ARQUITECTURA METABÓLICA

ARQUITECTURA METABÓLICA

El Movimiento Metabolista se fundó en 1959, fue el movimiento urbano, arquitectónico, artístico y filosófico más importante que ha producido Japón en el siglo XX, su influencia sobrepasó los conceptos utopistas de una sociedad que experimentó un vertiginoso crecimiento económico en la década de los 60s y se materializó en proyectos específicos no sólo en Japón sino más allá de sus fronteras. Este movimiento recibe el nombre por una corriente arquitectónica contemporánea, compuesta por un grupo de arquitectos de origen japonés, así como también por urbanistas que están unidos bajo el nombre de los Metabolistas.
Un grupo de arquitectos japoneses después de la Segunda Guerra mundial, comenzó a utilizar esta palabra para describir sus creencias sobre cómo deben ser diseñados edificios y ciudades. La reconstrucción de las ciudades japonesas de la posguerra hizo proliferar nuevas ideas sobre el futuro del diseño urbano y el espacio público.
Los arquitectos metabolistas creían que edificios y ciudades no son entes estáticos, sino que están en constante cambio orgánico con un metabolismo propio. Las estructuras de posguerra evidentemente, fueron pensadas para tener una vida útil limitada y eran diseñadas y construidas para ser reemplazadas. El diseño arquitectónico metabólico es creado alrededor de una infraestructura como columna vertebral con partes prefabricadas y reemplazables como células de un organismo; es por eso que la palabra metabolismo describe el proceso de mantenimiento de células vivas.

Es tras la Segunda Guerra Mundial, que Japón demuestra su fuerza al recuperarse de una bomba nuclear. En esa época el arquitecto Kenzo Tange demuestra a la comunidad internacional que Japón podía ser un país con arquitectura moderna. Hasta que uno de sus discípulos Kisho Kurokawa y otros arquitectos japoneses intentaron replantear la arquitectura modernista de una forma muy japonesa.

Para este grupo la vida no estaba presente en el modernismo, razón por la que crearon su propia corriente que es el metabolismo. Este movimiento, a pesar que fue japonés influyó en arquitectos occidentales como Justus Dahinden o Günther Domenig.

El metabolismo se plantea la siguiente pregunta ¿cómo sería una ciudad del futuro? por lo tanto basa su arquitectura en plantearse una ciudad futurista a partir de la observación de la vida. Sus edificaciones gozan entonces de una noción profunda de espacio y funcionalidad que corresponde a un estilo avant garde. Suponiendo que la sociedad del futuro sería masiva, los metabolistas planteaban estructuras a gran escala.

En esta corriente cada detalle es elaborado y fino, partiendo de esta famosa precisión japonesa. Otro de los elementos que distinguen a esta corriente es la noción de receptividad, al incorporar elementos externos del modernismo en cuanto a la honestidad y el uso de los materiales. Finalmente, la concepción de la impermanencia para los metabolistas fue un determinante para crear estructuras que fluyan con la naturaleza y no irrumpan en ella, ya que después de toda la larga de historia de desastres que Japón ha sufrido, logra concebir que cualquier estructura se encuentra temporalmente en ese punto del espacio.