Cómo conocemos?

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la razón. Aún más, Hume, a partir de este razonamiento, realiza otra distincion, que es la de las ideas e impresiones simples o las ideas e impresiones complejas. Las ideas simples son aquellas “que no admiten distincion o separacion”, es decir, forman una idea por si mismas. Ejemplo de ellas sería el color celeste. De las ideas simples se pueden llegar a formar impresiones o ideas complejas, que siguen siendo conceptos, sólo que se forman a partir de más de una simple. Como por ejemplo podria ser un cuadro pintado, el cual en su totalidad es complejo, pero si distinguimos sus partes en simples, podriamos encontrar la calidad de la tela sobre la que fue pintada, los colores que se usaron o la calidad de la pintura.

Con esto, podemos decir que son las impresiones las que más se acercan al objeto de conocimiento, a su esencia, dado que las ideas las conformamos al analizar estas impresiones y de una manera u otra las ideas siempre se alejarán un poco más de lo que el objeto es verdaderamente.

Dejando de lado el método de conocimiento empirista, se podría decir que no todo el conocimiento depende del hombre, sino que hay ciertas cosas de las que no podemos dudar y sobre las cuales nosotros conformamos otras ideas. Con esto me refiero a las categorías del entendimiento postuladas por Kant. Estas, divididas en 4 sectores (cantidad, cualidad, relación y modalidad), son conceptos definidas por Kant como conceptos “puros”, es decir, conceptos que ya poseemos sin tener que haberlos experimentado, y a partir de los cuales se conforman otros conceptos, los cuales sí dependen de nuestra sensibilidad. Por lo tanto, el conocer no se basa solamente en lo que nosotros experimentemos, sino también en conceptos ya establecidos, consecuentemente, no se puede afirmar que todas las personas conocen de manera diferente porque, si bien todos utilizamos nuestros sentidos para hacerlo, también dependemos de conceptos o ideas que nos llevan a conocer así.

Es aqui que aparecen los conceptos a priori y a posteriori, el primero de los cuales hace referencia a aquellas cosas que no es necesario experimentarlas para saber que realmente son asi, es decir, para saber que son ciertas. El otro se refiere a lo contrario, por lo que es esencial haber hecho uso de la experiencia para tener conocimiento sobre aquello en cuestion.

Otro filósofo racionalista, René Descartes, admite en sus obras que comienza a dudar de sus sentidos como herramientas para conocer; se pregunta si conocer a través del uso de los sentidos realmente es la mejor forma de hacerlo, asi como tambien comienza a dudar de aquellos pensamientos que le habian sido inculcados en su juventud, dado que no tenia forma de saber si estos eran correctos o verdaderos, por el simple hecho de que nunca los habia puesto en duda. Decide entonces dejarlos a un lado, eliminarlos completamente y dudar de todo lo que se le presente. Es así que crea un método de conocimiento consistente en una serie de pasos en el que, para conocer, se debía evitar o eliminar cualquier impresión sensible provocada por objetos y examinar cada mínimo detalle para llegar entonces a conocer de manera absoluta. Este método no permite dejar que uno se guíe por aquellas percepciones causadas por nuestros sentidos, no deja lugar a impresiones sensibles condicionadas por nuestra forma de percibir las cosas, y basa todo su proceso en la pura razón y en el pensamiento del que todo ser humano posee y del que puede hacer uso. De tal modo, Descartes cree que no hay cosa “tan lejana que no se pueda alcanzar ni tan escondida que no pueda descubrirse”, es decir que con el método que él presenta, no tiene por qué haber dificultades en llegar al conocimiento absoluto de aquellas cosas que nos son presentadas, si tenemos cuidado en no dejar que nuestros perjuicios nublen la realidad y siendo cautelosos a la hora de tomar por verdadero aquello que decidimos que lo es.