Responsabilidades de las empresas.

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Si una empresa genera ganancias suficientes para permitirle cumplir todas sus responsabilidades primarias, su siguiente prioridad debe ser tratar de mejorar cuanto sea posible los efectos colaterales negativos provocados por sus actividades. Ello puede hacerse, ya sea reduciéndolas o hasta eliminándolas del todo, o tal vez compensando total o parcialmente a las personas o comunidades afectadas por ellas.

Los efectos colaterales de negativos de las actividades de una empresa pueden ser de muchas clases: contaminación del medio ambiente, daños provocados por empleados y clientes a las inmediaciones de las instalaciones de la empresa etc. Una vez que la empresa es capaz de generar riqueza adicional más allá de la necesaria para cumplir con sus responsabilidades primarias y evitar y/o compensar los efectos colaterales negativos, la siguiente prioridad en justicia es aumentar las recompensas a sus gerentes, empleados y accionistas, de modo que ellos puedan participar en la prosperidad que han ayudado a generar sus aportaciones.

Los límites de las contribuciones de una empresa se deben formar a partir de delinear un criterio fundamental. La cuantía de las contribuciones debe ser por lo general bastante modesta en relación con las utilidades de la empresa. Hay cuatro razones principales para ello: primero, que las responsabilidades de una empresa por si mismas suelen absorber muchos recursos; segundo, que la empresa ya paga impuestos, los cuales lógicamente debería constituir el vehículo principal a través del cual contribuye a satisfacer las necesidades generales de la sociedad y tercero, según la observación de Baumol y Blackman, “el ejecutivo que escoge voluntariamente gastar hasta que duela, en el medio ambiente, en capacitación para los lisiados, en apoyo a la educación etc. Probablemente advertirá que es vulnerable a la competencia de precios por parte de empresas sin conciencia social, que evitando tales gastos pueden suministrar bienes y servicios más baratos”

Cuatro áreas de responsabilidad:

- Hacer participar a los empleados y los accionistas en la prosperidad que han contribuido a generar.

- Apoyar las iniciativas valiosas de la comunidad mediante una porción relativamente pequeña de las utilidades de la empresa.

- Expandir y/o mejorar las operaciones de la empresa, contribuyendo con ello a la creación de empleos, a la satisfacción de necesidades y a la creación de riqueza en la comunidad.

- Dedicar recursos para sostener y fortalecer las tradiciones especiales de servicio al bien común de la sociedad, propias de la empresa.

Finalidad de una empresa ética.

Las empresas pueden ser administradas con una orientación para lograr cualquiera de los siguientes objetivos, o una mezcla de varios de ellos:

- Hacer dinero para los gerentes.

- Garantizar que los gerentes actuales permanezcan en control.

- Mantener un ritmo de operaciones que le permita a la firma sobrevivir, sin ser demasiado exigente con los gerentes.

- Aumentar las utilidades de otra empresa.

- Aumentar el relieve político del dueño.

Si queremos medir cuan eficazmente una empresa ha llevado a cabo la función económica de transformar recursos de bajo valor en bienes y servicios de valor elevado, no podemos usar parámetros de contabilidad convencionales, es preciso recurrir en vez al valor económico y a los costos económicos. Un parámetro verdadero para el valor generado por una empresa es el valor económico de sus outputs (cuanto estarían dispuestos a pagar los consumidores por los bienes o servicios que les brinda la empresa) menos el valor económico de sus inputs. Ello mide de manera adecuada la pérdida que sufriría la economía si una organización empresarial se desmembrara y sus recursos humanos y materiales fueran usados para otros fines.

En los monopolios pueden darse considerables diferencias entre las utilidades reportadas de una firma y el valor que ha generado. Un monopolio podrá ser incapaz de generar valor, pero de todas maneras puede generar grandes utilidades y pagar dividendos a sus accionistas. Ello puede sucedes porque un monopolio está en posición de apropiarse valor de los consumidores, aunque no haya generado ninguno.