La mente del consumidor imitación o beneficios

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Pero también existe un factor externo, una publicidad que, aunque puede ser ambigua, de ser positiva puede atraer más consumidores. Esta publicidad es la que va de boca en boca, y con la cual si hicimos un buen trabajo, tendrá efectos positivos, pero cuando el efecto es negativo trae consigo consecuencias que pueden escaparse de las manos de la organización. Este efecto es algo que viene a través de la evolución tecnológica y de redes sociales, pues en cuestión de segundos, se viraliza alguna situación que esté afectando al mercado. Tenemos un ejemplo claro del impacto que tiene Facebook y twitter en el comportamiento social en el cual el consumidor hace del conocimiento público, su sentir ante alguna situación de consumo. Tal es el caso de las famosas Donettes, que en 2011 apostaron por una campaña agresiva, en el sentido de hacer saber que sus donas son tan deliciosas que por nada en el mundo se pueden compartir. Surgieron frases en sus empaques como por ejemplo, “Ojos que no ven, donettes que desaparecen”, “No me toques los Donettes”. La marca sin duda quiso manejar un lenguaje que simpatizara con el consumidor, sin embargo utilizaron una frase que en el momento que pasaba España tanto económico como socialmente, tuvo repercusiones que jamás imaginaron. La frase utilizada fue “A pedir al metro”, algo que en ese momento pasaban muchas de las familias españolas, y que de alguna manera se vieron ofendidos por esta mala publicidad. Sin embargo la empresa pudo hacerse de la vista gorda y dejar que pasara, pero por el contrario se interesó en el cliente, y atendió sus demandas, entendió que el comportamiento del cliente es más importante que el simple producto. Algo de lo que podía escuchar el protagonista en la película “Lo que ellas quieren”, era justamente eso, la manera de reaccionar ante algunas situaciones por parte de las mujeres y el adelantarnos a estos factores externos será de gran ayuda para evitar crear una mala reputación de la marca ante nuestros consumidores.

Todos estos factores tanto internos como externos, quedarán registrados en la mente del consumidor y sin duda serán en gran medida parte de las decisiones futuras de compra. Es por ello que actualmente las empresas, debido a la situación social y cultural que vivimos, apuestan por la responsabilidad social como eje de su propuesta de valor, Con la cual el cliente vea identificadas sus afinidades acerca del mejoramiento y cuidado del ambiente, la atención de algún problema social como la alimentación, en las que se pase de buenas intenciones a resultados tangibles que el consumidor pueda apreciar y que motive su decisión de compra. Esto aunado a los beneficios del producto, proporcionan un valor adicional con el que el cliente pueda diferenciar los beneficios del producto, pero vaya más allá de esto, encontrando que de manera indirecta pueda formar parte de la iniciativa que la empresa este emprendiendo en ese momento.

He ahí la importancia de él buen manejo de una investigación de mercado, que de forma planeada permita expandir las barreras del conocimiento, resolver algún problema y comprender mejor el mercado, a fin de generar estrategias que permitan alcanzar nuestros objetivos de manera eficiente y eficaz, y que como aspecto principal centrarnos en conocer las necesidades reales del consumidor, atendiendo los factores internos y externos, y poniendo énfasis en aquellos aspectos que pueden salir de las manos de la organización. Ambas películas reflejan que el comportamiento del consumidor puede ser fácilmente influenciado por las situaciones sociales, económicas, culturales, al buscar un reconocimiento por parte de algún círculo social. Es un proceso que implicará fuertes inversiones de tiempo y capital pero que permitirá mantenernos en el mercado, y no solo llegar al consumidor como un éxito fugaz, sino como la mejor alternativa entre la gran variedad que ofrece la competencia.

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