Considerando la noción de escenario educativo como aquel espacio donde se desarrollan condiciones favorables para el aprendizaje

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Por otra parte, es valioso entender que el rol del bibliotecario como mediador del aprendizaje se torna necesario para el desempeño en esta nueva sociedad, tener presente que uno de los papeles fundamentales de la educación en la actualidad es proporcionar los conocimientos y herramientas para que los estudiantes desarrollen habilidades para buscar, seleccionar, evaluar y organizar información, así como también, potenciar las habilidades que tiene que ver con transmitir e intercambiar ideas. Es de gran importancia fomentar la lectura, proceso tan importante en esta sociedad para adquirir conocimiento, y el trabajo colaborativo, con el otro, que propicia espacios para desarrollar habilidades individuales y grupales. Es decir, realizar el proceso simultáneo de extraer y construir conocimiento a través de la interacción y la relación con el lenguaje escrito. Creo que como bibliotecarios tenemos la posibilidad no sólo de poner a disposición los recursos necesarios para el desarrollo de las actividades sino también de acompañar a los alumnos en cualquiera de los procesos educativos.

A modo de conclusión diré que poder reconocer las teorías psicológicas nos permiten, como participes del proceso de aprendizaje de los sujetos, conocer cómo aprenden o cómo construyen ese conocimiento. En este punto, el adulto deberá facilitar, guiar, orientar y cuestionar las situaciones en las que los alumnos se enfrentan con el conocimiento para que ellos alcancen un aprendizaje significativo, es decir, que el contenido que se va a desarrollar sea comprensible desde la estructura cognitiva que posee el sujeto de aprendizaje. Debemos reconocer la importancia del otro en el aprendizaje, tomando en cuenta también las potencialidades de cada alumno que puede servir como andamiaje en el aprendizaje del otro. Asimismo, es imperioso considerar también la diversidad entre los sujetos que aprenden, tener en cuenta que la normalidad no existe y que todas las personas somos distintas por lo que cada niño tiene diferentes ritmos de aprendizajes que no necesarimente deben estar sujetos al comportamiento esperado en una edad o etapa determinada. La normalidad, es sólo una construcción social que se realiza a partir de la noción de mayoría, en donde los comportamientos, actitudes o capacidades que la mayor parte de la sociedad comparten son considerados ´normales´ y por tanto aquel que es distinto es juzgado como ´anormal´, reforzando la descalificación y la discriminación.

Para terminar dejo una frase de Benjamin Franklin que me parece significativa cuando hablamos de aprendizaje es: "Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo".

Bibliografía:

- Bibliografía otorgada por el docente de la cátedra.