ARISTÓTELES El Libro I de la Política
Enviado por Jerry • 3 de Enero de 2019 • 4.638 Palabras (19 Páginas) • 465 Visitas
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ALMA
La concepción aristotélica de la naturaleza (fisis) da lugar a una interpretación de la realidad, para la que no es posible la existencia de formas separadas: la sustancia es un compuesto indisoluble de materia y forma. En este sentido, para Aristóteles, el alma es fundamentalmente un principio básico, vital, el principio en sí de la vida, aquello que se encuentra en los seres vivos capacitándolos para actividades vitales y diferenciándolos de los seres puramente inertes.
El hombre es una sustancia hilemórfica, compuesta de materia y forma: la materia del hombre es el cuerpo y su forma el alma. Aristóteles acepta, como era admitido entre los filósofos griegos, la existencia del alma como principio vital: todos los seres vivos, por el hecho de serlo, están dotados de alma, tanto los vegetales como los animales. Pero interpreta también que el alma es la forma de la sustancia, la forma de los cuerpos organizados. El alma es el acto del hombre, en la medida en que la forma representa la actualización o la realización de una sustancia. El alma como acto, sería un organismo real que posee en potencia la vida; el alma, así, hace que el organismo sea actualmente viviente.
No existen el alma por un lado y el cuerpo por otro, sino que ambos existen exclusivamente en la sustancia "hombre"; la distinción entre alma y cuerpo sólo puede ser pensada. El alma no puede ser inmortal, como afirmaba Platón, ya que no es posible que subsistan las formas separadas de la materia. Cuando el hombre muere se produce un cambio sustancial que supone la pérdida de una forma y la adquisición de otra por parte de la sustancia "hombre": la forma que se pierde es la de "ser vivo", y la forma que se adquiere es la de "cadáver".
Aristóteles distinguirá en Sobre el Alma tres tipos de alma:
-El alma vegetativa ejerce las funciones de asimilación y de reproducción y es el tipo de alma propio de las plantas. Dado que estas funciones vitales son comunes a todos los seres vivos todos han de poseer este tipo de alma capaz de realizarlas.
-El alma sensitiva, el alma propia de los animales. No sólo está capacitada para ejercer las funciones vegetativas o nutritivas, sino que controla la percepción sensible, el deseo y el movimiento local, lo que permite a los animales disponer de todas las sensaciones necesarias para garantizar su supervivencia. -El alma racional, superior a las dos anteriores, además de las funciones propias de las almas inferiores, la vegetativa y la sensitiva, el alma racional está capacitada para ejercer funciones intelectivas. Es el tipo de alma propia del hombre. Las funciones ‘racionales’ o ‘intelectivas’ del alma son también principio de conocimiento, de hecho, Aristóteles definirá el hombre como animal racional, atendiendo precisamente al tipo de alma que le es propia.
Aristóteles no aceptaba ningún tipo de inmortalidad del alma respecto a las funciones vegetativa y sensitiva. Pero admite la presencia en el hombre de un supuesto entendimiento incorruptible, la "inmortalidad" de la actividad intelectual y de sus producciones, de las grandes obras de la humanidad que hacen a sus creadores inmortales, nos acercan a los dioses y nos diferencian del resto de los seres.
CAUSA
Es el actor o principio del que depende una cosa. La noción aristotélica de causa es más amplia que la actual; nosotros entendemos por causa sólo lo que Aristóteles llamaba causa eficiente y causa final. Para Aristóteles causa es todo principio del ser, aquello de lo que de algún modo depende la existencia de un ente, todo factor al que nos tenemos que referir para explicar un proceso cualquiera.
Para entender cualquier ente debemos fijamos en cuatro aspectos fundamentales (cuatro causas):
- Causa material o aquello de lo que esta hecho algo.
- Causa formal o aquello que un objeto es.
- Causa eficiente o aquello que ha producido ese algo.
- Causa final o aquello para lo que existe ese algo, a lo cual tiende, lo que puede llegar a ser.
Aristóteles pone el ejemplo de una escultura: si se trata de una escultura del dios Zeus hecha de bronce por un escultor con la finalidad de embellecer la ciudad, la causa material es el bronce, la causa formal el ser, el dios Zeus, la causa eficiente el escultor, y la causa final el motivo de su existencia: embellecer la ciudad.
Podemos dividir las causas en:
- Intrínsecas: como la causa material y la formal, pues estos principios descansan en el propio ente.
- Extrínsecas: como la causa eficiente y la final, pues se trata de principios exteriores al ente.
Sin embargo, en los seres naturales aquello hacia lo que tienden de forma natural es causa final pero en este caso intrínseca
POTENCIA Y ACTO
La teoría de la potencia y el acto es la explicación última del devenir de la substancia. Parménides, al operar únicamente con los conceptos "ser" y "no ser" había deducido la unicidad e inmovilidad del ser . Platón, habría intentado superar este planteamiento admitiendo la realidad de una clase especial de "no ser": la idea o forma. Aristóteles resuelve la paradoja añadiendo entre el “ser” y el “no ser” otra forma real de “no ser”: “el ser en potencia”. Y mediante este concepto, explica el devenir, el cambio y el movimiento de la substancia. En todo ser hay "lo que ya es", el acto, y su "poder llegar a ser", la potencia.
Potencia (dinamis) es el poder o capacidad para ejercer una transformación en un objeto, la disposición para poder llegar a ser algo. Se divide en activa y pasiva:
1. Potencia activa: es el poder o facultad de producir una acción o un efecto. Se encuentra en el agente.
2. Potencia pasiva: es la posibilidad de pasar de un estado a otro, de recibir la acción. Se encuentra en el paciente o el que recibe la acción.
Acto (enérgeia y enteléchia) es el ser actual, la realidad del ser.
Si nos fijamos en las características, propiedades o determinaciones que una cosa u objeto tiene en el presente, estamos pensando en el
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