ACTIVIDAD INTEGRADORA ETAPA 1 MATERIA: LITERATURA

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- Disculpe, joven, ¿cómo se llama?

- Kinos, señora.

- Usted se ve amable, ¿podría ayudarme a pasar por esta puerta?

- No, señora, no se permiten desconocidos y menos ahora que hay viajeros tratando de venir, por lo que hasta que ellos dejen de venir, nadie pasará.

El viajero se regresa a su carreta, esta vez se vestirá de un joven de edad similar a la del guardia, pero esta vez escucha a su burro hablar.

- Creo que deberías de irte a otro lugar, tú nunca has sido honesto.

- Cállate, tú eres un burro, una herramienta, ahora déjame seguir en busca de riquezas.

El viajero, ahora un poco enojado pero sin mostrarlo, va vestido como un amigo del guardia, aunque él ahora sabe su nombre es Kinos.

- ¡Hey! Kinos, soy yo.

- Disculpe, señor pero ésta es la última advertencia.

- No, no, soy yo, tu amigo de la infancia.

- Viajero, usted piensa que me llamo “Kinos”, ¿verdad? pero ese nombre me lo inventé. Su mismo juego es lo que lo delata. No tengo nombre, sólo soy el mensajero de la verdad.

- Déjeme pasar, por favor.

- Está bien, pero recuerda que tus malas intenciones te nublarán la vista.

- Ojos…quién los necesita cuando tienes dinero, ¡Jajaja!

El viajero finalmente feliz cruza la puerta pero, para su sorpresa, no había nada, rápidamente trata de regresar a la puerta pero él no puede verla.

- Rayos, qué debo hacer.

En ese instante tres voces le dicen lo mismo; su burro, el guardia y el viento.

- Tira tus ganancias.

- Jamás, con este dinero seguro salgo de aquí.

Ahora, solo escuchando la voz del viento, este le dice:

- Tus mentiras te han llevado aquí, tu avaricia te ha vaciado tu felicidad.

- ¡Jajaja! Como si fuera a creer eso, no soy mentiroso y mucho menos avaricioso.

Esta vez la voz del burro se escucha:

- La naturaleza te vigila; subestimas a los demás solo por su apariencia, ellos te subestimarán. Mientes a todo el mundo, todo el mundo te mentirá.

- Tú sólo eres un burro, tú no sabes nada sobre la vida.

Por último, el guardia le ofrece misericordia con las siguientes palabras:

- Aquel que pide dinero solo podrá ver a la avaricia. Si alguien como tú vuelve a venir, tendrás que rogarle por dinero, si él demuestra empatía por uno de los suyos, lo dará, si no demuestra empatía, el ciclo se repetirá.

Caminando, se encuentra un viajero en busca de dinero, la avaricia se nota a kilómetros, su hambre por dinero es incomparable. El viajero va en camino por las riquezas de éste mundo, hasta que una muralla está en su camino. Justo al lado de la muralla hay un mensaje de auxilio, pero pide dinero.

- Ayuda, por favor.

- No, señor. Consiga su propio dinero.

El viento se ríe de él, mientras a la lejanía se ve una puerta custodiada por un guardia, el viajero corre para pasar, hasta que el guardia susurra:

- Oye, no se permiten viajeros.