El arte Introducción y desarrollo
Enviado por Ledesma • 24 de Diciembre de 2018 • 39.958 Palabras (160 Páginas) • 454 Visitas
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El sufrimiento es opcional
Cuando algo te aqueja, crea un malestar que con el paso del tiempo puede convertirse en sufrimiento, el malestar es siempre la manifestación de la angustia, reflejada en el estado de ánimo y el sufrimiento, en cambio, es un estado decadente en el que siempre es posible caer e incluso debe aceptarse como parte de un proceso de conocimiento y amor por la vida, escapar de él siempre es opcional, todo está en la fuerza de voluntad y tus ganas de seguir en pie.
Conoce las reglas y rómpelas cuando sea necesario
Esto aplica para todos los aspectos de la vida, si una ley es injusta, rómpela, si tu bienestar está en juego por una convención moral, olvídala, si la obediencia es mezquina, desobedece, solo trata de guiarte por un camino neutro.
Perdona siempre
No se trata de “poner la otra mejilla” ni de expiación, “Perdona al menos por egoísmo”, dijo el decimocuarto Dalai Lama, y eso es fundamental, cuando no tengas una razón real para perdonar, hazlo por ti mismo, para sacudirte ese malestar y evitar que se convierta en sufrimiento porque si no te regresas al punto cinco.
Todas las derrotas son un aprendizaje
Cada pérdida, cada fracaso y derrota, sin importar su naturaleza, es una gran oportunidad para tomar una lección, y eso si nunca lo pases por alto, así, la próxima vez que tropieces, antes de lamentarte detente a pensar cuál es el aprendizaje que conlleva el duro momento reflexiona y continua por el camino, que vendrán mejores batallas.
Enamórate de las raíces, no de las flores
Aprende a diferenciar entre la esencia y la apariencia de las cosas, es donde muchos de nosotros fallamos y tenemos que identificar, desde la naturaleza hasta las personas, lo realmente importante siempre está oculto y es la vía a la plenitud, en palabras del Principito: “Lo esencial es invisible para los ojos”.
Amar no es necesitar
La mejor relación de amor es aquella en la que el amor de ambos es más grande que la necesidad por el otro, sin sufrimiento ni pasiones desbordadas, simplemente encontrar el equilibrio, encontrar tu balance perfecto o mejor dicho el blanco y negro.
Sigue la ley del desapego
La misma lección del amor se aplica a todos los aspectos de la vida: Lo que te hace feliz no está en realidad en las cosas a las que te apegas y sin las que crees que no puedes sentirte pleno, sino en los pensamientos y la paz que hay en tu interior.
Apasiónate por lo que haces
Busca incesantemente hacer todos los días aquello que disfrutas, lo que te apasiona, que te motiva y empuja a querer saber más, ser mejor o desarrollar tus capacidades hasta el límite, cada determinado tiempo pregúntate “¿en realidad hago lo que más deseo?”, si tu respuesta es negativa, esfuérzate por cambiarla y busca que te gusta hacer.
Cambia tu forma de pensar y cambiará tu vida
Todo lo que eres es reflejo de tu mente, los deseos, las pasiones y las expectativas desbordadas son motivo de angustia y preocupación que impactan negativamente en tu vida, si hoy mismo te propones cambiar tu forma de pensar, verás que los efectos positivos en tu vida serán inmediatos.
El primer paso a la plenitud es un cuerpo sano
Según la máxima budista, “tu cuerpo es tu templo, contrario a la filosofía ascética de muchas religiones que se centran en lo ideal, mantener la salud física es primordial pues el cuerpo es el vehículo del alma, hacer ejercicio, alimentarse sanamente y mantener un equilibrio entre salud física y mental es el primer paso para alcanzar la plenitud en todos los aspectos.
Duda de lo establecido
No porque algo haya sido dicho antes y aceptado por muchas personas quiere decir que sea cierto o está bien, poner en duda todas las creencias, tradiciones y conocimientos es una gran manera de cambiar tu realidad y principios por otros que te guíen a la felicidad.
Ya leímos y reflexionamos ahora vamos a poner en práctica los preceptos anteriores es el primer paso para cambiar radicalmente tu filosofía de vida, y buscar una más sana, dispuesta a perdonar, amar y alcanzar la plenitud aceptándote tal cual eres, la comprensión del universo se enfoca en el momento actual, en este instante de la vida como el prioritario, todos los demás errores quedaron atrás y el futuro está construyéndose a cada segundo, la realidad exige que los cambios en tu forma de pensar sean aquí y ahora.
Sexualidad del siglo XIX
Nuestro segundo tema es la sexualidad algo más complejo que el amor, basándonos que tenemos que estar bien ya como personas para explorarla, ahora si explicamos de qué manera es la sexualidad en tiempos pasados, y eso otro pedo que es interesante porque para que uno como hombre aprenda a sacar esas ataduras a las mujeres y como esa moral es como a ellas les meten pensamientos para tener tabús que existen en la sociedad de lo que está bien y está mal, ahora con un poco de historia la vamos a conocer, y obviamente eso se transformara.
La sexualidad a lo largo de la historia ha sido blanco de represión y negación, la naturaleza humana, llena de instintos y pasiones, fue por muchos siglos oculta bajo la concepción del ser humano racional, el hombre y la mujer se han enfrentado a la presión social de mantener una imagen atada a los estereotipos de cada género.
Un gran número de ideas, mitos y tabúes sobre el tema provienen de la época victoriana, que fue el pasaje de la historia del Reino Unido que acompañó el apogeo de la Revolución Industrial, lo que convirtió a la nación británica en una potencia económica mundial, por lo que sus ideas culturales se expandieron a todo occidente, impactando la moral humana, durante esta época se diseñaron manuales que no combatían el desconocimiento del cuerpo humano y de algo tan natural como el sexo, pues estaban plagados de ideas conservadoras como la infravaloración de la mujer y el patriarcado como eje rector de la familia.
En palabras de Sigmund Freud ( el padre del psicoanálisis), la mujer casada dejaba de ser un individuo, la actividad sexual femenina quedaba encerrada en la intimidad del hogar con el único objetivo de la reproducción, las mujeres de las clases sociales altas eran educadas en los exquisitos y rigurosos modales
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