Taller cumbres de la tierra.

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En Latinoamérica se reconoce el empeño que las relaciones en el ámbito económico y de comercio deben tender a elevar los niveles de vida, lograr el pleno empleo y un volumen considerable y en constante aumento de ingresos reales y demanda efectiva y a acrecentar la producción y el comercio en bienes y servicios, permitiendo al mismo tiempo la utilización óptima de los recursos del mundo, de acuerdo con el objetivo del desarrollo sostenible y procurando proteger y preservar el medio ambiente e incrementar los medios para hacerlo de una manera consistente con las respectivas necesidades y preocupaciones de los países en diferentes niveles de desarrollo económico. Se considera que la liberalización de comercio puede hacer una importante contribución al desarrollo sostenible y el proteccionismo debe ser resistido. También se refiere a la consecución de un ambiente seguro y saludable, a través de esfuerzos de protección ambiental, fuertes y eficaces nacionales e internacionales, como un componente esencial del desarrollo sostenible. Además, existe una necesidad de disminuir los subsidios comerciales que tienen efectos ambientales y perjudiciales -distorting. En adición, las oportunidades del mercado y las perspectivas de exportación podrían mejorarse complementando políticas comerciales a través de solidas políticas económicas y ambientales a nivel nacional.

Se considera la necesidad de analizar los posibles efectos de las políticas relativas a productos específicos, en particular los que basa en el ciclo de vida enfoques, que han surgido recientemente, como ciertos eco-etiquetado y requisitos de embalaje y reciclaje, sobre todo en cuanto a su potenciales impactos sobre las exportaciones de los países en desarrollo y países con economías en transición. También es importante analizar cómo mejorar la transparencia y la cooperación internacional podría ser fortalecida a fin de facilitar las exportaciones perspectivas de los países en desarrollo y como un medio para fortalecer el medio ambiente de protección. Se tiene en cuenta de las preferencias del consumidor para productos “ecológicos” pueden crear oportunidades comerciales, incluyendo los países en desarrollo.

3. ¿Qué diferencias encuentra entre Estados Unidos y la Unión Europea en cuanto a la postura frente a estos temas?

Estados Unidos, en esta cumbre está en una situación incómoda, puesto que no ha firmado la Convención de Biodiversidad que salió de Río de Janeiro en 1992 y ha rechazado el protocolo de Kioto sobre cambio climático, asiste a Johannesburgo con una delegación pequeña para lo que es habitual, unas 150 personas. Los representantes estadounidenses no hacen declaraciones, ni airean sus propuestas, y mantienen una actividad discreta. En las negociaciones, EE UU encabeza el grupo de países que se opone a los compromisos concretos, normalmente integrado por Canadá, Japón y Australia.

En la Cumbre de Río la Unión Europea pareció ya mucho más dispuesta a asumir compromisos ambientales que Estados Unidos; esa divergencia ha aumentado durante la última década, en particular desde la negativa de Bush a ratificar el protocolo de Kyoto, a pesar de la elevada contribución de Estados Unidos a las emisiones totales de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

4. ¿Quiénes son los actores mundiales que lideran estos procesos? (Explique cuáles y por qué).

El Secretario General U Thant invitó a Maurice Strong para llevar las funciones de Secretario General de la Conferencia.

La conferencia fue abierta y dirigida por el primer ministro sueco, Olof Palme y secretario general Kurt Waldheim para discutir el estado del medio ambiente mundial. Con la asistencia de los representantes de 113 países, 19 organismos intergubernamentales, y más de 400 organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, es ampliamente reconocido como el comienzo de la conciencia moderna política y pública de los problemas ambientales globales.

En la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, participaron 172 gobiernos, entre ellos 108 jefes de Estado o de Gobierno. Unos 2.400 representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) atendieron, junto a 17.000 personas en el Foro de ONG que se convocó paralelamente y al que se atribuyó estatus consultivo. En la Cumbre de la Tierra de Johannesburgo, participaron alrededor de 180 gobiernos.

Estas Cumbres se lideran con el fin de lograr un equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y de las generaciones futuras y sentar las bases para una asociación mundial entre los países desarrollados y los países en desarrollo, así como entre los gobiernos y los sectores de la sociedad civil, sobre la base de la comprensión de las necesidades y los intereses comunes.