TRABAJO SOBRE LA ASIGNATURA ECONOMÍA ESPAÑOLA.

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5. Eficiencia productiva

El crecimiento de la industria ha de basarse en el continuo aumento de la eficiencia con que se obtienen sus productos. Este progreso favorece la rebaja de los costes de producción y de los precios de los productos, permitiendo el aumento de la retribución real de trabajo y la renta de los individuos.

En los años 1986-2012 se produce el crecimiento de la producción industrial en el que se ha basado sobre todo en el ascenso de la productividad del trabajo, en la que el aumento del valor añadido industrial se deriva de las ganancias de productividad, llegando al punto en el que el empleo que existe en 1995 era el mismo que diez años antes y semejantes al de mediados de 1960.

Este crecimiento implica un aumento en el rendimiento medio por trabajador, que no se debe solo al fruto de capitalización de las instalaciones y de las cualificación de los trabajadores sino también al resultado de los cambios en la especialización sectorial de las manufacturas y de mejoras en la calidad y utilidad de los productos.

A mediados de 1990, la productividad aparente del trabajo ha notado un ritmo muy lento. A partir de 2009 se aprecia una subida en el producto por trabajador y esto se debe a los fuertes ajustes de plantilla llevados acabo por la crisis. Hasta 2002 la producción manufacturera registró un avance en la generación de empleo (debido a la masiva entrada de inmigrantes), el débil crecimiento de la productividad se une el estancamiento y la caída de la ocupación dando lugar a disminución progresiva de la actividad de la manufacturera, hasta su reducción en los peores años de la crisis.

Al comparar con la Unión Europea observamos el débil crecimiento de la productividad española. (CUADRO 6)

La lenta marcha de la productividad del trabajo desde mediados de los años noventa, no hemos de atribuir la existencia abundante de la oferta de trabajo inmigrante a un salario inferior a la media. Debemos destacar el bajo esfuerzo innovador de las empresas industriales, el limitado avance en la incorporación y difusión de las TIC, las deficiencias formativas de una parte considerable del empresariado, y la inadecuación entre la cualificación de la mano de obra.