El Tratado de Comercio de Armas de las Naciones Unidas: el papel de México en las negociaciones.

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1.2.2. Desarme

Para este trabajo, las medidas de desarme buscan reducir el nivel de las capacidades militares nacionales o prohibir totalmente ciertas categorías de armas ya desplegadas[12]. Por lo tanto, la principal diferencia respecto al control de armamentos es el elemento prohibitivo. En los esfuerzos de desarme con excelentes resultados.

Como caso ejemplar en materia de desarme se encuentra la Convención de Armas Químicas, aprobada en 1993 y en vigor desde el 29 de abril de 1997. Este instrumento prohíbe la adquisición, desarrollo y almacenamiento, transferencia y empleo de armas químicas[13]. A estos objetivos hay que agregar la existencia de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) como mecanismo encargado de la observancia de las disposiciones de la Convención y capaz de realizar revisiones in situ con el más alto grado de confiabilidad[14].

En conclusión y tomando en cuenta las definiciones precisadas con anterioridad, el Tratado de Comercio de Armas en un instrumento de control de armas. A esta afirmación se abonarán más elementos en el capítulo segundo para entender porqué a un mecanismo de este tipo se le agrega el tema del comercio de armas.

1.3. Comercio Internacional de Armas

En una definición básica, el comercio es la acción de comprar y vender bienes y servicios[15]. El comercio de armas es una amplia actividad que no solo se reduce a la compra-venta de estos bienes, al contrario, debido a lo redituable de esta actividad se ha diversificado en formas más complejas.

Para fines de este trabajo, y secundando lo planteado por el TCA en su artículo segundo, sección segunda; se tomarán en cuenta como actividades del comercio internacional la exportación, la importación, el tránsito, el transbordo y el corretaje[16]. Todas estas actividades se engloban como transferencias.

1.3.1. Las Transferencias Lícitas y Tráfico Ilícito de Armas

Para 2011, el comercio internacional de armas fue valuado en 43 mil millones de dólares[17] de acuerdo al Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI por sus siglas en inglés), .Sin embargo, está cifra no refleja la totalidad del valor del mercado de las armas.

SIPRI es una organización independiente que nutre sus bases de datos de la información compartida por los Estados de manera voluntaria. Por lo tanto, algunos, o casi todos, los países no reportan la totalidad de sus transferencias. Las motivaciones son varias, entre ellos el riesgo a la seguridad nacional por hacer pública información más detallada En consecuencia, trabajar con cifras sobre el comercio de armas muchas veces, tanto para organizaciones como SIPRI como para académicos, cae en imprecisiones cuantitativas que denota la necesidad por fortalecer la transparencia en esta actividad.

Los datos antes mencionados representan las transferencias registradas ante SIPRI. Así pues, se podrían considerar como transferencias lícitas o legales debito al carácter público de los informes del Instituto.

En el otro lado se encuentra el tráfico ilícito de armas que de acuerdo al Artículo 3, inciso e), del Protocolo contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, sus piezas y componentes y municiones, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional o Convención de Palermo de 2004 se entenderá la importación, exportación, adquisición, venta, entrega, traslado o transferencia de armas de fuego, sus piezas y componentes y municiones desde o a través del territorio de un Estado Parte al de otro Estado Parte si cualquiera de los Estados Partes interesados no lo autoriza conforme a lo dispuesto en el presente Protocolo[18].

En el plano regional la Convención Interamericana Contra la Fabricación y el Tráfico Ilícitos de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Materiales Relacionados (CIFTA) de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el Artículo I, sección segunda, define el tráfico ilícito como la importación, exportación, adquisición, venta, entrega, traslado o transferencia de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados desde o a través del territorio de un Estado Parte al de otro Estado Parte si cualquier Estado Parte concernido no lo autoriza[19].

Debido a las características de ilegalidad de estas transferencias, es muy complejo para instituciones, gobierno y académicos, cuantificarlas en sus regímenes y bases de datos. En este sentido, la información sobre transferencias ilícitas son meras aproximaciones. Al tomarse en cuenta esos datos, el tamaño del comercio internacional de armas crece de manera significativa.

1.2.2. El Comercio de Armas en la Guerra Fría (1945-1989)

La historia del comercio de armas no es reciente. Si nos apegamos a la definición aportada por este trabajo, se puede argumentar que esta actividad se realiza desde hace bastante tiempo. Sin embargo, a pesar de esta amplia historia y extensos antecedentes, la dinámica del comercio internacional de armas se ha visto reconfigurada de forma abrupta a partir del inicio de la Guerra Fría en la primera mitad del siglo XX. A pesar que la Primera como la Segunda Guerra Mundial también representan una carrera armamentista acelerada, el comercio de armas adquiere un nivel internacional y se asemeja más a las tendencias globales a partir del Inicio de este periodo.

La Guerra Fría representó una carrera armamentista entre las dos súper potencias: los EUA y la URSS. A diferencia de la carrera originada en el contexto de la Primera y Segunda Guerra Mundial, aquí la posesión de mayores y más sofisticados armamentos representaba una inmejorable posición frente a los enemigos políticos o ideológicos. En consecuencia, la alianza entre tecnología e innovación fue de la mano con el sector militar en este contexto y así, las armas desarrolladas por estas naciones eran exportadas alrededor del mundo.

Para ejemplificar el aumento exponencial de las armas, de acuerdo a datos de SIPRI, la Unión Soviética y Estados Unidos tenían ventas en 1950 por 3 mil millones y 1.6 mil millones de dólares respectivamente. Para 1980 las ventas alcanzaban un máximo de 18 mil millones de dólares para los soviéticos y 9.7 mil millones de dólares para los estadounidenses; ambas cifras ejemplifican aumentos en las ventas de la URSS por más del 600% y por parte de los estadounidenses de casi el 800% de sus ventas[20].

En la Guerra Fría no existieron enfrentamientos abiertos entre soviéticos y estadounidenses,