La importancia de escuchar al consumidor.
Enviado por Ledesma • 10 de Abril de 2018 • 2.471 Palabras (10 Páginas) • 468 Visitas
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La opinión de los consumidores puede verse directamente reflejada en ña estrategia de una organización a partir una estrategia basada en marketing mix, o mezcla de marketing, que emplee la satisfacción del cliente desde diferentes puntos de vista, y al mismo tiempo presionar el comportamiento del mercado a partir de las modificaciones y experimentos que se pueden desarrollar, lo cual vuelve esencial una opinión objetiva de parte del usuario final del producto en forma de una sugerencia respecto al producto en cuestión.
De esta misma manera al utilizar las herramientas de marketing mix, se hace necesario decidir sobre formas alternativas de satisfacer las necesidades del cliente manteniendo el objetivo de compra, lo que implica que dicha investigación y análisis se haga con relativa frecuencia, lo cual puede ser costoso, sin embargo, suele tener repercusiones positivas sobre todo en el área de ventas. Así, se hace evidente la importancia de la perspectiva del cliente con base en cada una de las bases del marketing mix, en cuanto al desarrollo de producto, precio, promoción y distribución respectivamente.
Para el caso del producto, la interacción con el cliente durante la etapa de diseño o re manufactura es crucial, la retroalimentación en cuanto a estética, durabilidad, rigidez, adaptabilidad, y demás cuestiones de diseño son claves, a la hora de generar un prototipo u optimizar un artículo ya desarrollado, así mismo la información obtenida sobre el articulo también facilita la identificación de mercados meta a partir de la determinación del “significado” que tiene el producto o servicio para el usuario en particular, y una vez obtenida dicha información aplicar dicho conocimiento en pro de mejorar el beneficio obtenido por el dicho servicio, y la ganancia del mismo.
En cuanto al precio, buena parte de la satisfacción del cliente, tiene que ver con el impacto de la compra dentro de su economía, si bien existen bienes con tipos y frecuencia de compra muy diferentes, en general aun cuando se habla de artículos de lujo, uno de los factores determinantes a la hora de adquirir el artículo es el precio, sin embargo, si este precio hace parte de un rango especifico de tolerancia, se puede manipular a efecto de mejorar las ganancias, o de movimiento de inventario, el establecimiento de los precios, no solo puede estar argumentado en las políticas de mercado, sino que actualmente exige que sea acorde con la disposición financiera del consumidor, y el precio relativo del producto respecto a la competencia.
Por otro lado, la promoción de bienes y servicios es casi imposible sin la intervención del cliente, es decir, la promoción del producto está enteramente enfocada en los estándares establecidos por el consumidor y su grupo de influencia con el fin de determinar las maniobras publicitarias más persuasivas ya atractivas para los consumidores objetivo y el mercado de acción seleccionado.
Como apartado final en cuanto al mencionado marketing mix, se tiene el caso de la distribución, ya que la información adquirida por parte del cliente permitirá identificar las zonas de mercado final, como se perciben los medios de distribución, las facilidades existentes para la adquisición de dicho producto, la información correspondiente a los intermediarios entre el foco de distribución y el usuario final. Todos estos datos son analizados con el fin de establecer estrategias que mejoren estos planes de distribución de la manera más efectiva posible.
En la actualidad, la trascendencia de algunas empresas dentro del mercado global les ha dado un claro posicionamiento en el mercado, basado en su participación en el mismo, la cantidad de clientes respecto a algunos productos suele ser realmente considerable dentro de un mercado a término de generar tendencias dentro de grandes grupos de una determinada población, lo cual genera grandes ganancias, poniendo como objetivo de empresas de menor alcance, el llegar a un mayor nivel de participación, ya sea en mercados existentes, o en mercados nuevos mientras que al mismo tiempo desarrollan su propia idea de estrategia de marca.
Respecto a la estrategia de marca, el desarrollo de una marca conocida, no solo es un factor de tiempo, o de impacto social, esta estrategia implica tener en cuenta cada aspecto por más pequeño que parezca pueda ser utilizado a favor de la participación final de la compañía y la perspectiva general de la empresa, sin embargo existen ocasiones en las cuales el establecimiento de la marca, no necesariamente corresponde a los fenómenos esperados, sobre todo en el caso de bienes muy sesgados hacia el contexto regional que se maneja, como se ve a continuación; “los consumidores frecuentemente adquieren productos por lo que éstos significan y no por lo que hacen. Las diferentes alternativas de consumo sencillamente no pueden comprenderse sin considerar el contexto cultural en el que se realizan: la cultura es el lente a través del cual las personas ven los productos” (Guerra, 2012). Acorde con esto, existen actualmente casos evidentes en los cuales no es necesariamente un artículo triunfa por su calidad, o perspectiva de uso y beneficio, sino simplemente por pertenecer a una marca en particular.
Cabe aclarar que en considerables ocasiones el consumidor, que hasta este momento había sido considerado como una persona natural, también puede considerarse dentro del ámbito de persona jurídica, donde esta persona se encuentra en representación de una organización más grande, este tipo de consumidores es de importancia clave para muchas empresas, es decir, no todas las empresas trabajan necesariamente para satisfacer las necesidades de personas sino también existen las necesidades corporativas, en este sentido la tendencia de mercadeo cambia un poco pues, en este caso las compras pueden no ser de tanta frecuencia sin embargo pueden significar grandes cantidades de dinero o activos en la negociación.
Cuando se habla de comercio entre negocios, el comportamiento de compra cambia considerablemente, pues son muchos los agentes interesados en dicha compra por parte tanto del el proveedor como de la empresa que solicita el producto, para el caso del comercio organizacional, el cliente pasa a tener una participación más directa en la adquisición que en este caso no solo está organizada conforme a un intercambio de dinero, sino que se establecen relaciones adicionales respecto a la financiación, a los intereses de las partes, a la frecuencia de compra e incluso se incurre en diferentes tipos de estímulos con tal de mantener la permanencia de este tipo de consumidores cuyos intereses involucran responsabilidades adicionales respecto a sus propios productos lo cual juega un papel clave en este tipo
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