Los nuevos escenarios educativos

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Los mapas conceptuales El mapa conceptual se viene constituyendo en una excelente herramienta de aprendizaje que favorece la conceptualización. Debe verse como una de las posibles representaciones de la estructura cognoscitiva de una persona en relación con un determinado cuerpo de conocimiento. El mapa conceptual representa la relación entre los conceptos y no sólo la secuencia de pasos de una actividad o proceso. El mapa conceptual es una estrategia para "representar un conjunto de significados conceptuales incluidos en una estructura de proposiciones"(Novak,et.al.1988) que permite categorizar y jerarquizar los diferentes conceptos de una temática determinada y presentarla en forma gráfica posibilitando un enfoque integral y holístico del contenido conceptual objeto del aprendizaje. ¿Por qué trabajar con mapas conceptuales? Uno de los propósitos de la actividad de estudio (a través de la lectura, de la interacción con distintos medios o materiales de aprendizaje) es organizar la información de la mejor manera posible para poder retenerla y que quede almacenada en la memoria de largo plazo, que es la que permite que en un momento dado podamos recuperarla, utilizarla y reelaborarla. Bajo esta perspectiva, las investigaciones han demostrado que los mapas conceptuales se constituyen en una poderosa herramienta para el proceso de aprendizaje, pues propician el desarrollo de habilidades de pensamiento básicas para aprender significativamente. Veamos algunas de sus ventajas: • Permiten focalizar la atención en los conceptos del contenido curricular y en las estrategias metodológicas que servirán de vehículo para lograr aprendizajes significativos. • Favorecen el establecimiento de relaciones entre conceptos quo previamente no se consideraban relacionados y que, por consiguiente, adquieren ahora nuevos significados que enriquecen la estructura cognoscitiva del estudiante. • Permiten visualizar el nivel de relación conceptual adquirido por el estudiante e identifican sus equivocaciones conceptuales con respecto a un determinado cuerpo de conocimientos. • Ponen en acción habilidades intelectuales como analizar, clasificar, identificar, comparar, relacionar y jerarquizar. Las que son necesarias para comprender, procesar, sistematizar, organizar y adquirir nuevos conocimientos en cualquier disciplina o campo del saber. • Favorecen la ejercitación de procesos metacognitivos porque permiten reflexionar sobre los resultados del propio aprendizaje y comprender el procedimiento implícito que se utiliza para obtener el conocimiento. • Contribuyen a la toma de conciencia sobre cuánto sé, cómo tengo estructurado lo que sé y qué me falta saber en relación con un determinado cuerpo de conocimiento. • Informan sobre el tipo de estructura relacional que el estudiante establece para un conjunto de conceptos en particular, así como también, sobre las equivocaciones y dificultades para relacionar conceptos. Es decir, sobre cómo el aprendiz sabe en términos conceptuales: estructurar, jerarquizar, diferenciar, relacionar, discriminar, clasificar e integrar conceptos, de un determinado tema de estudio. • Permiten compartir significados y por tanto evaluar en forma crítica los mismos. • Se convierten en una ruta para el aprendizaje, donde es fácil observar los objetivos cubiertos y los que hacen falta por cubrir. • Son un excelente punto de partida, en la construcción y preparación de exposiciones orales. Para comprender el valor del mapa conceptual como medio para compartir significados veamos lo que dice A. Ontoria: "Es necesario dejar muy claro que no hay un mapa conceptual único y definitivo sobre cualquier tema, ya que en su elaboración el estudiante pone de manifiesto sus propios conceptos previos, el nivel de jerarquía en los mismos, según la importancia que establezca entre ellos, y el nivel de inclusión que perciba en dichos procesos"(Ontoria, et al. 1995). Por consiguiente dice Ontoria, no es extraño que los estudiantes elaboren mapas muy distintos sobre un mismo contenido. Sin embargo, lo significativo de los conceptos que corresponden a un cierto conocimiento se pueden compartir (no el concepto en sí, sino el significado), porque existe la posibilidad de intercambiar significados con los compañeros y con los profesores para construir un mapa conceptual negociado en el que se plasmen los avances más significativos alcanzados por el equipo de trabajo. ¿Cómo construir un mapa conceptual? Los mapas conceptuales se fundamentan en la forma en que el individuo organiza la información y los conocimientos que posee. Esto facilita los procesos de aprendizaje, al tiempo que garantiza la apropiación y comprensión de los conceptos. Existen algunos conceptos básicos que deben tenerse bien claros en la construcción de un mapa y que de una u otra manera determinan su procedimiento de elaboración. Identificación de conceptos El mapa conceptual tiene como propósito el establecimiento de relaciones entre conceptos que son representaciones que hacemos en nuestra mente cuando escuchamos un término o palabra. Según Novak el concepto es una palabra o término que manifiesta "una regularidad en los acontecimientos o en los objetos que se designan mediante algún término". Se entiende por acontecimiento cualquier evento o suceso que ocurre o puede ocurrir, es decir, que se puede visualizar. El objeto se entiende como cualquier cosa que existe y puede ser observada. Por lo tanto los acontecimientos y los objetos pueden objetivarse y hacerse visibles en un determinado contexto. Jerarquizar Jerarquizar consiste en dar orden. Se parte de la identificación de los conceptos más generales en un primer momento, y luego de los más específicos, organizándolos de tal forma que los más inclusivos se ubiquen en la parte superior y los menos inclusivos en la parte inferior. Identificar la relación entre los conceptos La relación que se genera entre conceptos en el mapa conceptual está dada por palabras enlace que son los términos que permiten unir los conceptos para formar las oraciones o proposiciones que según, Ontoria, se constituyen en "la unidad semántica más pequeña que tiene valor de verdad porque afirma o niega algo de un concepto" (Ontoria, et al. 1995). Se consideran enlaces todas aquellas expresiones que no son conceptos. Los conceptos se pueden relacionar de dos maneras. La primera según el criterio de la inclusión o jerarquización, esto es de arriba hacia abajo o de abajo a arriba. La segunda, a partir del establecimiento de relaciones horizontales, conocidas también como rotaciones cruzadas o de segundo orden, que consisten en relacionar conceptos que estén situados en distintas líneas de desarrollo vertical. No se aplica en este caso el concepto de inclusión pero sí se puede establecer una relación.

Los mapas mentales