Los flamencos Hablan de sí mismos
Enviado por Manuel Jesús Ruiz Páez • 2 de Abril de 2020 • Reseña • 3.181 Palabras (13 Páginas) • 446 Visitas
MEMORIA
ACADÉMICA
DEL CURSO
“LOS FLAMENCOS HABLAN DE
SÍ MISMOS IV”
Nombre: MANUEL JESÚS RUIZ PÁEZ
DNI: 47501070-K
email: manoloruiz83@gmail.com
INDICE
1. INTRODUCCIÓN 3
2. BREVE BIOGRAFÍA DE LOS PERSONAJES 4
MARIQUILLA 4
ANTONIO DE CANILLAS 5
ARCÁNGEL 6
MANUEL MORAO 6
MANUEL MOLINA 8
3. RESUMEN DE LAS EXPOSICIONES 9
4. ASPECTOS COMUNES Y DIVERGENTES DE LAS EXPOSICIONES 10
- INTRODUCCIÓN
“Cuando escucho en tu guitarra
un cante por soleá
oigo en mi alma un silencio
que es música de verdad.
Música tan de verdad
que las estrellas se callan
para poderla escuchar.”
Difícilmente se podría encontrar una definición para un arte, que sale de lo más profundo del alma de unos artistas, que transmiten a las personas emociones, sentimientos, que de ninguna otra forma podrían llegar a alcanzar.
Hemos disfrutado en este curso de unos minutos de quienes nos hacen pasar momentos tan inolvidables como únicos, y que perdurarán en las memorias y en los corazones de los que admiramos este arte, que me atrevo a llamar modo de vida, y que tengo algunas dudas de que se puedan disfrutar de igual forma en otro momento y otro lugar.
Desde la redacción de estas palabras quisiera agradecer a la persona que un día llevó una idea a cabo de poner en el contacto más directo al artista y a la gente que lo admira.
- BREVE BIOGRAFÍA DE LOS PERSONAJES
MARIQUILLA
María Guardía Gómez “Mariquilla” nació en las Cuevas del Sacromonte, en Granada, en el año 1943. Comenzó a bailar profesionalmente a los 6 años, aunque fue a los 3 cuando comenzaba a darse sus primeros “zapateillos”.
Hija única de madre cantaora y bailaora y padre guitarrista, vivió en primera persona la cultura flamenca granadina, y canalizó su arte y buen gusto por el baile mostrándose ante las personas que la rodeaban, comenzando su carrera con Los Capitanes y Manuel Amaya.
A los 7 años fue contratada en el Alhambra Palace para realizar espectáculos flamencos. Al cabo de algún tiempo hizo actuaciones en los Jardines Neptuno en Granada, junto a una piscina olímpica que era propiedad de la familia del que fuera su marido algunos años después.
Trabajó con Manuela Vargas, y después se fue a Madrid a “Los Canasteros”, donde Manolo Caracol se propuso hacerla figura del baile proponiéndole tres vestimentas para el baile: de hombre, de corto, y con bata de cola. Un francés la contrató al verla bailar de esa manera, y así estuvo actuando en Francia.
Volvió a Madrid al tablao de Pastora Imperio: “El Duende”. Estuvo trabajando allí 6 meses, donde le cantaba Terremoto de Jerez y el Morao, que al escucharlos por seguiriyas, <soñaba>.
En Madrid conoció a Antonio Pavón, que llevaba muchos artistas, y la llevó a una sala de Torremolinos llamada “Jaleo”, que posteriormente compró con su marido, y por donde han pasado figuras de primer nivel del mundo flamenco.
Se casó con 28 años, después de 10 años de relación con su actual marido, que estudió en Madrid perito agrónomo.
Después de casarse viajó a Japón a bailar, y al volver a España quedó en cinta. Tiene dos hijas y un hijo.
En 1968 viajó a Estados Unidos, donde bailó entre otros con Antonio Canales.
Tras las peticiones el público de escucharla cantar, lo hizo en su espectáculo “Macama Jonda” junto a la Negra.
Junto a Antonio el bailarín recorrió toda Italia con el espectáculo “Diquela de la Alhambra”.
Fue en 1982 cuando fundó su primera escuela de baile en Granada, y actualmente tiene también escuelas en Alemania y Brasil, donde pretende difundir su experiencia no sólo en el baile, sino en la cultura del flamenco.
ANTONIO DE CANILLAS
Antonio Jiménez González nació en Canillas de Aceituno, en Málaga, el 22 de agosto de 1929.
De familia sin descendencia flamenca, comentaban los vecinos que su madre “se canturreaba” bien, aunque murió cuando Antonio tenía sólo dos años.
Su padre se volvió a casar, pero no llegó a llevarse bien con su madrastra.
Se dedicó en su niñez a trabajar en los cortijos, cavando, “matando cabras”, arando, trabajando la tierra en general. Entre los cortijos que trabajó estaba el de Manuel Torre.
Cantaba por los pueblos, entre las reuniones para ganarse algún dinero, y fue el padre de Ángel Cristo el primero que lo contrató para cantar en el circo. Rafael de Córdoba lo acompañaba a la guitarra.
Lo mandaron a Melilla, para hacer el servicio militar, y allí emocionaba a la gente, hablando incluso de que cortaba las calles cuando le cantaba saetas al Cristo.
Ha cantado muchas letras de Antonio Mata, un farmacéutico que según cuenta, cambiaba una palabra a una letra ya existente y las registraba. Con él y con Antonio Rodríguez, organizan un espectáculo junto a Porrina de Badajoz, Gordito de Triana, La Perlita de Huelva, Manolo Frejenal, Morenito de Córdoba, Manolo “Niño de la Rivera”, el Tembleque y su cuadro flamenco, que se llamaba “La Gran Turné Flamenca”. A la guitarra iban Rafael de Antequera, Porrina Hijo y Manolo Cómitre, quien colaboró con él en el disco de “Misa por cantes de Málaga”, misa flamenca que fue iniciativa del Padre Miguel.
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