión, con la lectura.
Cuando el leer o efectuar alguna otra actividad no resulta práctico, entonces use el tiempo en meditar. Haga mentalmente una lista de las tareas que tiene que hacer y determine la mejor manera de empezar a efectuarlas. Tenga una libreta de notas a la mano para anotar cualquier idea. Muchos testigos de Jehová, mientras están ocupados en alguna actividad, escuchan grabaciones en cassette de libros de la Biblia que se han provisto precisamente para escucharlas en tales momentos.
Por supuesto, el hacer dos cosas a la vez no siempre es conveniente, o aconsejable. Sea especialmente cuidadoso al estar trabajando con máquinas. En la mayoría de los casos las actividades de esta naturaleza merecen atención indivisa o exclusiva. El tratar de leer un mapa de carreteras mientras uno conduce el auto pudiera ahorrarle tiempo, pero podría costarle algo mucho más valioso... ¡la vida de uno o la de otra persona!
Lo necesario de ser equilibrado
Puesto que la economía de movimientos puede ahorrarle dinero, energía y tiempo, pregúntese: “¿Puedo eliminar trabajos y movimientos innecesarios?” No tema cambiar la manera en que usted hace las cosas. Por supuesto, si trabaja bajo la supervisión de otra persona, sería sabio considerar con ésta cualquier cambio importante en sus hábitos de trabajo, para asegurarse de que el cambio sea verdaderamente práctico. Pudiera ser que la experiencia haya mostrado lo contrario.
Sobre todo, sea equilibrado en este asunto de la economía de movimientos. No se convierta en un perfeccionista, que se irrita cada vez que se desperdicia tiempo o energía, sea verdadera o imaginariamente. Esto puede perjudicarle la salud, y ciertamente roba gozo a usted y a los que le rodean. No hay razón para permitir que el gozo de vivir se deteriore y llegue a ser solamente un frío y eficiente trabajo de vivir.
Cuando trabaje con otras personas, tenga presente que no todo el mundo puede desarrollar el mismo grado de eficiencia. A la larga usted podrá depender más del trabajador alegre que es menos eficiente que del trabajador con eficiencia de 100 por ciento que hace su trabajo con hastío, falta de gozo e indiferencia.
De modo que la eficiencia sí tiene su lugar. Pero no se convierta en esclavo de la eficiencia. Deje que ella llegue a ser esclava suya. El poner en práctica la economía de movimientos de manera razonable aumentará su gozo y el gozo de los que le rodean.
[Comentario en la página 27]
El planear las comidas de la semana con anticipación puede significar menos viajes al mercado
[Comentario en la página 28]
Tome la acción necesaria tan pronto como vea que algo necesita reparación
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