TRABAJO ESCRITO. ÉTICA.

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De manera muy especial, el director de la película desea reflejar un mensaje, para entenderlo se debe primero interpretar a Sigmund Freud, quien sostiene que todos los sueños representan la realización de un deseo por parte del soñador, incluso los sueños tipo pesadilla. Es así como en los sueños que desencadena Camino a los largo de la película se pueden reflejar sus anhelos y hasta ese momento cada sueño es maravilloso, pero siempre se encuentra la religión inmersa como la imposibilitadora de la realización de las metas en sus sueños, la cual se encontraba representada en su madre o en un ángel considerado su ángel de la guarda. Todo esto explica según la teoría plasmada, como Camino deseaba en todo momento cosas muy diferentes a las que su madre le implantaba y que de alguna manera la religión no era el patrón de su vida, por el contrario era la fe en el amor de Jesús, el chico del teatro.

En la película “camino” se encuentra plasmada la imagen de una sociedad contextualizada y concentrada en la religión y la moral que de ella se contrae, inicialmente esto se ve en la madre, quien frustra los deseos de sus hijas, queriéndolas adentrar en una vida que desea solo ella, ocultándoles y prohibiéndoles todo aquello que su ser desea. De igual manera se puede ver en la casa religiosa donde convive Norum, como literalmente le piden que ame a Dios más que a su propia familia, porque en él lo encontrará todo, e implícitamente le prohíben hacer todo aquello que su interior quiere; de todo esto y volviendo a la teoría planteada inicialmente, se puede deducir que es cierto que no podemos negar nuestro origen, lo que han inculcado en nosotros y lo que nos han enseñado desde que iniciamos a vivir, de la misma manera tampoco se puede negar el hecho de que tenemos una misión en el mundo y que por más que intente cambiar su destino, o elegir otro camino, esto no será posible, no se puede cambiar lo que ya está escrito para nosotros, como seres pensantes podemos crear de nuestro mundo algo placentero de vivir, pero nunca podremos cambiar lo que somos naturalmente, ni a qué venimos a vivir. Termino estas páginas citando a Charles Bukowski, es un apartado del poema “Nadie sino tú”, que tal vez nos haga reflexionar sobre lo que estamos haciendo y lo que en realidad queremos hacer.

(…) nadie puede salvarte sino

tú mismo

y será muy fácil desfallecer,

pero muy fácil,

pero no desfallezcas, no, no.

limítate a mirarlos.

Escucharlos.

¿Quieres ser así?

¿Un ser sin cara, sin mente,

sin corazón?

¿Quieres experimentar

la muerte antes de la muerte? (…)