CONSTRUCCIÓN SIGNIFICATIVA.
Enviado por Helena • 9 de Enero de 2018 • 1.736 Palabras (7 Páginas) • 376 Visitas
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“los otros pueden ser personas individuales y ser condicionadas para el actor como tal, o constituir una pluralidad indefinida y ser totalmente desconocidos como individuos. Asi, la “moneda” es el medio de intercambio que el actor acepta en pago. Porque orienta su acción según la expectativa de que un numero muy grande pero desconocido de individuos con los que él no tiene relación personal estarán dispuestos a aceptarla en el intercambio, en alguna acción futura.”
Schutz coincide con Weber en que la acción se define mediante el significado. Es así como en la búsqueda del origen del significado llega al concepto de “corriente de la conciencia” Dice “aquí y sólo aquí, en el estrato más profundo de la experiencia que es accesible a la reflexión, debe buscarse la fuente última de los fenómenos del significado y la comprensión. Lo que se da primordialmente a la conciencia es una corriente ininterrumpida de vivencias, de cualidades heterogéneas sin límites o contornos que crecen, disminuyen y se transforman gradualmente unas en otras”. Los contenidos de esta corriente de la conciencia no tienen significado en sí mismos. Sin embargo pueden dividirse en pasivos y activos. Un ejemplo de vivencia pasiva sería una sensación de rojo. Un ejemplo de vivencia activa sería el dirigir la atención a la sensación de rojo., o quizás el reconocimiento de ella como algo experimentado antes.
En el momento en que realmente se las vivencia, no es posible identificarlas como entidades discretas y definidas. Sin embargo, una vez que han retrocedido un poco hacia el pasado, es decir, que han “transcurrido”, podemos darnos vuelta y aplicar sobre ellas uno de los actos de reflexión, reconocimiento, identificación, etcétera. Una vez que la vivencia ha sido captada en el “cono de la luz” que emana del yo, se destaca de la corriente de la duración y se vuelve clara y distinta, es decir en una entidad discreta. En ese momento y en virtud del acto de dirigirse – hacia la experiencia, ésta adquiere significado.
El yo no puede adscribir significado a ninguna de sus vivencias mientras están ocurriendo realmente. Existen en verdad, algunas vivencias, las más cercanas al núcleo de la propia personalidad, a las cuales uno puede no adscribir nunca significado. Pero es posible atribuirlo a la mayoría de las vivencias en forma retrospectiva.
El significado de una vivencia sufre modificaciones según la clase particular de atención que la persona presta. Esto implica que el significado de una vivencia varía según el momento desde el cual la persona observa. Su significado es distinto según la distancia temporal desde la cual se la recuerda y mira retrospectivamente. Vemos que existen muchos casos de interpretación de significado en la vida diaria, en los cuales no vale la pena a averiguar el significado más profundo que alguien quiso transmitir, porque el conocimiento de su sentido superficial es totalmente suficiente para orientarnos respecto de su conducta. Así el establecimiento y la interpretación del significado están pragmáticamente determinados en la esfera intersubjetiva.
Los esquemas de la experiencia tienen una función especial que se vincula con la constitución del significado específico de una vivencia, una vez que esta última cae bajo la mirada de la atención. Se define el acto de dotar significado específico como autoexplicación, es decir como el ordenamiento de una vivencia dentro de la configuración total de la experiencia. Este ordenamiento se cumple en una síntesis de reconocimiento. La síntesis de reconocimiento toma la vivencia que hay que clasificar, la refiere a los esquemas disponibles, y fija su esencia específica. La vivencia se remonta así a una objetivación ya disponible dentro del repertorio de la experiencia, e identificada con esta objetivación. Son las configuraciones de significado completadas que están presentes y disponibles en cada momento en forma de “lo que uno sabe” o de “lo que uno ya sabía”. Consisten en material que ya fue organizado en categorías. En este sentido los esquemas de la experiencia son esquemas interpretativos.
Schutz también trata el problema de la comprensión intersubjetiva, es decir de la comprensión auténtica de la otra persona. Dada la naturaleza de la construcción de los significados, es posible decir que no existe la comprensión “total o acabada” de los significados y experiencias del otro. No obstante, esto no quiere decir que no podamos captar las vivencias de otra persona. Las expresiones faciales y los gestos del otro son un “campo de expresión” de su vida interna. Esto es lo que Schutz llama la presencia corporal. Esta es la esencia de la relación interpersonal, y resulta básica para nuestro conocimiento de las demás personas. Es interesante observar que existe otro sentido en el cual podemos conocer mejor a los demás que a nosotros mismos. En efecto, podemos “observar” las vivencias de los demás cuando ocurren realmente, mientras que tenemos que esperar, en el caso de las nuestras, a que transcurran para escudriñarlas cuando se retiran hacia el pasado. Este encuentro con el otro en una situación “cara a cara” es la más importante de las experiencias de interacción social y de la cual derivan todas las demás situaciones de interacción. En la situación “cara a cara” el otro se me aparece en un presente vívido que ambos compartimos. El resultado es un intercambio continuo entre mi expresividad y la suya.
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