Metodo comparado
Enviado por Stella • 19 de Diciembre de 2018 • 2.235 Palabras (9 Páginas) • 377 Visitas
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Hallamos también esta perspectiva comparativo-evolucionista en las primeras página s de Tuc ídí des, en las que como trasfondo de su relato de los atenienses del siglo V, Inquiere las formas más antiguas de sociedad griega, como pueden inferirse por los registros o testimonios, por Jos restos arqueológicos, por las superstición es del pasado que persistían en su época, y por las formas de coexistencia de pueblos, a quienes Tucidides seleccionó considerándolos ejemplos de 10 que habían sido los antiguos atenienses. De un modo similar, unos siglos después, cuando el historiador moralista romano Tácito escribió acerca de los pueblos germánicos que vivían entonces en las fronteras de Roma, no fue sólo para que los romanos pudieran verse en ellos y comparar el vigor y virtudes germánicas con su degradación. sino también para insinuar que tal como eran los germanos en tiempos de Tácito así era los romanos de antaño.
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS
CONCEPTOS
APLICACIONES
La competencia de diferentes planteamientos comparativos de Ciencia Política, sólo la investigación histórica-empírica reúne las condiciones para propiciar en la fase con textualista-creativa de la Ciencia Política orientada en la praxis un conocimiento de aplicación que tenga relevancia práctica. Este conocimiento se fundamenta, por un lado, en un proceso de conceptualización prudencial y adecuada a los fenómenos investigados y al mismo tiempo analíticamente útil, y por el otro en la debida consideración de los contextos específicos, a los cuales se extienden las investigaciones y la consultoría políticas. Sin inversiones en conceptos y contextos se pierde la competencia práctica de la Ciencia Política en cuestiones tales como el desarrollo de la democracia. 22 Recientemente, Giovanni Sartori se ha expresado en un sentido similar pero de forma más polémica. Según él, desde el punto de vista de la aplicación práctica, una Ciencia Política conductista, cuantitativa y estadística (como la estadounidense) “es una ciencia en gran medida inútil que no proporciona conocimiento que pueda ser útil” (Sartori 2004: 352). Y Sartori sentenciaba: “la ciencia política estadounidense (...) no va a ninguna parte” (Ibidem 354). Lamentablemente, el rechazo del dictum sartoriano por algunos adeptos de la corriente rational choice confirmaba de forma no intencionada la tesis del maestro de la lógica comparativa al considerar –para demostrar el avance de la Ciencia Política como ciencia– que “ningún escrito de Maquiavelo o de Montesquieu (...) sería hoy aceptado para ser publicado en una revista académica con evaluadores anónimos” (Colomer 2004: 358). ¿Qué comparación mal planteada, totalmente descontextualizada (caería en la categoría del miscomparing), qué examen desfigurado (por tocar diferentes materias, incompatibles entre ellas), qué falta de criterio (según Kant, Urteilskraft) en la evaluación de los aportes de las partes comparadas (el pasado y el presente) a la Ciencia Política y finalmente, qué soberbia respecto a la propia capacidad científica de la corriente principal actual y qué menosprecio de las que profesan otra idea de la disciplina y de sus tareas no sólo analíticas sino también normativas. Entre estímulo y (re-)acción se sitúa la libertad (Viktor E. Frankl), cuyo tratamiento científico –como la de otros conceptos claves que pueden guiar la acción más allá del beneficio– debemos de agradecer justamente a los grandes pensadores de la Ciencia Política. Digo “lamentablemente”, pues la sentencia de Colomer tiende a desprestigiar la corriente en cuya defensa argumenta. Una crítica más inteligente a Sartori consistiría en destacar, en el ámbito de la competencia entre dos escuelas de comparación, la necesidad de estándares compartidos (shared standards) y el reconocimiento de la diversidad de enfoques (diverse tools), como lo defienden buena parte de los contribuyentes a la compilación de Henry E. Brady y David Collier (2004). Dado que en la investigación comparativa a nivel internacional, por el peso de la Ciencia Política estadounidense, la variante empírica-estadística está 23 continuamente ganando terreno, es imperioso cuidar y defender la tradicional orientación metodológica más histórica, más comprensiva de la Ciencia Política, frente al dogmatismo metodológico de los que quieren taparle la boca para excluirla, por ejemplo, de las revistas de Ciencia Política. Mi mayor preocupación reside en que la comparación en Ciencia Política pierde utilidad y relevancia prácticas, si se aplica la estadística sin pensar, sin lógica y sin método, lo que es peligroso para el mantenimiento de la propia disciplina en sus presentes dimensiones, en competencia con otras disciplinas más protegidas y apoyadas por su potencial de aplicación y considerando el actual contexto de escasos recursos públicos.
ANÁLISIS
CONCLUSIONES
Como hemos visto en el presente documento, la comparación está en la base de las ciencias sociales como un método que ha ayudado en su desarrollo y consolidación. Cuando tratamos de llevar este método hacia la gestión pública como objeto de estudio, podemos señalar algunos puntos importantes que pueden ayudar a reconocer por qué la comparación es útil en la gestión pública. Primero, en el ámbito de lo descriptivo, la comparación es una herramienta muy útil para reconocer las características propias y específicas de una unidad de análisis, ya sea un caso o un país u otro elemento. Tal como fue señalado en el texto, una situación se explica y se caracteriza de mejor forma en la comparación. Si bien es cierto que esto nos pone de manifiesto la necesidad de que la comparación sea hecha entre situaciones similares o al menos susceptibles de comparar, al menos la idea de la diferencia es un punto valioso para dar reconocer los elementos propios y particulares de ciertos hechos. De esta manera por ejemplo, si queremos caracterizar o definir los elementos que ayudan a emprender un proceso de reforma institucional de cierto servicio público, la comparación entre una situación exitosa y una fallida, nos permitirá reconocer aquellos elementos particulares del caso exitoso que lograron un determinado logro. Siguiendo en el ámbito de los descriptivo, nos parece pertinente relevar el hecho que una comparación entre fenómenos permite reconocer ciertas regularidades, las cuales, son el propósito fina de toda ciencia o disciplina que busque su consolidación. Estas regularidades permiten hacer proyecciones acerca del comportamiento de organizaciones, lo que permitirá, de este modo,
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