LA PEDAGOGÍA DE LA ARGUMENTACIÓN: EL DESPERTAR DEL LIDERAZGO ESTUDIANTIL.
Enviado por Ledesma • 23 de Marzo de 2018 • 1.093 Palabras (5 Páginas) • 410 Visitas
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Una respuesta a estos problemas la da Sócrates en su antigua Grecia, ( a quién acude la estadounidense para resaltar la importancia de saber argumentar) pues para él, razonar era fundamental, ya que esto nos podía allevar a evitar errores, muertes y masacres, (tal como nos lo relata el escrito de Tucídides la “Historia De La Guerra del Peloponeso”), de esta forma nuestra historia y por supuesto en nuestra cotidianidad sería distinta pues definitivamente “quien no conoce su historia está condenado a repetirla”…
Gran tarea tenemos los docentes de enseñar a los estudiantes a ser libre pensadores, pero reconocemos lo difícil que es hoy día, donde cada vez más tenemos que ceñirnos a un manual temático, previamente estipulada, sin tener en cuenta la realidad de nuestro entorno. Pero sólo los valientes como Sócrates, (quien dio su vida por una enseñanza libre-pensadora), lograrán generar en los jóvenes de hoy tantas expectativas. ¿Cómo lograr ese objetivo? Sócrates nos enseña que con una buena argumentación podemos abrir el mundo, todo empieza allí precisamente, es por eso que la practica argumentativa es fundamental ya que nos enseña a identificar premisas que pueden ser falsas o verdaderas, una vez hemos logrado eso podemos entonces profundizar más en ese análisis.
El estudio que nos presenta la estadounidense Martha Craven Nussbaum es relevante ya que nos dice donde podemos consultar una biografía y textos para abarcar el tema, tanto así que nos sugiere la filosofía para niños, sabemos que Sócrates prefiere enseñar a jóvenes, pues tienen la mente más abierta y dispuesta a cuestionar y cuestionarse. Hay que resaltar también los valores socráticos del buen ciudadano: un ser activo, critico, curioso y capaz de oponer resistencia a sus pares, de esta manera tendremos jóvenes menos inducidos a la droga, alcohol o prostitución, etc; nuestra sociedad nos lo exige, debemos estar “preparados para preparar” al hombre o mujer del mañana con una capacidad de discernir, de argumentar y de ser libres pensadores, de aquí que lograremos tener personas en la política y no politiqueros, personas que elijan bien a sus representantes, ciudadanos de bien, que puedan colocarse en el lugar del otro, argumentar y no dañar con palabras hirientes o sarcasmos como está acostumbrado ciertos dirigentes de partidos políticos que amenazan la convivencia en paz y generan odio en vez de lo que tratan de impulsar con sus manos en el corazón; Así será posible transformar esta sociedad, pero no solo se trata de transformar la sociedad, pues el primer cambio está en nosotros, tenemos que ser personas autenticas, reales, activas y sobre todo no quitarnos la posibilidad de ser cada vez más humanos y menos técnicos, más pacíficos y menos belicosos, amantes del amor y no del odio y las guerras.
Pedro G. Cisneros.
Lic. Ciencias Sociales.
Universidad del Atlántico.
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