¿Cuál es el rol o el valor de la filosofía de la educación en la formación docente?

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Pero entonces, si la filosofía no nos sirve para encontrar la verdad, ¿para qué sirve? ¿Tiene sentido hacer filosofía? La filosofía nos sirve como forma de desenmascaramiento de la realidad, del poder y de los intereses que creemos verdaderos. Una realidad en la que estamos inmersos sin darnos cuenta y a la que le somos funcionales; y ante esto, según Nietjsche, el filósofo debe adoptar una actitud de permanente crítica a lo establecido y desestructurar una realidad que se nos impone como verdad incuestionable.

La filosofía comprende en su tronco diversas disciplinas se han ido desarrollando y reelaborando a través de los años y la filosofía de la educación es una de ellas.

Es una disciplina relativamente moderna que estudia el fenómeno educativo y las teorías sobre el mismo desde una perspectiva racional, con el deseo de ofrecer una explicación sobre la educación humana. Es decir, que es una reflexión profunda sobre las prácticas educativas desde el interior mismo del acto educativo; y según Carlos Cullem, la misma se diferencia de la pedagogía ya que ésta se enfoca en cómo se enseña, mientras que la filosofía de la educación se preocupa de los fines de la educación, lo teológico, el para qué y la razón de ser del acto educativo.

La filosofía de la educación se encarga de contemplar la vida de la educación en su totalidad, tratando de comprender sus estructuras en lo más hondo de su esencia, llevándonos a averiguar el valor, finalidad, sentido, posibilidades y límites de la educación.

Explora los fine del proceso educativo, indagando los fundamentos de la realidad pedagógica, permitiendo a los docentes poseer una visión de conjunto del proceso pedagógico, y logrando que los mismo puedan definir los fines, métodos y contenidos de la educación;

Esta correcto decir, entonces, que la Filosofía de la Educación cumple un rol muy importante dentro de la formación docente ya que es una herramienta para la reflexión y para estimular nuevos modos de pensamiento y de existencia, que busca incentivar la capacidad de reflexión crítica y argumentativa de los docentes en relación al quehacer educativo en todas sus implicancias y dimensiones: materiales, histórico, socio-culturales, antropológicas, institucionales, formales – lógicas, epistémicas y ocológicas.

Otro rol que posee la filosofía de la educación en la formación docente, es que la misma promueve una actitud anti dogmática que contribuye al proceso de liberación, ya que la misma posibilita a que el docente observe los problemas fundamentales de la educación desde una perspectiva que permite el análisis, la crítica y el cuestionamiento de los constructos teóricos sobre la realidad social y educativa; para luego poder desarrollar nuevas categorías conceptuales y metodologías filosóficas básicas para el análisis y la discusión de los problemas de orden educativo.

a la formación de docentes artístico y filósofos. Artísticos, ya que el mismo, debe desarrollar un conocimiento empático en los alumnos a través de su interacción con ellos; y filósofo, ya que debe mantener una actitud reflexiva permanente sobre el conocimiento a enseñar y sobre las disciplinas que le ayudarán a orientar su práctica.

Implica la formación de un docente que se encuentre en reflexión permanente sobre la situación educativa, sobre los efectos de sus interacciones entre los estudiantes y de las interacciones entre ellos, como también los contenidos materiales de enseñanza y el ordenamiento físico de la escuela y del aula.

Para concluir diremos que La filosofía de la educación dentro de la formación docente ayuda de manera importante en la constitución del maestro como filósofo pragmático.