SOLUCIÓN PEC 1. El concepto y la organización de la política

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Influencia. A nuestro entender, la influencia no es tan explícita como en los otros dos componentes a pesar de que se ha aceptado que hayáis incluido aquí las figuras de Santos y Uribe, si lo habéis argumentado debidamente (a pesar de que se situarían más en el de la autoridad). Así mismo, la comunidad internacional ha jugado un papel importante, en la medida que ha acompañado este proceso hasta llegar a los acuerdos de paz. La mediación de Cuba (de aquí que las negociaciones tuvieran lugar en la Habana) y la supervisión de las Naciones Unidas, que cita Ocampo en su artículo, pueden ser entendidas, aquí, como el ejercicio de la influencia para facilitar el proceso y lograr la paz.

- Explica las nociones de legitimidad y legalidad e ilústralos a partir de ejemplos y referencias que encuentres en las lecturas.

Por legalidad se entiende la adecuación de una decisión o de una propuesta a la ley vigente, mientras que por legitimidad se entiende el ajuste de esta misma decisión a un sistema de valores sociales, que van más allá de la propia ley escrita, incluida la constitución.

En el artículo de Ben-Ami encontramos algunos ejemplos de legalidad. El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional es un claro ejemplo de legalidad dado que es una norma escrita de derecho internacional que instituye un tribunal con jurisdicción para perseguir los crímenes más graves. La ley sobre reconocimiento y reparación a las víctimas y restitución de tierras de 2011 también encajaría en este apartado. En relación con la legitimidad, fijaos que el texto de Ben-Ami también hace hincapié en el régimen de justicia transicional que recoge los acuerdos de paz. El autor explica que esta idea de justicia transicional contó con la participación de las víctimas del conflicto y de un amplio abanico de ONG de derechos humanos. Esto nos llevaría a pensar que la manera de cómo se enfoca la justicia transicional no sólo sería legal, sino que la metodología seguida la convertiría también en legítima, dado que quedaría alineada con el sentir mayoritario de la sociedad. Sin embargo, el “no” del plebiscito nos tiene que hacer pensar que, a pesar de que la mayoría de los colombianos y colombianas quiere vivir sin violencia, los acuerdos de paz no han sido legitimados. De aquí que ahora se empiece a hablar de la renegociación de los acuerdos de paz en que se incluya los partidarios del no. Si esto se consigue los acuerdos no sólo serán vinculantes, sino también legítimos.

Actividad II. A continuación tenéis diez afirmaciones relacionadas con los materiales del primer módulo. Determinad si estas afirmaciones son verdaderas o falsas y justificad el motivo en un máximo de tres líneas por afirmación. Tenéis que justificar todas las afirmaciones, tanto las que son verdaderas como las que son falsas. Cuando el estudiante no especifique claramente si las afirmaciones son verdaderas o falsas la respuesta se considerará incorrecta, también se considera incorrecta cuando no se haya justificado la opción o se haya justificado mal.

1.- Independientemente del momento histórico, la existencia objetiva de desigualdades o cleavages es suficiente para hablar de conflicto social.

Falso. Las fracturas (o cleavages), como hechos objetivos, son una condición necesaria pero no suficiente para hablar de conflicto social. Para que estas fracturas constituyan la base de un conflicto social hace falta que haya una percepción social de la diferencia y, en consecuencia, un pulso entre quienes se muestran en contra y quienes quieren mantener el statu quo.

2.- La historia de la humanidad pone de manifiesto que las sociedades siempre se han dotado de estructuras políticas más o menos estables.

Falso. Antropólogos e historiadores han puesto de relieve que las primeras comunidades humanas, de medida reducida y ligadas por lazos de parentesco, podían “funcionar” sin estructuras políticas permanentes.

3.- En la práctica, el ejercicio del poder político se basa en el poder, la influencia o en la autoridad, pero en ningún caso en una combinación de estos tres componentes.

Falso. La ciencia política distingue conceptualmente estos tres elementos o componentes del poder, pero en la práctica esta distinción es menos evidente o perceptible y, de hecho, casi siempre el poder político se sirve de todas a la vez para garantizar su eficacia.

4.- El poder político o se manifiesta abiertamente o no se manifiesta.

Falso. El poder político adopta, en ocasiones, formas menos visibles y se manifiesta de manera difuminada. En el módulo se hace referencia, por ejemplo, a las actuaciones que tienen como finalidad evitar que un conflicto determinado no se politice y, por lo tanto, aislarlo del debate político.

5.- El poder político siempre busca combinar el uso de la fuerza o de la coacción con su legitimidad.

Verdadero. El uso de la fuerza o de la coacción y la legitimidad son caras de una misma moneda. La política siempre busca un alto grado de cohesión política, y ésta no se puede garantizar, sólo, recurriendo a la fuerza/coacción, sino que tendrá que apoyarse, también, en la legitimidad, esto es, en la necesidad de aportar argumentos y convencer a la gente de la necesidad (y bondad) de obedecer este poder.

6.- La legitimidad es un concepto más amplio que el de legalidad, así que toda norma legal tendrá que ser necesariamente legítima.

Falso. La primera parte de la afirmación es cierta, pero no la segunda. Legalidad hace referencia al sistema de normas legales vigentes en una sociedad, mientras que la legitimidad hace referencia al sistema de valores de esta sociedad. Esto quiere decir que podemos encontrar normas legales que no sean legítimas a los ojos de la ciudadanía (por ejemplo, abolir la pena de muerte allá dónde sea legal). Y, a la inversa, que haya una demanda clara e inequívoca para regular, desde un punto de vista legal una realidad (por ejemplo, despenalizar el aborto allá dónde es ilegal y no admite excepciones).

7.- La política entendida como resultado pone la atención en las respuestas —en forma de decisiones— que se producen después de combinar instituciones y reglas con las conductas de los actores, tan individuales como colectivos.

Verdadero. La política entendida como resultado, efectivamente, se centra en el output o respuestas que genera el sistema (en forma de políticas públicas, por ejemplo) después de que las conductas de los actores se hayan