Social cristianismo. El Pensamiento Social Cristiano en el Perú
Enviado por Ensa05 • 24 de Febrero de 2018 • 21.571 Palabras (87 Páginas) • 778 Visitas
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Rápidamente las ideas que Belaúnde introdujo en el Perú tuvieron eco en los jóvenes intelectuales de Arequipa y Lima.
En Lima se fundó el grupo FIDES que con la revista “Verdades” iniciaron una fuerte difusión de esta nueva Doctrina.
Uno de ellos, otro arequipeño, José Luis Bustamante y Rivero, cofundador de la Democracia Cristiana, presidente del Perú (1945 – 1948) y Presidente de la Corte Internacional de Justicia de la Haya (1967 a 1969).
Otro intelectual importante fue Héctor Cornejo Chávez, quien en 1955, atraído por el social cristianismo, con el lema "Ni capitalismo ni comunismo: por el bien común", y como confluencia de dos movimientos de resistencia a Odría en Lima y Arequipa, funda el Partido Demócrata Cristiano , con, Ernesto Alayza Grundy, Luis Bedoya Reyes, Mario Polar Ugarteche, Javier de Belaúnde Ruiz de Somocurcio, Roberto Ramírez del Villar, Jaime Rey de Castro.
En la elecciones generales de 1962 postuló a la Presidencia. En 1963, la alianza de su partido y Acción Popular gana las elecciones presidenciales con Fernando Belaúnde Terry, siendo elegido Senador de la República. Con motivo de la firma del Contrato de la Breña y Pariñas con la IPC y el escándalo de la página once, disuelve la alianza. El creciente antagonismo con Luis Bedoya Reyes, condujo al cisma partidario de 1966 tras el cual un numeroso grupo se separa de la Democracia Cristiana, fundando el Partido Popular Cristiano ese mismo año.
En 1968, el General Juan Velasco Alvarado da un golpe de estado y destituye al Presidente Fernando Belaúnde Terry, quien era aliado de Luis Bedoya Reyes. El Partido Demócrata Cristiano brindó su apoyo crítico al régimen militar junto con otros movimientos reformistas.
Actualmente el Pensamiento Social Cristiano se encuentra en momento de expectación en el Perú, en el que el gran desafío es lograr la unidad en los temas fundamentales, regresar siempre a la doctrina fundacional para responder a los urgentes desafíos de la sociedad peruana del siglo XXI.
El Pensamiento Social Cristiano en el Perú
Por: Mauricio Zeballos
Los grandes iniciadores del Pensamiento Social Cristiano en el mundo, tuvieron una gran acogida entre los ávidos intelectuales latinoamericanos vinculados al mundo cristiano. Mounier, Maritain y muchos otros inspiraron a los pensadores latinoamericanos que buscaban una respuesta sólida a la creciente presencia del marxismo que era una respuesta al capitalismo imperante pero no los satisfacía por la renuncia a la libertad que suponía, contraria necesariamente a la propuesta cristiana.
Así, el pensamiento social cristiano en América Latina tuvo un gran desarrollo en el siglo XX y sirvió de plataforma, entre otros aspectos, para la constitución de partidos políticos inspirados en esta doctrina (las democracias cristianas), y también para el surgimiento de corrientes sindicales y organizaciones sociales, inspiradas en los principios y valores de filosofía social cristiana.
El socialcristianismo ha sido y es firme defensor de la persona humana y de sus derechos naturales, promotor del bien común e impulsor del desarrollo libre, solidario y justo de los pueblos de Latinoamérica y del mundo.
Este pensamiento ha contado con numerosos intelectuales y políticos que, con sus ideas y acciones, han influido en los campos político, social y académico, y contribuyeron a consolidar el pensamiento humanista cristiano. Destacan, entre otros, Arístides Calvani y Rafael Caldera, en Venezuela; Ricardo Arias, en Panamá; Eduardo Frei y Jaime Castillo, en Chile; Tristán de Athayde y Franco Montoro, en Brasil; Dardo Regules, en Uruguay; Luis Bedoya, Ernesto Alayza y Mario Polar, en el Perú. En todos los casos ha terminado convertido en una de las corrientes claves para comprender la historia de las ideas latinoamericanas en los últimos cien años y como base en la constitución de los principales partidos políticos en América.
Este esfuerzo de los pensadores socialcristianos alcanzó uno de sus máximos hitos en 1947, año en que, tomando como pilar fundamental el humanismo integral del maestro Jacques Maritain, se constituyó un movimiento regional para promover la doctrina social cristiana, el cual se materializó en la Organización Demócrata Cristiana de América. Al acto constitutivo acudieron Eduardo Frei, Dardo Regules, Franco Montoro y otros jóvenes de diferentes países, entre los que figuraban los peruanos Alayza y Bedoya.
La historia de la democracia cristiana, sin duda, es relevante para América Latina. Su presencia es importante para el porvenir del “continente de la esperanza”.
Corresponde ahora que se proyecte en el siglo XXI, orgullosos y firmes en nuestras mejores tradiciones y con las banderas invictas de nuestras ideas que tienen como centro a la persona humana.
Para los humanistas cristianos la historia nunca se detiene y, por ello, la tarea de los socialcristianos en América Latina no ha concluido ni concluirá jamás.
La presencia de Victor Andrés Belaúnde y el Perú
Las tres primeras décadas del siglo XX fueron muy fructíferas en el Perú, representaron un momento fundador en el plano de las ideas. Uno de sus principales fundadores en el Perú fue Víctor Andrés Belaunde.
Perteneciente a la generación del 900, Belaunde produjo una mirada integral sobre el Perú, tanto desde la historia, la sociología como desde la política. Su obra culminante fue publicada en los inicios de 1931 titulada La Realidad Nacional, que expresa, justamente, su búsqueda por entender y difundir lo que llamaría la “peruanidad” (título de un libro posterior suyo). Dicho libro es fundamental, además, porque con él se funda en el Perú el pensamiento socialcristiano.
Inspirado en las ideas sociales de la Iglesia católica (Rerum Novarum), Belaunde ofrece una interpretación alternativa al aprismo y al marxismo, con erudición, acuciosidad y, como él mismo decía, inspirada en un ideal. Para este autor, la fe católica es lo que otorgaba el sentido de identidad a los peruanos, incidiendo como factor de cohesión más allá de las divisiones sociales, raciales, territoriales o culturales.
La realidad nacional empezó a ser publicada por capítulos como respuesta de Belaunde a 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, de Mariátegui: una respuesta al marxismo mariateguista que iba tomando una personalidad propia. No quiso proponer Belaúnde un punto de equilibrio entre el marxismo y el capitalismo, ambas corrientes cercenadoras de la libertad,
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