Seleccionar una imagen de una producción de moda donde desde la indumentaria y la puesta se recurra a la cita histórica. Analizar y justificar a partir de lo expuesto por el autor.

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Su intención es provocar una insatisfacción con nuestro modo de vestir, diciéndonos que con esto puesto luciremos más atractivos, tanto que no nos importara que no estemos en Venecia. Lo importante es lucir atractivos y sentirnos mejor con nuestra apariencia a partir de la adquisición de esa indumentaria.

Pero esta ansiedad que nos hace sentir la publicidad en sí, será posible satisfacerla a partir de nuestro poder adquisitivo, como dice Berger ‘…El dinero es el símbolo de la capacidad humana. La capacidad de gastar es la capacidad de vivir…’; si yo soy capaz de comprar este conjunto tal cual me lo muestran, soy capaz de ser mucho más feliz, de sentirme mejor con mi apariencia y conmigo misma. Aunque debemos aclarar que si logramos obtenerlo, nada nos asegura que seremos más felices, pero nos asegura creer que sí.

El que nos sintamos mejor va a depender de que los otros noten nuestro cambio y nos lo hagan saber; generando en nosotros un regocijo personal, agradeciendo así al atuendo que llevamos puesto, por eso Berger afirma que ‘La fascinación no puede existir sin que la envidia social de las personas sea una emoción común y generalizada’.

En síntesis, la publicidad nos hace soñar con lo que podemos llegar a ser o como podremos sentirnos si usamos esta marca de ropa, o cualquier otra que esté por encima de nuestra capacidad de adquirirla. Es por eso que las personas se sienten tan bien cuando pueden comprar algo que no está a su alcance, de cierta manera hacen que todo su esfuerzo y empeño empleado en su trabajo cobre sentido cuando adquieren el producto.

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Esta colección de Muaa! Invierno 2013 by Pablo Ramirez fue inspirada a partir de las protagonistas de las películas Funny Face (1957) y Los paraguas de Cherburgo (1964), lo cual representa claramente una cita histórica de la década del ’60 en la actualidad. La década del ’60 represento un gran cambio para la indumentaria en las mujeres, ya que fue la década en que se instauro el uso de las minifaldas. La estética de los atuendos se volvió muy colorida debido a la influencia del movimiento hippie que se encontraba en su apogeo en esos momentos.

Podemos afirmar, a partir de la observación de las prendas, que el diseñador tomo las características fundamentales de la moda de los ’60 para crear esta colección, debido al largo de la falda por encima de la rodilla, a tomar la cintura como punto de tensión, haciendo que la figura de la modelo quede definida, a los zapatos altos, el peinado y el tocado de la cabeza (moño); aunque podemos decir, que la elección de los colores generan un alto contraste y que fue elección del diseñador (aunque en otras prendas de la misma colección, se presentan prendas de colores vibrantes).

Por otro lado, al ser una colección de diseño exclusivo, comprendida por 30 prendas, solo son exhibidas en locales de la marca que se encuentran dentro de shoppings o en barrios importantes de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que la posibilidad de adquisición de estas prendas (teniendo en cuenta que está dirigido a adolescentes que en la mayoría de los casos dependen de los padres) es posibles para un sector seleccionado de la sociedad, dejando fuera a las adolescentes de la clase media, por lo que la prenda se vuelve aún más deseable para aquellos que no pueden acceder a ella tan fácilmente.

El deseo de adquirir estas prendas de colección es uno de los fines a los que apunta el diseñador. Cuando llega el momento de vestir la prenda, la persona se siente mejor consigo misma, siempre y cuando los demás sientan cierta ‘envidia’ por su apariencia y lo que lleva puesto, lo que es más fácil de conseguir en el público adolescente.

En conclusión, cualquier diseño de moda, exclusivo o no, está dirigido a un sector de la sociedad que se sentirá atraído por esos diseños y que deseara adquirirlos, este o no dentro de sus posibilidades. Toda colección diseñada toma elementos de modas anteriores y las reutiliza con la intención de responder a lo que el mercado solicita en esos momentos.

La sensación de envidia y recelo, que está por fuera del producto, se debe al tipo de sociedad que conformamos y esto hace que la finalidad de la publicidad se pueda concretar fácilmente, por lo que la venta, y por ende, el consumo, sea mayor de lo que se necesita en realidad.