Etimología, concepción y relación con autores posteriores

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Llegando a la conclusión de que se desea el bien como consecuencia del mal, Sócrates se plantea si eliminando este mal, podría mantenerse la amistad y el deseo. Si el mal engendra la amistad por el bien, el bien depende de este ya que se presenta como remedio. Suponiendo que desaparece el mal, el bien no tendría razón de ser, desaparecería y arrastraría consigo la amistad. Si queremos salvar tanto a uno como al otro, debemos admitir que el bien no es amado como consecuencia del mal, sino en sí y por sí mismo. De esta forma, la ausencia del mal no implica la del bien y la amistad es plenamente posible con el objetivo de que con el mal no desaparezca el deseo.

De esta forma, no podemos llamar amigo solo a aquel que ama o al que es amado, ni a lo semejante en sí o lo contrario en sí mismo, ni el bien relativo, ni el bien absoluto fuera del deseo… Porque estos términos estarían, en cierto modo, aislados de su relación natural con la amistad, representando solo una parte de esta. Platón en este diálogo, tan solo pretende buscar la afinidad mutua para establecer una justa relación.

Podríamos decir que Lisis, es uno de los diálogos en el que Platón nos deja ver con cierto esplendor el uso de su dialéctica. Este complicado método, el cual va avanzando paulatinamente de cara a la verdad –dejando atrás y destruyendo numerosos errores-, no sólo camina dejando tras de sí ruinas, ya que son estas mismas ruinas los sistemas falsos que desmontan, en este caso, las teorías de Heráclito o Empédocles sobre la amistad.

Este método, a pesar de ser lento e indirecto, presenta la necesidad de ver en claro todo aquello que se lleve a cuestión y no aceptar nada que no haya estado sometido a examen o bajo la fe de otro. Por ello, podemos considerar a Platón referente de posteriores autores, como Descartes, el cual hará hermano de su duda metódica del procedimiento de esta dialéctica. Este numeroso y diverso método tienen un importante papel en la discusión que le precede, como lo son: la definición, la cual será representada como una forma general y concisa como elemento característico y fundamental de cada teoría; la división, que va a distinguir y aislar una teoría de otra y la hipótesis, que presenta al estado de conjetura las teorías probables que, para ser entendidas y afirmadas, necesitan de la demostración.

En resumen, se trata de inducción y deducción, que conduciendo al espíritu de las ideas particulares a los principios, y de dichos principios a las aplicaciones, aclaran con mejor y mayor sentido las opiniones o el objeto en cuestión.

Estos procedimientos, ligeramente indicados, son los que se presentan en la lectura de Lisis, orientando y dando una idea acerca de los medios y la fuerza que Platón, tras Sócrates, ha dejado a plena disposición de la filosofía.