Historia y narcicismo

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de su entorno social.

El resultado de esta aberración por la historia o todo lo que sea el pasado es la aparición de un nuevo individuo, un narcisista, que desconoce la humanidad de sus semejantes y los cosifica. Para este neo narciso los demás son solo, simples, herramientas descartables que debe usar para alcanzar sus metas y objetivos personales.

En tanto el capitalismo degenere la visión del tiempo, la importancia y utilidad de la historia será reducida a una mera consulta sobre algunos hechos históricos sin ninguna utilidad práctica que beneficie a la sociedad y por ello se puede entender las infantiles respuestas que los estudiantes universitarios expresan al ser interrogados por su inacción frente a la penosa situación de nuestra UNAP y es que solo atinan a responder: para que luchar si nada va cambiar pues todo ya está dicho. Este, nefasto, pesimismo pone de manifiesto, no solo la deficiencia académica en cuanto al área de historia sino que tiene implicaciones religiosas pues hace referencia a un determinismo divino, que rige la vida y determina el destino de la humanidad o mejor dicho es una prueba que nos pone el señor para comprobar cuán fuerte es nuestra fe.

Como se dijo anteriormente la historia no, solo, nos sirve para conocer algunos hechos del pasado, cronológicamente ordenados; sino, que por ella podemos saber que existieron algunas horrendas relaciones sociales como el de esclavista – esclavo, feudal- siervo o que mediante luchas y derramamientos de sangre algunos pueblos lograron cambiar sus condiciones de vida librándose de matanzas, violaciones o explotación a los que habían sido sometidos. A través de esta ciencia llamada historia los hombres tenemos la posibilidad de superarnos en el futuro y mejorar nuestro presente conociendo el pasado.

Es tiempo de recobrar para la historia su real relevancia que le ha sido socavado con el único objetivo de confundir al individuo contemporáneo haciéndole creer que no tiene alternativa alguna de mejorar sus condiciones de vida, sino es sometiéndose a los designios de las políticas sociales y económicas del capitalismo. Es obligación de todas las instituciones relacionadas con esta ciencia emprender este proceso, pero desde estas líneas quiero centrarme en los profesionales del área de ciencias sociales que, creo, son los primeros llamados y que desde la universidad, pedagógico, escuela o algún otro centro de estudios dirijan sus esfuerzos en esta empresa que a la postre permitirá sacar al hombre de su condición de menor de edad en la que se encuentra sumergido.

ATTE: Augusto cárdenas flores