Riesgos de la integración vertical
Enviado por Sara • 8 de Febrero de 2018 • 1.442 Palabras (6 Páginas) • 317 Visitas
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Otro riesgo al que Google tuvo que hacer frente fue el enfrentamiento con sus clientes. Cuando en el 2011 se hizo con Motorola, los fabricantes de hardware de la alianza se alarmaron de inmediato, y no sin razón: La compañía que diseñaba y les proporcionaba el sistema operativo de sus terminales les iba a hacer la competencia directa. Tal fue la alarma creada que Google, en un intento de aliviar la tensión que se respiraba en la alianza, tuvo que declarar públicamente que Motorola no tendría trato de favor por ser de la misma compañía que Android. Con el lanzamiento de sus dos primeros terminales (X y G), Motorola estaba renaciendo de lo que hace unos años era su tumba (aunque de una manera un tanto lenta), lo que aumentó la tensión entre sus fabricantes; especialmente uno de ellos: Samsung. El gigante coreano fabricaba el 33% de los terminales vendidos de todo el mundo (en su mayoría Android) y era hasta aquel entonces el que estaba empujando el sistema operativo al éxito. Seguir apostando por Motorola sería probablemente aumentar el distanciamiento con su mejor aliado y demás desarrolladores de hardware a los que suministraba su plataforma.
Con la adquisición de Motorola, Google aumentó considerablemente sus barreras de salida de la industria. De hecho y como se verá más adelante, Google abandonó el mercado del hardware perdiendo bastante dinero debido a que tuvo que deshacerse de Motorola por un precio de venta muy por debajo del de compra.
Finalmente, dado que la tecnología que por aquel entonces usaba Motorola era obsoleta, Google perdió flexibilidad. En aquella época el modelo a seguir fue el Iphone de Apple, lo que lo convertía en el marcador de tendencia en el mercado. Samsung, el gigante del sector, seguía una estrategia de “fast follower”, consiguiendo ver hacia dónde se dirigía el mercado y adaptándose rápidamente a él (aunque Samsung está muy integrada verticalmente sigue una estrategia enfocada a esta flexibilidad de seguir muy rápidamente al líder). Google por su parte no podía adaptarse al mercado con tanta rapidez como sus competidores en su división de hardware y es por ello que sus terminales nunca tuvieron la acogida esperada en el mercado.
EL FIN DE MOTOROLA
El desenlace de todo esto es que, finalmente, todos esos riesgos a los que hizo frente la compañía no pudieron ser asumidos y Google vendía Motorola Mobility a Lenovo a principios de 2014 por 2910 millones de dólares (recordemos que la compró en 2011 por 12.500 millones). Observando los riesgos a los que se tuvo que enfrentar y que finalmente derivaron en problemas, Google decidió salvar su sistema operativo sacrificando su división de hardware. Una decisión, en mi opinión, acertada, ya que si hubiese seguido por ese camino probablemente Samsung hubiese apostado por otro sistema operativo que tenía bajo la manga (Tizen) y que tenía preparado para lanzar con sus terminales. Esto hubiese sido probablemente el fin de Android y, teniendo en cuenta el ya tangible fracaso de su división hardware, el fin de su división mobile.
Tras la venta a Lenovo, Samsung y Google anunciaron una alianza con la que compartirán patentes durante los próximos 10 años (Google se ha quedado con la mayoría de las patentes de Motorola), así como la colaboración para desarrollar y mejorar el interface de Android, lo que es una manera de “hacer las paces” con el gigante coreano. Con ello, Samsung seguirá impulsando el sistema operativo de Google y ésta renuncia a ser fabricante, con lo que ambas partes ganan.
No todo se basaba en las rivalidades de fabricantes. Hasta finales de 2013 Motorola tuvo unas pérdidas de 2000 millones de dólares, así como diversos pleitos que le hicieron perder otros 14.500 millones aproximadamente. Definitivamente y tras todos los elementos comentados, Motorola no le salía rentable a Google.
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